Obligados a caminar

OPINIÓN / Por Gustavo Porfiri

Miles de migrantes de países latinoamericanos y caribeños llegaron el domingo pasado a la ciudad mexicana de Álvaro Obregón para pasar la Nochebuena, en el marco de su camino hacia la frontera sur de Estados Unidos. De acuerdo con las autoridades locales, el tamaño de la caravana es de unas 8 mil personas. Otras fuentes aseguran que los caminantes son 10 mil.

La caravana -denominada por los organizadores como "éxodo de la pobreza"- está compuesta por varios grupos familiares, incluyendo a menores no acompañados. Entre los migrantes hay ciudadanos de más de 24 nacionalidades que buscan llegar a Estados Unidos para intentar hacer una vida allí. La puesta en marcha de esta nueva movilización de migrantes se da horas antes que una delegación de Estados Unidos, encabezada por Antony Blinken, se reúna con autoridades mexicanas para abordar el tema de la crisis migratoria que afecta a la región.

Por su parte, y según se desprende de los datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense, alrededor de 50 mil inmigrantes no autorizados cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos durante la semana anterior; todo un récord que ha agotado recursos federales y locales tanto en ciudades pequeñas en los estados de California y Arizona como en Nueva York, Chicago y Denver, ciudades donde terminan hacinados los migrantes.

'Están trayendo miles de inmigrantes en autobuses y los tiran en las ciudades para que estas los absorban. Eso lo único que logra es crear una crisis humanitaria', comenta el abogado Silverio Coy, especialista en migraciones.

Conversaciones trabadas

Altos funcionarios de la Administración estadounidense viajarán a México en los próximos días para reunirse con el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, para analizar la situación fronteriza. Biden y su par mexicano convinieron, durante una llamada telefónica que sostuvieron el jueves pasado, que es necesaria una mayor vigilancia en la frontera entre sus países. Sin embargo, detrás de esas declaraciones hay un interés supremo: la resolución de la cuestión fronteriza es necesaria para la Administración estadounidense a fin de alcanzar un acuerdo con los republicanos del Congreso, que vinculan la protección de las fronteras a la asignación de fondos adicionales a Ucrania. Durante semanas, la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes han estado estancados en discusiones sobre un paquete que incluye más de 61 mil millones de dólares para Ucrania. El ala republicana exige que el proyecto y sus fondos estén vinculados a una política más dura de seguridad fronteriza e inmigración.  Anteriormente, Kirby afirmó que Biden "está dispuesto a llegar a compromisos" con el Congreso para mantener la ayuda a Kiev. De allí el interés por reunirse con las autoridades mexicanas.

Uno de los protagonistas de esta discusión es el senador republicano Lindsey Graham, quien acusó a la Administración de Joe Biden de "arrasar la frontera" y, por lo tanto, poner en peligro al territorio estadounidense ante un posible ataque yihadista. En una entrevista emitida recientemente en el programa 'Meet the press' de la NBC, el representante del estado de Carolina del Norte enfatizó que es muy importante llegar a un acuerdo en el Congreso sobre la cuestión fronteriza, ya que el límite territorial "ha sido arrasado desde enero de 2021". "Las decisiones políticas de la Administración de Biden han hecho de la frontera un lugar peligroso", enfatizó el legislador, y remarcó: "nunca he estado más preocupado por otro 11 de septiembre como ahora", destacando que Estados Unidos está en peligro desde el 7 de octubre, fecha del inicio de la guerra palestino-israelí, debido a que 'grupos yihadistas quieren atacar nuestro territorio por el apoyo de la Casa Blanca a Israel' dijo, citando reportes del FBI.

Aunque parezca insólito, la suerte de los migrantes depende de semejantes entramados geopolíticos. Como si no tuvieran ya una enorme carga de desgracia encima por haber nacido en territorios plagados de hambre y violencia.

Tema de campaña

En agosto de este año, el portal de noticias AXIOS filtró el posible plan migratorio de Donald Trump en caso de regresar a la Casa Blanca. El propio medio lo califica como: "un plan anti migratorio sin precedentes", entre otras cuestiones porque volverá a la carga con el muro fronterizo. El plan también tiene contemplado endurecer las solicitudes de acceso a Estados Unidos, la deportación exprés para miembros de pandillas y declarar a los carteles como "terribles combatientes ilegales". En este sentido, Luis García Villagrán, activista de los derechos de los inmigrantes, dijo que estos no tienen que convertirse en una moneda de cambio en la campaña presidencial de Estados Unidos. "No nos detendrán, seguiremos caminando", comentó.

La solución dura

Otros actores fundamentales en esta problemática son los gobernadores regionales. Hacia mediados de este mes, Katie Hobbs, gobernadora del estado de Arizona, firmó una orden ejecutiva para desplegar la Guardia Nacional del estado en la frontera con México para -dijo- 'mitigar el impacto de una crisis humanitaria derivada de la inacción del Gobierno federal, encabezado por el presidente Joe Biden'.

Esta medida se corresponde con el ánimo de millones de estadounidenses que a esta altura se preguntan qué hace su gobierno sosteniendo la ayuda a Ucrania y ahora además a Israel cuando no puede resolver una problemática local, de larga data, y que durante este año que termina se agudizó notablemente. Mientras, los caminantes, siguen su andar, sin saber muy bien con qué se encontrarán en el próximo metro de travesía, conscientes de que lo único que les queda en esta vida es caminar.