Viernes . 30 Mayo . 2025

Escucha en Vivo:

Una ciudad de bicicletas

15/01/2024
Una ciudad de bicicletas

Contratapa / Por Manuel Barrientos

 

Los pibes quieren su propia bicicleta porque les da independencia, les da la libertad de andar, en cambio el triciclo es una cosa lerda, me dijo don Julio Mazzocco hace 25 años, mientras su nieto más chico nos rodeaba a toda velocidad con una bici sin rueditas. 

Chacabuco era y, tal vez, es una ciudad de bicicletas. De personas que salen a la madrugada o por las noches rumbo al trabajo y de pibas y pibes que van a la escuela sobre ruedas; de carteros y canillitas que reparten las noticias, incluso las de este diario, mientras ejercen el arte del pedal. También fue cuna de grandes ciclistas y sede de vueltas y doble vueltas reconocidas en todo el país. Si hasta el cacofónico nombre que nos designa hoy es una marca de circulación nacional que se asocia a la imagen de una bicicleta, en homenaje a Lolo Falasco, que recorría hace ochenta años estas calles vendiendo vino elaborado con pasión y trabajo arduo. 

Quiero una bici que me lleve a todos lados, cantaban Shakira y Carlos Vives en un tema que algunos veranos atrás se escuchaba hasta el cansancio. También Freddy Mercury compuso la canción 'Biclycle' después de observar, en medio de una gira, unas pruebas del tour de Francia en Niza. I want to ride my bicycle bicycle bicycle. El cartero de Neruda, que creó el chileno Antonio Skármeta y a quien después le puso el cuerpo Massimo Troisi, también andaba de acá para allá repartiendo correspondencia y mensajes de amor. Mempo Giardinelli soñó una revolución en bicicleta. Y hay un disco de Serú Girán que se llama así porque Charly García quería darle ese nombre a la banda, no tuvo quórum, pero insistió y algo designó. Un amigo forma parte de un grupo de ciclistas que hace turismo rural y cuya denominación parafrasea otro tema de García: Fantasmas del Pedal.

La película animada Las trillizas de Belleville narra el secuestro de un ciclista en medio del Tour de Francia. En los ochenta, admirábamos a los personajes de la saga de Los bicivoladores. Steven Spielberg nos maravilló con una bici que remontaba vuelo en una noche de luna llena en ET. Y el francés François Truffaut, en El último metro, relata la historia de un grupo de teatro que prepara una obra en plena ocupación nazi, mientras su director de origen judío da órdenes en forma clandestina desde un sótano. Ante los cortes de electricidad, un par de técnicos le dan a los pedales para lograr iluminar la escena.

En bici iba, cuando era adolescente, al Taller de Apreciación Cinematográfica que nos regalaba Carlitos Bettoli en la Casa de la Cultura. Allí vimos Ladrones de bicicletas, el clásico dirigido por Vittorio de Sica, en el que la posesión de un artefacto de dos ruedas es fundamental para salir del desempleo.

Frente a la Casa de la Cultura, cruzando la calle Moreno, está el periódico De Hoy, donde aprendí el oficio de picar cables mientras miraba de reojo a don Osvaldo Rodrigo. Una tarde de verano me robé la bici de mi hermana para llegar temprano al diario. La dejé sin atar y se la llevaron. El ladrón que le había robado a un ladrón, se fue, en esa bici de andar liviano, consciente o no, de que portaba cien años de perdón.

Mis viejos la habían comprado en la bicicletería de don Julio Mazzocco, uno de los nombres que más se asocian al ciclismo en la historia de nuestra ciudad. Su padre era de Bérgamo y le contaba que de chico había corrido en tierras italianas. A los trece le regaló a Julio su primera bici, que arrancó a pedalear y nunca paró. El 8 de octubre de 1938, fundó su segunda bicicletería y ese mismo día tuvo su primer cliente: Lito Marino. Después se fueron sumando a la barra Hugo van der Wedden, Jorge Ortega, Pepe Suárez, Chocho Pugliese, el sastre López, Chazarreta, Sisto… Hasta que cada pibe y cada piba de nuestra ciudad llegó a pedir, en su carta a Papá Noel o los Reyes Magos, una bici con el apellido Mazzocco estampado en el cuadro. 

Allá por julio de 1999 le hice a don Julio una torpe pregunta: 

-¿Qué satisfacciones le dio la bicicletería? 

-Vivir. Y crear una familia. Y los amigos. Lo principal, ¿no?

feature-top