No es como prender la luz

Por Manuel Barrientos
En 2009 tuve la oportunidad de entrevistar a uno de nuestros grandes poetas, Leónidas Lamborghini, quien falleció pocos meses más tarde a los 82 años. Por esos días se habían conocido unas declaraciones del dictador Jorge Rafael Videla. Con lucidez desgarradora, Leónidas respondió: "El idiota de Videla está convencido de que esta democracia que tenemos se la debemos a él. Y sí, esta democracia llena de temor, que camina como puede, pobrecita. Pero la queja no vale de nada, hacé algo para modificar la realidad, hasta donde vos puedas hacer, con la escritura o con lo que hagas. Tratá de escribir libros que muevan el estofado".
A 40 años del retorno de la democracia, la consigna sigue vigente: ¿Qué democracia supimos construir? ¿Cómo la ayudamos a caminar? La recuperación de los derechos políticos es evidente, conseguimos múltiples avances en materia de derechos civiles y sociales, logramos juzgar a gran parte de los responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura (no así a sus responsables civiles). También son evidentes los altos índices de pobreza e indigencia, las dificultades de los jóvenes para acceder a empleos de calidad, la imposibilidad de construir un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible, la crisis del sistema de representación política y su desconexión con la sociedad.
A fines de la década del ochenta, el ensayista Alejandro Horowicz en uno de los reediciones de su libro 'Los cuatro peronismos' forjó el concepto de 'democracia de la derrota' para dar cuenta de las profundas implicancias del modelo económico financiero instaurado por la última dictadura y los límites con los que nació nuestra democracia moderna. El nivel de ocupación se redujo un 34% entre 1974 y 1983; se produjo una brusca caída del salario real; y los índices de pobreza pasaron del 5,8% en 1974 al 37,4% en 1982. Al mismo tiempo, la deuda externa se elevó de los 7.875 millones de dólares de 1975 a 45.069 en 1983. Y un dato crucial: en 1974, la clase trabajadora tenía una participación en el ingreso cercana a los 47 puntos del PBI; para 1983, se había reducido a menos de treinta puntos. En otras palabras, el plan sistemático de desaparición, tortura y exterminio de la última dictadura tuvo como objetivo el desmantelamiento de las diversas formas de sindicalización y participación obrera, la destrucción de los lazos de solidaridad de las clases populares y la ejecución de un modelo económico que priorizó la valorización de los activos financieros y el endeudamiento externo y desmanteló el proceso de industrialización que se había iniciado en la Argentina a mediados de la década de 1930.
Hoy esos obstáculos que nuestro sistema democrático no pudo revertir de modo sostenido -más allá de los avances en ciertas etapas presidenciales- se manifestaron de modo rotundo en las últimas elecciones presidenciales.
En las fuerzas nacionales y populares, el peronismo, la centroizquierda, el progresismo y demás ismos, se presenta la obligación de comprender las nuevas demandas sociales. De terminar con los procesos de depuración, con la superioridad moral, con la soberbia intelectual. De volver a pensar y ejercer una política más cercana, más próxima. De una política hecha junto a la ciudadanía, a las organizaciones populares, a las asociaciones comunitarias. La obligación es crear más comunidad, más espacios públicos, animarnos a debatir y resolver los problemas que realmente tenemos en común.
Como hicieron las Madres y las Abuelas en plena dictadura, en medio del dolor, de la impotencia, de la oscuridad: ver. Su legado es el superar el miedo, el salir a las calles, el construir de modo comunitario, el pensar más allá del presente oscuro, el pensar en el largo plazo, el construir juntas un futuro que nos trascienda.
Presidenta honoraria de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit hoy tiene 104 años y conserva una aguda ironía. Nos regala esta frase para seguir caminando juntos: "Cuando cae la dictadura, no nace la democracia. La democracia hay que construirla día a día. No es como prender la luz".
Relacionadas
