'En agosto, a la Madre Tierra hay que atenderla con lo mejor que tenemos'

El 1° de agosto, aunque los rituales se extienden durante todo el mes, en buena parte de nuestra América del Sur se homenajea a la Madre Tierra o Pachamama, esa deidad que nos da todo lo necesario para la vida en este planeta. Para saber más sobre el tema, recurrimos a la doctora en Antropología Cultural Maricel Pelegrín.
'Hoy es el día dedicado a nuestra Madre Tierra, y debería serlo en todo el mundo, porque esta deidad telúrica prehispánica, que viene desde tiempos inmemoriales, que tiene sus relatos míticos en todo el área andina, se ha multiplicado también en otros contextos', comienza explicando Pelegrín, y añade: 'Podemos decir que Pachamama es la que nos da todo lo que tenemos, todo lo que tiene que ver con la tierra, todo lo que tiene que ver con sus cultivos, con los animales, con la reproducción'.
Asimismo, la doctora asegura que este ritual tiene gran incidencia en el mundo andino 'porque el hombre necesita aliados, necesita de próximos, necesita la seguridad de saber que sus animales van a reproducirse, que la tierra le va a dar sus frutos y para eso busca las fuerzas que le pueden dar las potencias consideradas sagradas. Y el mes de agosto es el mes más indicado, porque es un mes de muchísima angustia, de mucha preocupación para el hombre de nuestro noroeste argentino, de Perú, de Bolivia. Es un mes difícil para nuestro hemisferio sur, es un mes riguroso, en el que los fríos se hacen sentir, donde los animales están muy flacos, donde se está por empezar a trabajar la tierra para ver qué va a pasar en el futuro, si va a haber buenas lluvias, si las semillas van a dar realmente sus frutos. Entonces, desde todo punto de vista, es un mes de expectativas, un mes de esperanza, y justamente necesitamos de algún modo que alguien nos ayude para que todo esto que tiene que ver con un ciclo agrario y ritual se produzca'.
Los rituales
En cuanto a la ejecución de esta práctica, Marisel afirma: 'Es necesario hacer la corpachada, que significa ´ser huésped´. En agosto, a la Madre Tierra hay que hacerla nuestra huésped. Es decir, hay que atenderla con lo mejor que nosotros tenemos, y nada mejor que ofrendarle los frutos que ella nos da, es decir: el maíz fundamentalmente, las hojas de coca, que es esa planta ritual por antonomasia del mundo de nuestros Andes, también el alcohol, o sea, todo lo que a nosotros nos gusta, todo lo que al hombre le resulta agradable, hay que ofrecérselo a la tierra, porque la tierra, dicen en los Andes, está 'hambreada', tiene hambre en agosto, tiene necesidad de comer y de saciar también su voraz apetito y su deseo de beber'.
Ampliando los conceptos, nuestra entrevistada nos dice: 'La cultura no es estática, está siempre transformándose, siempre sorprendiéndonos, entonces los rituales también se van resignificando y actualizándose en este espacio de la globalización en el que vivimos'. Enseguida explica: 'Tradicionalmente hay que hacer un hoyo en la tierra y en él, al que algunos le dicen ´pachamamero´, ritualmente y por parejas, y con mucho respeto, se va dándole de comer a la tierra. ¿Qué se le da? Fundamentalmente comidas: puede ser un locro, o puede ser una tijtincha, que es una comida ritual que se hace con todos los productos que se puedan imaginar, donde por supuesto el maíz es protagonista, y que también la debemos degustar nosotros. También están presentes esas comidas de olla suculentas, los cabritos, también se le puede dar tamales, humitas, frutas. Generalmente se dice que a la tierra se le da comida ´caima´, quiere decir desabrida, sin sal. Esa es la prescripción que nos indica la cultura. También hay que darle, por supuesto, cigarrillos, pues al hombre le gusta fumar, entonces hay que darle cigarrillos, que se ponen en el borde, justamente de ese hoyo. Y las bebidas alcohólicas también están muy presentes: generalmente se le da chicha, o alcohol directamente, o se le puede dar vino'. Pelegrín comenta que 'antes era imposible pensar que se le iba a dar una gaseosa a la Madre Tierra, sin embargo, ahora, en las últimas veces que he ido a corpachadas en agosto, también hay gaseosas presentes. También aparece la cerveza en estos últimos tiempos'.
Algo que también es importante tener en cuenta es que 'a la tierra le gustan los buenos aromas. Entonces se prepara un braserito, un tiestito generalmente de barro, en el cual se ponen distintas plantas que son muy aromáticas y muy resinosas, por lo general, y eso permanentemente tiene que estar impregnando todo ese hoyo ritual donde se le da de comer a la tierra', destaca Marisel.
La coca, protagonista central
En toda la región andina de Sudamérica, y desde tiempos ancestrales, la hoja de coca ha sido utilizada por los pueblos originarios por sus propiedades estimulantes y medicinales. Y, por supuesto, su presencia en los rituales para homenajear a la Pachamama es fundamental. 'Las hojas de coca jamás pueden faltar', explica la doctora y detalla: 'Esas hojas se dan con muchísimo respeto, con el sentido que tiene verdaderamente esta planta mágico-religiosa del mundo andino, con el coqueo, y todo lo que eso significa. También está presente la quínoa, este pseudo cereal de origen andino, porque significa abundancia, prosperidad, dinero, todo eso que todos deseamos de alguna manera'.
Finalmente, Pelegrin nos dice que este no es 'un ritual instantáneo, sino que es todo un proceso en el cual hay una comunidad que se reúne, o una familia y sus vecinos, que comparten este gesto de darle de comer a la tierra'. Y agrega: 'No solamente el primero de agosto, sino que se puede hacer en cualquier momento de agosto. En cualquier momento de este mes tan especial'.
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