La palabra del Padre Darío Kling en las últimas horas del año 2024

Por Sonia Elisabeth Rubino
Se va terminando el año y ya cada segundo cuenta. Un año que no se privó de nada y entre sobresaltos y cuentas, tal vez nos olvidamos de algo muy grande más allá del arcoiris, que decide y nos protege, aún sin verlo, aún cuando nos olvidamos y pensamos que todo está mal.
Y para recordar que en la fe brilla la esperanza, que mejor que tener la palabra de quién nos inspira a seguir el camino de la comunión y la humildad.
¿Qué piensa usted de este año que fue bastante duro para todos?
'Creo que siempre caminamos con esperanza. Evidentemente ha sido un año difícil, de grandes reacomodamientos. Yo no voy a entrar en la cuestión económica pero sí tenemos a mucha gente que le ha costado mucho llevar las necesidades básicas a su hogar.
Parece como que hubiera un fin de año más esperanzado, más tranquilo podríamos decir también desde lo religioso. Sucede por ejemplo con Caritas, de nuestra parroquia. Se acompañan a más de 60 familias Ese acompañamiento fue creciendo, pero también fue creciente la solidaridad. En este tiempo de fin de año es donde se implementa la magia de lo que es compartir.
La caridad se pone en evidencia cuando se arma en el templo el arbolito junto al pesebre Y entonces en ese árbol se cuelgan unos adornos que se le entregan a las personas con productos navideños.
En poco tiempo se llenó el árbol de adornos y se llenaron también las cajas navideñas para las familias. Eso digo concretamente cuando hablo del compartir. Alcanzó muy bien y todavía hay tiempo.
Y veo que en el transcurso del año, muchísimos jóvenes se pudieron acercar a la fe con los retiros espirituales.
Son jornadas que se inspiran en la esperanza y les da un sentido de vida a muchos jóvenes que precisamente en este momento, están haciendo una misión en Carmen de Areco.
Y eso es un gran signo de esperanza. Otro signo fuerte son las celebraciones de la liturgia, de la misa, estos últimos meses y podría decir este fin de año alrededor de la Navidad, pero desde el 8 de diciembre ya se nota mucho la participación de la gente.
Ayuda mucho encontrar la paz, que puedan rezar y compartir. Los pesebres que se han hecho, todos son signos de esperanza y de que la necesidad espiritual está.'
¿Nuestro pueblo es solidario cuando más aprieta el cinturón, cuando más mal estamos?
'Y yo creo que sí, que hay sensibilidad, por supuesto que hay que promoverlo, es un remar contracorriente. La corriente, por decirlo así, es el individualismo, la corriente, por decirlo así, es el no te metas, que cada uno se arregle, pero tenemos que acompañar y sostener la fragilidad. Si nosotros abrimos el corazón a lo más frágil, ahí es cuando crecemos verdaderamente en la dignidad humana, no sólo en la fe.
Crecemos cuando somos capaces de mirar al costado, cuando somos capaces de ver la necesidad del otro. Sí, seguramente la fe nos sostiene mucho más de lo que nosotros creemos. Y nos ayuda a mirar y descubrir que estamos en las manos de Dios.
Es quien guía la historia personal y la historia del mundo, es el Señor. Por eso vino y se encarnó.. Es un Dios que se hizo humano. Y desde que se metió en nuestra historia, hace dos mil veinticinco años casi, desde que se metió en nuestra historia, en lo cotidiano, en el día a día, ahí es donde se juega la salvación y donde Dios nos alimenta con su amor '
¿Qué palabras le diría usted al pueblo, a Chacabuco para estos últimos días del año o a los primeros días del que ya vendrá ?
'Los curas siempre andamos dando consejos pero no quiero que sea un consejo, simplemente una experiencia que en primer lugar me la digo para mí. Darnos un momento para escuchar, un momento donde hagamos silencio en el sentido de despojarnos del control, nosotros que tenemos que organizar, que tenemos que correr, bajar, detenernos, despojarnos del control y saber mirar un poco más allá.
Decir bueno Señor gracias, ser agradecidos y por lo tanto humildes, el humilde puede ser agradecido. El orgulloso y el soberbio nunca agradecen porque creen que todo se les debe, entonces, darnos un momento así, para la escucha, para el silencio y para el agradecimiento, a Dios, a las personas que tenemos al lado, a las que hacen posible que seamos, que vivamos. Reconocer los servicios humildes, a veces silenciosos, que ni se conocen pero bueno que son y para referir a un momento extremo que hemos vivido hace poco, en la pandemia, esos esenciales que hoy casi nadie se acuerda de quienes eran pero les decían esenciales.
Volver un poco a ver qué es lo esencial de mi vida y qué es lo superficial. Y ojalá encaremos el 2025 así, con una mirada más puesta en lo central, no tanto en las lucecitas de colores, que a veces son lindas, pero nos distraen. Claro, no tanto en lo material, sino en la mismísima fe.
El amor también pasa por lo material, pero es lo que motiva, es lo que motiva, que podamos amar más, que podamos amar mejor, que podamos amar buscando precisamente el fruto del amor, que es la unidad, que busquemos lo que nos une, que busquemos aquello que nos hace mejores personas, que nos hace más familia, que nos hace mejor sociedad. Y de eso se trata, ¿no? De una vida en el amor que, por supuesto, los que creemos sabemos que la fuente está en el Señor, la fuente está en Dios y que viene a nosotros. Solos no podemos. pero nos tenemos que animar a abrir el corazón al amor de Dios '
¿La fe es tan importante como cada suspiro que tenemos día a día?
'Exactamente. Es la que nos mueve. La fe que se transforma también en una esperanza cierta. Nosotros caminamos porque tenemos esperanza. Desde que nos levantamos de la cama, ¿no es cierto?, o abrimos los ojos y entonces confiamos, pero la esperanza tiene que estar puesta en el cielo, la esperanza tiene que estar puesta en lo trascendente. Si la ponemos en las cosas de acá, todo esto es pasajero entonces la esperanza que no nos falla es el amor de Dios y Él nos llama para llenarnos de ese amor y ahí vamos, entonces qué bueno es que la esperanza sea la esperanza en el Señor'
¿Reconocer que somos ricos a pesar de que no tenemos mucha plata en el bolsillo?
'Sí, sí, sí. Dice una oración de la misa que Dios siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. Cuando nosotros miramos el pesebre, y sí, es una pobreza. Pero es lo que nos enriquece. porque ahí está Dios Todopoderoso y bueno, ese misterio lindo que lo tenemos que contemplar, que lo tenemos que escuchar, que lo tenemos que ver con la fe nos ayuda también a encontrar el sentido de la propia vida'
Padre, ojalá que esto nos ayude a todos porque es tan importante no solamente en esta época del año sino todo el año.
'En realidad todos los días para alguien termina el mundo y todos los días nace. Cada día. Lo que no puede ser es generar más angustia. Ya tenemos suficiente. Que lo aprovechemos para parar un poquito y sin angustias reconocer que no tenemos el control. Entonces, Señor, gracias. Señor, gracias por tu amor. Y Dios no es que tenga el control. Tiene el amor para compartirlo con nosotros.'
Gracias, de esa forma uno lleva su palabra a muchas personas que por ahí no lo ven.. O como usted dijo, se preocupa más por las luces de colores, el regalo, o lo que sea, cuando el regalo está en la vida misma .
'Exactamente, el regalo está en la vida, está en la enfermedad que se cura, está en las personas que se levantan de la cama, y bueno eso pasa todos los días del año no solamente ahora.
Para darse cuenta de eso hay que ser humilde y bueno, eso es un ejercicio que nos cuesta a todos pero que tenemos que hacerlo.
iHay que tener un poquito de paciencia y darse!"
Le deseo Padre que tenga un Feliz Año Nuevo, yo sé que usted está al lado del mejor pero que estas palabras lleguen y esto es para compartirlo, es una buena noticia que hay que compartir!
¡Gracias Padre Darío!
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