Una fecha mariana especial

Este viernes feriado se celebró el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Es una de las fiestas marianas más importantes de la Iglesia Católica. La doctrina señala que María, la madre de Jesús, nació libre de pecados. El cura párroco Darío Kling nos contó detalles de esta celebración.

El padre Darío recibió a Chacabuco este jueves, en el patio conjunto a la sacristía del templo San Isidro Labrador, minutos antes de oficiar la misa de las 20:00. 'Es el Día de la Inmaculada Concepción de María, que es la Virgen, la madre de Jesús. Es la Señora que nosotros queremos y veneramos, y la tenemos cerca porque nos entrega siempre al Hijo. Es la que lo da a luz, es lo que vamos a celebrar en el Misterio de la Navidad', explica el sacerdote, y añade: 'la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de María, y eso quiere decir que María fue concebida en el seno de su Madre, Santa Ana, sin la mancha del pecado original'. Sobre este punto, el padre Darío aclara: 'Todos los seres humanos, por contagio podríamos decir, para que se entienda fácil, desde Adán y Eva, es decir desde nuestros primeros padres, traemos la mancha del pecado original en nuestra condición, en nuestra naturaleza. Eso es lo que viene a salvar Jesús, a lavar y a redimir: nos rescata de la mancha del pecado original y nos perdona también. Él paga por todos nuestros pecados. Pero María, en atención a los méritos de Cristo, que es su hijo, es preservada. Porque Jesús tiene que tomar carne de sus entrañas, tiene que tomar naturaleza humana de su naturaleza humana. Y Jesús no puede tener la naturaleza humana con el pecado original, entonces a María la protegen de antemano, en previsión a Jesucristo, la protegen y por eso es Inmaculada, sin mancha'. 

Acerca de esta festividad mariana, el padre dice: 'es una fiesta hermosísima, la tradición de la Iglesia desde el siglo sexto, o séptimo, la celebra a María como la Inmaculada. Después, en el siglo XIX, el Papa Pío Nono lo pone como dogma de la fe, como contenido fundamental: que María es concebida en el vientre de su madre sin la mancha del pecado original'.

Del relato del sacerdote se desprende que la llegada de Jesús al mundo no resultó algo espontáneo, sino que fue parte de un plan. Consultado sobre esto, el cura responde: 'Claro, es el plan de salvación. Hoy precisamente (por el jueves), la primera lectura de este día, es el pecado de Adán y Eva, y ese diálogo de Dios con Adán, con Eva, y con la serpiente. Y ahí ya, en el inicio, Dios promete: ´uno de la descendencia de la mujer te aplastará la cabeza', le dice al demonio, simbolizado en la serpiente. Es el nacido del linaje de la mujer, Jesucristo, que aplasta la cabeza de la serpiente con su muerte y resurrección, es decir, aplasta la cabeza del mal que nos lleva a la muerte'. En el mismo sentido, el cura continúa explicando: 'está en el plan de Dios la salvación, desde el inicio, y esto apunta a María que va a dar a luz a Jesús, que será el que aplaste la cabeza de la serpiente'.

Tiempo de nacimiento

A pocos días de celebrarse una nueva Navidad, el padre Darío nos dice: 'El que nace es Dios con nosotros, ese niño es Dios. Cuando nosotros decimos: ´Dios Todopoderoso´, trascendente, misterioso, bueno, se hace bebé, se hace pequeño, y es un gran llamado a la confianza, a acercarse con alegría a ese niño que nace y a dejarnos también llenar de su luz, ¿no?' Y agrega: 'En una de las lecturas de Isaías, dice: 'El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz' y entonces esa gran luz es Jesucristo, que nace en medio de la oscuridad de la noche de Belén, y en medio de la sencillez, de la humildad, de la pobreza del pesebre. Cuántas connotaciones actuales puede llegar a tener… La pobreza, la noche, la incertidumbre, el miedo. Pero la luz de Belén, trae paz, gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres… Ese va a ser el canto de la Navidad y creo que tiene que ser para nosotros un gran encuentro en la esperanza, en la confianza, en la alegría y en la paz que trae Jesús. Acercándonos a Jesús encontramos paz; sin él nuestros proyectos se desvanecen pronto'.

Finalmente, y sobre el redoble de las campanas que marcan el momento de iniciar el oficio religioso, amablemente, el sacerdote nos deja un mensaje: 'rezo por la comunidad de Chacabuco, lo pongo en el altar en este día y este tiempo de preparación a la Navidad. Ojalá nos preparemos todos para este Niño que llega y le abramos el corazón. Pongamos en él la confianza'.