Se desploma el consumo

El panorama económico nacional muestra nubes cada vez más negras sobre el comercio y los ingresos de las familias. Esta realidad, sin duda, se siente también en nuestra Chacabuco.  Los datos reflejan un notorio retroceso en el gasto de los hogares. Vivimos un período de ajuste donde la prudencia y la escasez se instalaron en el ánimo del consumidor. El tradicional 'carro' de las compras se redujo a lo estrictamente necesario. Las grandes compras espaciadas ceden terreno a la compra más chica y frecuente, ajustada al día a día y a la certeza del ingreso más próximo. El valor del ticket promedio se reduce, y la cantidad de productos que lo componen también, un indicio de que se prioriza la subsistencia sobre cualquier otra cosa. El sector minorista, columna vertebral de la economía local, acusa el golpe de. Las ventas de los pequeños y medianos comercios acumulan varios meses de caída, marcando una fragilidad que se siente desde hace tiempo. El recorte del gasto impacta con particular fuerza en rubros no esenciales como ropa, decoración y artículos para el hogar. Las señales de esta crisis de consumo se ven en las calles: el cierre de negocios, especialmente en rubros de cercanía. En el último año, cerraron 80 mil kioscos en todo el país. Es una muestra dolorosa de cómo la falta de movimiento en la caja diaria golpea la continuidad de la actividad. Es necesario trazar un horizonte que devuelva certeza e ingresos a las familias. La recuperación del consumo es la reactivación de un círculo virtuoso que mantiene vivos los comercios y las fuentes de empleo en Chacabuco y en toda la Argentina.