Oposición fragmentada

El Concejo Deliberante expuso cómo las mezquindades se imponen frente al reclamo de sentido común por parte de la sociedad. Justamente desde el viejo Cambiemos y la nueva Libertad Avanza, unos antes y otros ahora, hablaban de romper los arcaicos formatos de la política, pero a la hora de aplicar las recetas teóricas en terreno de la realidad, dejan más dudas que certezas. El primer grave error del bloque opositor mayoritario fue no haber querido reconocer que Dario Golia había obtenido un resultado tan contundente que le daba una amplia legitimidad de origen y derecho a reclamar la presidencia del Honorable Concejo Deliberante para un edil del peronismo. Fue justamente esa pulseada la que expuso, no solo las diferencias de criterios en todo el arco opositor, sino que además sobrevinieron rupturas que hablan a las claras de situaciones preexistentes donde el discurso de unidad se chocó de frente con el rol personalista que algunos dirigentes imaginan para los próximos cuatro años. A diferencia de lo que ocurrió en Juntos y en LLA, el peronismo local, encolumnado detrás del actual alcalde municipal, volvió al poder porque el ahora tres veces intendente pudo contener a todas las expresiones internas que, más allá de las ambiciones personales, entendían que ese era el camino para el retorno al poder. De aca en mas, Golia deberá seguir apelando al arte de la tolerancia y la generosidad para que ese acompañamiento electoral se traduzca en una gestión de gobierno al servicio de los vecinos de Chacabuco. Es una buena oportunidad.