ONU, Q.E.P.D.

Por Gustavo Porfiri

Durante la última Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas quedó demostrado de manera irrefutable la inutilidad de este organismo para solucionar los principales problemas que afronta la humanidad. Tanto es así que mientras los representantes de las naciones se expresaban en favor de alcanzar la paz en el mundo, el primer ministro sionista, Benjamín Netanyahu, ordenó bombardear un barrio de la capital libanesa dejando varios civiles muertos. 

'¿Para qué sirve entonces la civilización? ¿Para qué sirve la conciencia del hombre? ¿Para qué sirven las Naciones Unidas? ¿Para qué sirve el mundo?' Estas preguntas las hacía, el 12 de octubre de 1979, ante la misma ONU, el entonces presidente de Cuba, el comandante Fidel Castro, refiriéndose a los graves problemas mundiales de aquella época. Han pasado cuarenta y cinco años y la pregunta sigue sin respuesta: ¿Para qué sirven las Naciones Unidas? Hoy podemos afirmar que para absolutamente nada. Recientemente se celebró el 79º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, Estados Unidos y lo que pasó allí no deja dudas. 

El gonocidio no para

"La humanidad se quiebra en Gaza ante la inacción de la comunidad internacional. Más del setenta por ciento de las víctimas de esta guerra son niños, niñas y mujeres. Más del ochenta y cinco por ciento de los civiles han tenido que abandonar sus hogares. La mayoría de la población carece de acceso a alimentos, agua y electricidad", declaró la ministra de Asuntos Exteriores de México, Alicia Bárcena, en alusión al genocidio que el régimen sionista israelí lleva adelante contra el pueblo palestino. "El panorama de la seguridad mundial, amigas y amigos, está experimentando una profunda transformación. Nos alarman las crecientes y diversas amenazas a la paz y seguridad internacionales", continuó Bárcena. "En particular, las violaciones de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y los crecientes riesgos de una guerra nuclear, la mayor amenaza a la que se ha enfrentado nunca la humanidad", añadió la diplomática.

La paz y la seguridad internacional sigue siendo un desafío que la ONU es incapaz de resolver. Hace cuarenta y cinco años, Fidel expresaba: 'El ruido de las armas, del lenguaje amenazante, de la prepotencia en la escena internacional debe cesar. Basta ya de la ilusión de que los problemas del mundo se pueden resolver con armas nucleares. Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia. No pueden tampoco matar la justa rebeldía de los pueblos. Y, en el holocausto, morirán también los ricos, que son los que más tienen que perder en este mundo'. 

Asesinato decidido desde los pasillos de la ONU

Estaba en pleno desarrollo la Asamblea General de la ONU, cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó el ataque aéreo contra un edificio residencial en el suburbio de Dahieh, en el sur de Beirut, debajo del cual se encontraba el cuartel general del movimiento libanés Hezbolá. Allí murió su líder máximo, Hassan Nasrallah, el objetivo central del sionismo, pero también -según reportó la cadena Al Jazeera desde el lugar de los sucesos- varios edificios residenciales con familias en su interior han quedado completamente destruidos. Una vez más, el Estado terrorista de Tel Aviv se cargó la vida de civiles inocentes, entre ellos niños y niñas que residían en ese centro urbano. "El Líbano está al borde del abismo", dijo sobre el asunto el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. "Gaza es una pesadilla permanente que amenaza con arrastrar a toda la región al caos, comenzando por el Líbano", advirtió el funcionario, quien pidió un cese de hostilidades "inmediato" en el territorio palestino. Bla, bla, bla…

"Muertos y más muertos que pesan o deben pesar en la conciencia de los guerreristas, comerciantes y traficantes de guerras apocalípticas, impuestas por quienes, a sangre y fuego, arrasando seres, culturas, tierras, esclavizando, crucificando, pretenden que la vida sea a su gusto, antojo y conveniencia", aseveró el ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua, Valdrack Jaentschke, cuando le tocó hablar en el recinto de la ONU.

"Necesitamos una nueva coexistencia civilizada entre las naciones, donde prevalezcan la solidaridad, la cooperación internacional, la integración y el arreglo pacífico de controversias como alternativas a la filosofía del despojo, la guerra, al uso de la amenaza del uso de la fuerza", ha declarado el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en el mismo ámbito. 'Digamos adiós a las armas y consagrémonos civilizadamente a los problemas más agobiantes de nuestra era, esa es la responsabilidad y el deber más sagrado de todos los estadistas del mundo. Esa es, además. la premisa indispensable de la supervivencia humana', decía Fidel en 1979. No hace falta agregar una línea más. Solo resta seguir preguntando: ¿Para qué sirven las Naciones Unidas?