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"Me salvé por número bajo"

15/09/2024
 "Me salvé por número bajo"

 

Por Sonia Elisabeth Rubino

No todo el universo masculino al cumplir 18 años podía gritar esa frase al escuchar el sorteo para ingresar o no al servicio militar obligatorio.

Pero hoy hablamos de quienes la última bolilla les hizo una pirueta y no salieron favorecidos con el premio mayor.

¡Allá fueron en busca de su destino. ¡Con tristeza y con orgullo!

Con mocos de mamá o algún amor adolescente que quedaba esperando mientras ellos estaban bajo bandera.

Y por ahí se cae el amor a la patria y se lucra con la suerte.

O también el corazón se inflama de satisfacción a pesar de lo que significa estar un año lejos de sus seres queridos.

Y cuando ya las cartas están echadas hay que poner y de manera literal, el pecho a las balas.

Pero para poner en contexto de qué hablamos es necesario hacer un poco de historia.

Para los más jóvenes que ni saben de qué se trata y también para aquellos que peinan canas y les hace un cosquilleo recordar lo bueno y lo no tanto de esa época no tan lejana.

'El Servicio Militar Obligatorio fue instituido en el país en el año 1901, con la sanción de la Ley Nº 4031 (conocida como Ley Riccheri) durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca.

 En 1994, la desaparición y muerte del soldado Omar Carrasco, hallado víctima de torturas, en el Grupo de Artillería 161 de Zapala, provocaron serias críticas a la institución, que conducirán al Presidente Carlos Menem a suprimir la obligatoriedad del sistema' Google

Daniel Armando Zanotti, gran amigo y vecino de Chacabuco es clase 1959. Fue uno de los que sacó un número alto, es decir que tuvo que ponerse a disposición del ejército y hoy a 46 años nos cuenta su paso por ese período de la vida que deja recuerdos imborrables a través del tiempo y desconocida para muchos.

¿Cómo fue comenzar ese camino?

'Se esperaba el sorteo que se hacía cada año  en la sede de la lotería nacional, con las voces de los niños cantores y transmitido a todo el país por radio Nacional.

Se tomaban en cuenta los tres últimos números del documento y  era un ritual esperar en familia o amigos a que digan tu número de DNI y el del sorteo. A mí me tocó el 720 que estaba en el filo de tierra y aeronáutica. De ahí fui a revisación'.

¿Dónde hiciste el servicio militar obligatorio?

'Hice la instrucción en Junín  durante tres meses. Luego vine a Chacabuco, al Tiro Federal. En esa época los tres socios más antiguos lo hacían allí y se ve que nuestros padres nos anotaron apenas nacimos. Fue la última clase que se hizo en el Tiro Federal Argentino de Chacabuco.

Mis compañeros eran Guillermo Stéfano y Rodolfo Forneris.

Seis meses después nos convocaron para ir al conflicto con Chile por el canal de Beagle. Estuvimos desde el 24 de noviembre al 5 de febrero en plena montaña, en la frontera con dicho país para defender nuestro patrimonio en una guerra que gracias a Dios y a la intervención del Cardenal Antonio Samoré no llegó a nada.

Volvimos a Junín seis meses más. En total 18 casi 19 meses de servicio militar'.

¿Cómo era hacer una guardia?

'Había que estar entre dos a cuatro horas apostado. Con sueño, frío o lo que sea, tenías que estar atento y aguantar inclusive lloviendo'.

¿Qué podía pasar si el sueño te vencía?

'Iba el cabo de guardia que andaba dando vueltas y si te veía dormido te suspendían  el franco. Dependía de cada regimiento'

Sos papá. ¿Te parece que debería volver la conscripción?

"Personalmente pienso que como está todo ahora tendría que volver. En realidad hoy día continúa pero no es obligatorio y es pago. 

De todas formas, hay diferentes opiniones encontradas al respecto.

Lo que se perdió acá, es el respeto, el respeto que se perdió totalmente, incluso hasta por la vida misma. Sé que hay muchas cosas jodidas, está todo bien, pero en el caso mío, te hablo en el año 78 de Junín, yo nunca vi nada anormal.

Fue una experiencia que deja valores para toda la vida si los sabés capturar.

Los tiempos no eran los mismos. Era y por decirlo de alguna manera, una juventud más sana'.

¿Por qué cerraron el tiro federal?

 Porque era época de subversión. Acá estaban las carabinas y algunos fusiles. Cerraron y se llevaron todo'

¿Qué actividades hacían?

'En el tiro federal teníamos que hacer todas las tareas de limpieza, pintura, lubricar y lustrar las armas. (de ahí nace el apodo "Colimba". Corre, limpia, barre) porque los chicos de la escuela secundaria que iban a rendir las condiciones de tiro los sábados y domingos, tiraban ahí y nosotros les enseñábamos'.

¿Cuáles eran esas condiciones de tiro?

'Eran un requisito necesario. No sólo había que presenciar y practicar sino también, aprobar.

Le hacíamos tirar a la silueta que había con una pistola. Y a los blancos que estaban a 50 metros con las carabinas. Los varones de la escuela de cuarto año, no podían pasar a quinto sin el certificado.

Practicaban parados, acostados y arrodillados para aprender a tirar con el fusil'.

De estar casi en tu casa, directo al sur. ¿Cómo fue esa experiencia?

"Nos llevaron a Rio Gallegos en época de verano. Oscurecía a las 11 de la noche. Y aclaraba a las 3 y media de la mañana. Había una gran diferencia hablando de esos lugares con un microclima significativo.

Nosotros nos bañamos en el río, lavamos la ropa y tomábamos agua cristalina directamente de ahí.

Pero aún siendo jóvenes e inexpertos, nos podíamos dar cuenta de la precariedad en cuestión de armas que tenía nuestro ejército argentino.

Te doy un ejemplo: Estando en el sur usábamos cañones del año 1906 y cuando nos hacían practicar con el fusil y tirábamos hacia el mar, después de cuatro o cinco repeticiones de disparos el fusil se calentaba y dejaba de funcionar. Eran los llamados FAL ( Fusil automático liviano).

Eso te da la pauta de lo obsoleto que era el equipamiento'.

¿Alguna anécdota?

'Una vez estando acá en Chacabuco, el encargado  del tiro federal de apellido Guzmán nos ordenó sacar un pino que estaba en el borde de la calle. Cuando ya habíamos socavado sus raíces, Rodolfo se subió para atar la soga en la mitad del pino. Fue en esas circunstancias cuando se derrumbó con él  arriba cruzando la avenida Miguel Gil y cortando los cables de la luz. Y nosotros decíamos: ¡Se mató Rodi! Pero salió de ahí todo raspado. La cara lastimada y no pasó a mayores. ¡Terrible susto!. Esa es una.

O sino cuando no teníamos una tarea asignada , íbamos hasta el lugar donde vivía Guzmán, (residía en una casa dentro del predio del tiro federal) que tenía más de 200 pigmeas. Entonces se armaba la guerrilla de huevos de las pobres aves. ¡Cosa de pibes!'

Este es el relato de quién estuvo bajo bandera meses cerca de su casa y un tiempo en el sur y al borde de una guerra.

Otros iban directamente a destinos muy lejanos y cuando podían viajar a sus hogares lo hacían a dedo lo que les quitaba horas junto a sus familias, amigos, novias, etc…

 

Cuando hablamos de la muerte del soldado Omar Carrasco es necesario hacer un paréntesis para contar que fue asesinado en lo que llaman "Iniciación", práctica muy común en algunas actividades y que no siempre llegan a ser fatales pero rozan la crueldad sobre todo por ser abuso de poder.

Hay muchísimas anécdotas sobre esas prácticas y no siempre se llegan a conocer. La muerte de éste jóven soldado argentino fue la prueba fehaciente de la impunidad con la que muchos cuentan a la hora de recibir a un grupo de soldados aún sin instrucciones y con todo lo que significa ser recién llegados, inexpertos, y tal vez asustados por la incertidumbre.

Se supone que son quienes se preparan para defendernos del enemigo y no para convivir con él.

Después de su muerte, desaparece la conscripción. Pero la impotencia ante la crueldad y la tortura que vivió en sus últimos momentos estando al servicio de la patria y tal vez servirla si eso era necesario, nos deja en un oscuro callejón sin salida. Ya nadie puede hacer nada por su humanidad de pibe jóven, lleno de sueños y proyectos. Quizá orgulloso de estar bajo bandera y defender sus colores hasta morir.

Hoy día muchos pibes no tienen idea de lo que era esperar en profundo silencio y atentos la voz en la radio para saltar de su silla y gritar: ¡Me salvé por número bajo!

De alguna manera esto es un pequeño homenaje a Omar Carrasco, soldado muerto durmiendo con el enemigo!

¡Gracias Daniel!

 

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