Viernes . 30 Mayo . 2025

Escucha en Vivo:

Cuatro estancias de Chacabuco

17/08/2024
 Cuatro estancias de Chacabuco

El profesor Oscar Melli realizó en una de sus obras una descripción de algunos de los principales establecimientos agropecuarios que el partido de Chacabuco tuvo en sus orígenes. En la mayoría de los casos se trata de estancias, algunas de las cuales todavía existen.

Menciona, por ejemplo, al establecimiento La Criolla, en el que en 1866 funcionó el primer Juzgado de Paz. El primer dueño de este campo fue un vasco francés, don Juan Sintas, que allá por 1859, cuando aún acechaba el peligro de los malones, comenzó con una serie de explotaciones ganaderas y agrícolas en lo que luego sería el Cuartel III del partido. Una década después se asoció con Carlos Dihel, lo que dio lugar al nacimiento de la estancia La Criolla

El establecimiento tuvo una producción diversa, pues a las actividades agrícolas se le sumaba la ganadería bovina, ovina y caballar, a lo que luego se le agregaría un criadero de cerdos y, hacia 1901, una cremería.

En el sector norte del partido, sobre los límites con Salto, se fundó en 1890 el establecimiento La Verde, cuyo dueño era don Pascual Grisolía. Tenía más de 6.600 hectáreas, en las que se hacía ganadería y agricultura. Años después, el campo fue dividido en cuatro fracciones, la más extensa de las cuales, de 3.500 hectáreas, quedó en manos de Nicolás Grisolía. Otros miembros de la familia que también accedieron a tierras fueron Felipe Grisolía (a quien le correspondieron 1.847 has.), Luis Grisolía (1.251 has.) y Francisco Grisolía (424 has.).

La estancia La Verde contaba con un edificio principal con veinte habitaciones que disponía de avanzadas comodidades para la época, como servicio de aguas corrientes, baños y gas acetileno. Unos años antes de la Primera Guerra Mundial fueron huéspedes del establecimiento dos destacados políticos socialistas: el francés Jean Jaurés y el médico Juan B. Justo, que entre 1900 y 1903 había vivido en Junín. La familia Grisolía colaboró mucho con la localidad de Inés Indart, a través de aportes para la construcción de una comisaría, una escuela y un centro cívico, al que se denominó Villa Grisolía.

Hacia otro sector del partido, en el Cuartel II, se encontraba desde 1880 la estancia San Antonio, cuyo dueño era Rodolfo Rocha, que fue presidente de la Comisión Municipal de Chacabuco -o sea, intendente- entre 1888 y 1890. El campo tenía dos leguas cuadradas, lo que equivalía a unas 4.660 hectáreas, que en su mayor parte estaban dedicadas a la agricultura. A eso le sumaban unas 1.500 cabezas de ganado bovino de alta calidad, entre las que se contaban reproductores que obtuvieron altos premios en importantes exposiciones de ganadería.

Cuenta el profesor Melli que hacia comienzos del siglo pasado la estancia San Antonio estaba dividida en treinta potreros 'con buenos alambrados y aguadas excelentes'. Además, contaba con un casco principal de 'bella y sólida construcción' que poseía servicios de aguas corrientes y gas de alumbrado. Con los años, a la cría de ganado vacuno, ovino, porcino y equino de especies seleccionadas el establecimiento anexó la avicultura, lo cual incluía la cría de gallinas, pavos y gansos. La estancia pasó luego a manos de la familia Hearne.

Lejos de allí, en el Cuartel VII del partido, en la última década del siglo 19 se fundó la estancia El Juncal sobre campos que habían pertenecido a la sucesión del general Ángel Pacheco, que fue uno de los principales terratenientes que tuvo Chacabuco. El dueño de El Juncal era Juan Estrugamou, otro propietario de muchas tierras en toda la región. Con los años, esa estancia quedó a cargo de su hijo Fernando, que junto a su esposa, Adela Birabent, ampliaron la suntuosa residencia principal del establecimiento (foto), el cual estaba principalmente dedicado a la cría de ganado bovino y ovino.

Fernando Estrugamou es recordado por sus obras benéficas, ya que, entre otras cosas, donó los fondos para la construcción del edificio de la Escuela Nº 1, que fue la primera institución educativa de carácter público que tuvo Chacabuco. En gratitud, el colegio, que se edificó entre 1907 y 1908, recibió el nombre de su padre. Estrugamou también hizo importantes aportes para la construcción de dependencias en el Hospital Municipal Nuestra Señora del Carmen.

Había en esos tiempos en el partido muchas estancias más, las cuales se detallarán en otras entregas. 

feature-top