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Se fue una indispensable

23/01/2024
Se fue una indispensable

CONTRATAPA | Por Gustavo Porfiri

Este lunes, en el Salón de la Constitución del Congreso de Colombia, comenzó el homenaje en cuerpo presente a la senadora Piedad Córdoba, quien falleció el sábado pasado. Pueblos y líderes de América y el mundo se pronuncian para despedir a una militante inclaudicable por la paz en su tierra y por la emancipación de los pueblos de este barrio. 

La senadora colombiana Piedad Córdoba, de la coalición Pacto Histórico, ha fallecido durante la tarde de este sábado, a la edad de 68 años, en la ciudad de Medellín, donde había nacido el 25 de enero de 1955. De profesión abogada, inició su carrera en la política como subcontralora municipal de dicha urbe para, posteriormente, desempeñarse como secretaria general, cuando el liberal William Jaramillo era alcalde. En 1988 fue edil y un año más tarde concejal, mientras que en 1991 ganó un escaño en el Congreso colombiano. Tres años después llegó al Senado como heredera política de Jaramillo y fue reelegida cuatro veces seguidas. Ya en 2003, fue elegida codirectora y luego presidenta del Partido Liberal.

Pese a ser opositora del entonces presidente Álvaro Uribe, en 2007 hicieron las paces y la política se convirtió en facilitadora del acuerdo humanitario de las FARC. En 2010, Córdoba fue acusada por el procurador de la república, Alejandro Ordóñez, de extralimitarse en sus labores de mediadora en las negociaciones entre el Gobierno colombiano y las FARC. Por estos señalamientos, fue inhabilitada para ejercer cargos públicos durante 18 años. No obstante, seis años después el Consejo de Estado revocó la sanción disciplinaria que pesaba en su contra, por lo que en 2018 fue elegida como senadora por el partido Colombia Humana y, ya en 2022, se sumó a la lista del Pacto Histórico que llevó a Gustavo Petro a la presidencia de Colombia.

Precisamente, el primer mandatario hizo referencia recientemente a ese suceso, sosteniendo que un "procurador fascista" la expulsó del Senado y se burló de sus votantes. "Quise resarcir el daño y ayudé a que fuera parte de la lista del Pacto Histórico, sentí que lo merecía. Como congresista la conocí y como senadora murió. Una verdadera liberal ha muerto", afirmó Petro, quien la definió como "una mujer golpeada por una época y una sociedad. Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática".

Dos contras: mujer y negra

'La ONU señaló que ser mujer en América Latina es altamente arriesgado. Es decir, por el solo hecho de ser mujer, hay riesgo. A eso agréguele ser mujer afro, política y estar comprometida con la paz y con los derechos humanos en un país en el que hablar de esos temas es ir en contra la corriente. De tal forma que decir que ha sido difícil, es quedarme corta en la descripción', aseguraba Piedad Córdoba.

En el mismo sentido se expresó el politólogo argentino Atilio Borón, quien manifestó: 'Su negritud, sus luchas por las mejores causas de la emancipación integral de los pueblos y su condición de mujer, potenciaron hasta el infinito el odio que le dirigió la oligarquía colombiana'. 

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, también habló de la legisladora fallecida en la misma sintonía: "con la perseverancia y el arrojo que siempre la caracterizaron, Piedad se sobrepuso heróicamente, una y otra vez, a innumerables obstáculos y adversidades, incluyendo atentados contra su vida y la de sus colaboradores, todo ello acompañado de una feroz y permanente campaña de odio por parte de la oligarquía colombiana". 

Secuestro

En mayo de 1999, Córdoba fue secuestrada por el grupo criminal conocido como 'La Terraza' y trasladada a un campamento de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una organización paramilitar, terrorista y narcotraficante que operó en la nación sudamericana entre 1997 y 2006. Las AUC fueron creadas, en parte, para combatir a las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Al ser liberada del cautiverio, debió exiliarse junto con su familia en Canadá. De regreso a su país, se convirtió en líder del movimiento Poder Ciudadano, fundado en 2005 al interior del Partido Liberal que ella integraba.

Querida por todo el continente

Córdoba fue una amiga cercana del Gobierno Bolivariano de Venezuela, y antes aún, del comandante Hugo Chávez. Asimismo, tuvo una entrañable cercanía con la Revolución Cubana y el comandante en jefe Fidel Castro Ruz. Su condición de militante de la Patria Grande la acercó a los procesos liderados en Sudamérica por Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, y a todos los líderes de los movimientos de liberación nacional de Latinoamérica y el Caribe.

Nuevamente Borón nos pinta su conexión con los pueblos que habitan al sur del Río Bravo: 'La recuerdo en uno de sus viajes a la Argentina, cuando me tocó llevarla a una serie de reuniones en el centro de Buenos Aires. En una ocasión nos fuimos caminando por la avenida Corrientes y fue impresionante la cantidad de gente que la paraba a cada paso para sacarse una foto con ella, felicitarla, darle su aliento. Varios choferes de colectivos hicieron sonar sus bocinas y le hacían un ademán amistoso, y desde los automóviles se oían voces de apoyo. Recuerdo una: '¡no te mueras nunca, Piedad, nunca. Te necesitamos!' Era una escena que amigos comunes me decían que se repetía en Ciudad de México, Lima y La Paz, por donde fuera que Piedad paseara su imponente y bella figura, su elegancia, su amable sonrisa, su mirada a la vez dulce y acerada cuando se involucraba en un debate o recordaba las tropelías a que a diario la sometía el uribismo y sus secuaces en su amada Medellín'.

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