Viviendas

El ex intendente Victor Aiola, transitó dos periodos de gobierno sin poder entregar la llave de una sola vivienda. Lo peor fue que al inicio de su paso por el municipio realizó un grandilocuente anuncio sobre el plan Techo Digno a través del cual prometió 272 unidades habitacionales, que luego fueron 132 y finalmente ninguna. Pero como la política debe dejar de justificarse en el pasado, es tiempo de que este nuevo gobierno ponga manos a la obra. En sus dos periodos anteriores como intendente, Dario Golia construyó centenares de casas como nadie lo hizo desde la recuperación democrática. Por supuesto que eran otros tiempos, con  un estado nacional presente. La actual argentina en nada se parece. Al frente del ejecutivo nacional hay un presidente que tomó la decisión de desfinanciar y paralizar toda la obra pública. El gobierno provincial resiste el embate del recorte de fondos además de padecer el retaceo de la coparticipación si se lo compara con lo que aporta al PBI. En este contexto no será fácil recibir fondos para obras publicas. Frente al brutal ajuste que ejecuta en tiempo record Javier Milei, una vez más hay que hablar de creatividad, imaginación y  audacia. Aunque solo sea como una primera experiencia, la actual gestión municipal se debe lanzar de manera inmediata a poner en marcha un prototipo básico de vivienda a través del sistema de autoconstrucción. Un esfuerzo conjunto entre el estado y algún vecino, que previo sorteo, pueda aportar no solo la mano de obra sino también parte de los materiales. De esa forma se podrá tener un valor/costo lo más aproximado posible a la realidad, para luego poder proyectar planes en escala más ambiciosa.