Respetar las reglas del juego

El próximo 9 o 10 de diciembre habrá un nuevo intendente en ejercicio y también una nueva composición del Concejo Deliberante, que luego de varios años volverá a tener un tercer bloque que se integrará con dos bancas de La Libertad Avanza. En los días posteriores a las elecciones generales del 22 de octubre, el actual intendente Victor Aiola se ocupó de acelerar las tareas administrativas que permitan el traspaso de mando en las condiciones más ordenadas posibles. Mientras tanto, Darío Golía, que fue electo por tercera vez para ocupar el principal despacho público de la ciudad, silenciosamente arma su nuevo gabinete y define las primeras medidas de gobierno que impulsará a partir de su asunción. Por su parte, los concejales de la futura oposición ponen toda la energía en definir quién se quedará con la presidencia del cuerpo deliberativo teniendo en cuenta que a ninguno de los tres bloques les alcanzan sus propios votos para asegurarse ese lugar. En el caso de La Libertad Avanza, van por una pretensión máxima, que es imponer a su concejal electa Claudia Sosa, aunque saben que es una partida muy difícil. La mayor conflictividad se da dentro del espacio de Juntos, que luego de sufrir una tremenda derrota, buscan posicionamientos para intentar construir un nuevo liderazgo que deje atrás la centralidad del actual jefe comunal. Lo cierto es que todas estas especulaciones respecto a la pelea por la presidencia del HCD, chocan de frente con las pretensiones de Aiola, quien espera terminar su mandato y volver al llano, por ahora, dentro de un contexto de armonía y convivencia política con el nuevo alcalde de la ciudad. Para eso deberá poner de manifiesto que esa vocación esté acompañada de la posibilidad de lograr consensos básicos dentro de su espacio. Aiola, y también el senador Marcelo Daletto, coinciden en respetar la voluntad mayoritaria del pueblo y en ese entendimiento permitir que el cuerpo deliberativo sea presidido por un integrante de Unión por la Patria. De la resolución de esta cuestión, que preocupa más a los perdedores que a los mismos ganadores, dependerá el reordenamiento político futuro de la oposición y la posibilidad de que Víctor Aiola sea realmente considerado un interlocutor válido para el nuevo gobierno. En todos los casos, y a pesar de que muchos se hacen los rulos, el final de esta historia se terminará de escribir luego de la última cita electoral del 2023 que se disputará el próximo 19 de noviembre.