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Chacabuco en tiempos de guerras

26/10/2024
 Chacabuco en tiempos de guerras

 

Siendo Chacabuco en sus primeros años un pueblo habitado por muchos inmigrantes de origen europeo, era natural que las guerras que ocurrían en aquel continente se vivieran aquí con interés, angustia y también con fervor. Acerca de esto, el profesor Oscar Melli cuenta una anécdota ocurrida en tiempos de la guerra franco-prusiana, la cual se libró entre 1870 y 1871 y dio nacimiento al Imperio Alemán. Por esos días, señala, en fondas y pulperías, así como en las calles, se armaban reducidas tertulias de vecinos que comentaban el devenir de los acontecimientos bélicos.

'Entre los extranjeros que llegaban para poblar nuestras campañas se contaban los franceses y vasco-franceses, y si bien los alemanes eran escasos, no faltaban admiradores del poderoso Imperio Germánico, que tan destacado lugar había alcanzado en el concierto de las naciones, merced al prestigio de su ciencia, técnica e industria', escribió el historiador, que menciona un episodio de 'ribetes poco recomendables' que, en torno a la guerra, ocurrió en octubre de 1870. El hecho sucedió en la vía pública, frente al negocio de don Juan Guarnaluce, donde 'un corrillo de parroquianos comentaba animadamente los últimos acontecimientos', pero la reunión derivó 'en un inevitable enfrentamiento entre francófilos y germanófilos'.

Los cabecillas de las facciones en pugna eran Luis Lusardi y Graciano Etchesahar. Al parecer, la discusión había comenzado respetuosamente, pero 'cuando los argumentos dialécticos y las pruebas testimoniales del periodismo comenzaron a debilitarse', surgió el enfrentamiento físico.

Un parte policial referido a ese suceso describió que 'el escándalo resultó de palabras que varios individuos vertían acerca de la guerra actual de Francia y Prusia, dando lugar a que ambos individuos, Lusardi y Etchesahar, se castigasen con las manos mutuamente'.

Ambos vecinos fueron puestos a disposición del juez de Paz de ese entonces, el cual, tomando en cuenta lo flacas que se encontraban las arcas municipales, fijó como pena una sanción económica. 'Fallo y ordeno que paguen en el acto cada uno la suma de 500 pesos moneda corriente a beneficio de la Corporación Municipal', dictaminó el magistrado.

A partir de allí, los sucesos de la guerra continuaron siendo tema de debate entre vecinos, pero de manera más pacífica.

Otro conflicto bélico que sacudió a Chacabuco fue la Primera Guerra Mundial, aunque en este caso el tema trascendió las tertulias vecinales, pues en nuestra ciudad, como en otras, se pusieron en marcha acciones de solidaridad. En una reunión realizada el 31 de mayo de 1915, el consejo directivo de la Sociedad Italiana de Chacabuco realizó una declaración en la que señaló que 'Italia, cansada de la hipócrita diplomacia de los imperios centrales, y para reivindicar a las provincias irredentas, ha declarado la guerra a Austria el 23 de mayo'. Ante esto, se resolvía adherir al llamado realizado por el gobierno italiano de recolectar dinero para ayudar a las familias de los reservistas y a la Cruz Roja'.

Pero la ayuda no se limitó a juntar dinero desde aquí: el 1º de noviembre de ese mismo año partía de Chacabuco un grupo de reservistas que debía embarcarse dos días después, desde el puerto de Buenos Aires, para incorporarse al ejército itálico.

'Una emocionada columna integrada por familiares, amigos y connacionales los acompañó hasta la Estación del Ferrocarril Pacífico. Abrazos, lágrimas y agitar de pañuelos despidió a los valientes que acudían al llamado de la patria lejana, en cuyo suelo algunos descansarían para siempre, después de derramar su sangre generosa en defensa de sus derechos y su honor', escribió Melli.  

Años después, la Sociedad Italiana otorgó subsidios a excombatientes que se encontraban sin recursos. Se menciona especialmente el caso de Alfredo Sisti, que en octubre de 1924 recibió una pensión de 70 pesos luego de haber regresado de la guerra con mutilaciones.

 

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