Trigo récord

La primera proyección de la cosecha de trigo 2025/26 en Argentina marca un hito: 23 millones de toneladas, un volumen que igualaría el récord histórico. El fenómeno se debe a un año climático extraordinario, con una recuperación hídrica inédita que llevó al cereal a un estado inmejorable en la mayor parte del territorio nacional. Sin embargo, en el corazón triguero de la provincia de Buenos Aires, la euforia convive con una cruda realidad: la contracara de la gran reserva hídrica es el exceso de lluvias. Mientras el potencial productivo es enorme -con rendimientos estimados de 39,7 qq/ha-, más de 210.000 hectáreas ya se reportan como afectadas o perdidas por anegamientos, principalmente en el centro-norte provincial. En el noroeste de Buenos Aires, la situación es difícil. El exceso de agua se transformó en un verdugo para los lotes bajos. Los anegamientos costaron a los productores pérdidas significativas, con reportes de hasta un 50% de la superficie triguera comprometida en zonas cercanas al Salado. Es el dilema de esta campaña: el agua que generó el récord es la misma que castiga nuestros campos bajos. Pese a este dilema regional, la magnitud de la cosecha total tiene un gran impacto en la macroeconomía. Con un saldo exportable estimado en 13 millones de toneladas, el trigo se perfila como un generador clave de divisas. Esta inyección de dólares es vital para fortalecer las reservas nacionales. Será fundamental que el Gobierno sepa aprovechar estas divisas para robustecer al Banco Central y que no se fuguen de forma dramática, como viene ocurriendo en los últimos meses.
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