Prejuicios con los servicios públicos

Se ha dicho y reiterado durante muchos años, que los vecinos reclaman de sus gobiernos locales cuestiones básicas como la limpieza de la ciudad. Está claro que con el paso del tiempo, y más allá de otras demandas esenciales como seguridad y tránsito, aparecieron nuevos derechos que merecen protección de parte del estado. De cualquier modo, se mantiene en el tiempo la idea de medir el balance de una gestión por la limpieza de la ciudad. En ese sentido, y teniendo en cuenta el exponencial crecimiento demográfico de Chacabuco, la prestación de los servicios integrales de recolección de residuos y mantenimientos de calles y caminos rurales requiere de una importante inversión en maquinarias viales. También es parte del debate público y de reproches cruzados entre peronistas y radicales, la inversión en vehículos pesados que cada uno durante su gestión ha realizado y lo que se entrega al final de un recambio de gobierno. Más allá de cifras, reales o dibujadas, lo cierto es que también este tema merece un debate serio, profundo y despojado de mezquindades. Justamente, la casi paridad de tiempo alternado en el poder en estos 40 años, debe ser sobrado motivo para que se empiece a hacer realidad el nunca logrado objetivo de las políticas públicas. Al menos, en cuestiones de servicios públicos, vale la pena buscar modelos de gestión alternativos, que permitan definir con certeza cuales son las demandas y cuál el costo integral de la respuesta.