'Lo mas probable es que los créditos sean un buen negocio para los bancos'
En medio de un contexto de recesión, el Gobierno impulsa la oferta de créditos a la vivienda que ajustan por inflación. Aunque en solo cuatro días ya se inscribieron más de 20 mil personas en una de las entidades para solicitar información, cualquier parámetro de actualización de la cuota en una economía tan inestable es siempre una aventura. 'Estos nuevos créditos hipotecarios corren el riesgo de que si la macro no se estabiliza pueden ser un muy buen negocio para los bancos y pésimo para la clase media que los tome', asegura el contador público Alfonso Puey entrevistado por este medio. Además, y entre otras cosas, se refiere al superávit que celebra el presidente Javier Milei, el dólar, la pérdida de valor adquisitivo, y respecto a las Leliq, que desvelaban al mandatario indica: 'como a todo, solo le cambia el nombre o color a las cosas, en lugar de emitir bonos a 28 días ahora emite bonos a períodos mayores, pero les da a los bancos un 'PUT', que es un contrato que asegura que el Banco Central le comprará nuevamente los bonos si estos caen de precio, es un riesgo latente'.
-¿Qué señales están dando los bancos con los créditos hipotecarios?
-Hay que hacer una diferenciación. Primero, en una economía a la que podemos considerar en caída o con signos de depresión, la inyección de flujos de capitales para la construcción y/o compraventa de inmuebles puede ser un estimulante para la circulación de dinero y reactivación de la economía real. Por lo que la herramienta del crédito es buena. Pero hay que discutir las condiciones de la herramienta y el contexto en el que se aplican.
Estamos hablando de créditos a largo plazo en los que los bancos cobrarán básicamente la inflación más un porcentaje que hoy ronda entre un 3,5% y 8% anual dependiendo la entidad en la que se aplique el crédito. Por lo que la pregunta es si a partir de ahora los ingresos de quienes apliquen aumentarán esos porcentajes por encima de la inflación, de lo contrario, sucederá lo mismo que con los créditos otorgados durante la gestión Cambiemos (2015-2019).
Acá radica la incapacidad de poder hacer una política de créditos hipotecarios, ¿qué parámetros utilizamos para actualizar la cuota a tan largo plazo en una economía tan inestable? No es sano para el sistema que se caigan los créditos que se han fijado en UVA pero tampoco es sostenible la no actualización y que se paguen sumas ridículamente bajas al cabo de unos años.
Estos nuevos créditos hipotecarios corren el riesgo de que si la macro no se estabiliza pueden ser un muy buen negocio para los bancos y pésimo para la clase media que los tome.
-¿El superávit que celebra el gobierno es real, es ficticio?
-Ficticio creo que no, lo que sí entiendo que hay que discutir es si es sostenible. El superávit local se logra a costa de una disminución en términos reales de erogaciones que tienen que ver con jubilaciones y pensiones, transferencias a provincias, achicamiento en todas las prestaciones de lo que ahora es la cartera de Capital Humano tanto en partidas de educación, salud y seguridad social. Al mismo tiempo, y hablando de la sostenibilidad, hoy el Impuesto País, tomó un rol preponderante dentro de la estructura de los recursos tributarios ante la caída de la actividad, y el Gobierno se comprometió con el FMI que antes de fin de año desaparece, por lo que si los gastos que mencionamos al principio empiezan a aumentar, y los recursos merman, ponen en jaque el 'superávit'.
En el frente externo, la acumulación de reservas que se viene dando, es a costa de endeudamiento, en el caso de los importadores, se les exige que le paguen a los proveedores a plazo, es una política que no está ni bien ni mal, pero va a ser sostenible en la medida en que empiecen a entrar dólares, de lo contrario esa rueda se rompe, creó que el Gobierno está en un momento clave, la liquidación del sector agropecuario.
-¿Qué pasó con las leliq que desvelaban en campaña a Milei?
Las leliq, eran bonos a 28 días que el Banco Central le daba a los Bancos, un negocio redondo para ellos, ya que tomaban plata otorgando plazos fijos a una tasa, se daban vuelta y la colocaban a una tasa mayor, era una política que había que atacar.
Pero, el Gobierno, como a todo, solo le cambia el nombre o color a las cosas. En lugar de emitir bonos a 28 días ahora emite bonos a períodos mayores, pero les da a los bancos un 'PUT', que es un contrato que asegura que el Banco Central le comprará nuevamente los bonos si estos caen de precio. La base monetaria puede haber dejado de crecer pero creció el stock de PUTS que significa un riesgo latente. Si los bancos lo piden, el banco central deberá rescatarlos con el riesgo de aumento de la base monetaria por encima de la 'heredada'.
-El gobierno también asumió asegurando que iba a levantar el cepo, ¿están las condiciones dadas?
-El Gobierno hizo bien en no abrir el cepo el primer día, las condiciones no están dadas, la macro debería mejorar mucho para eso, además hoy directamente no hay reservas en el Banco Central para una liberación del mercado cambiario. De todas formas me gustaría que nos preguntemos, ¿a costa de qué? y ¿para qué salir del cepo? Si es a costa de endeudarnos en el estado de fragilidad macroeconómica en la que se encuentra argentina hoy ¿qué se nos va a exigir?
Por otro lado, hay que preguntarse si salir del cepo es para una fuga de capitales y formación de activos externos con ganancias que se realizan en una economía monopolizada y con capitales concentrados (lo ocurrido en la gestión Cambiemos 2015-2019, donde abren el mercado cambiario y lo terminan cerrando el mismo gobierno) o si es para garantizar la circulación inteligente del capital que desea invertir en la economía real.
Creo que la discusión que tenemos que dar es la flexibilización del cepo, transparentar la discusión y la operatoria para trasladar los dólares de una economía extractivista a una industrializada, y ese proceso requiere de un estado serio.
-El dólar, ¿puede seguir planchado en mil pesos?
-La respuesta la vamos a tener en el transcurso de estas semanas, la apreciación del peso le quita competitividad a las exportaciones, estamos en épocas de cosecha donde el agro tiene capacidad de exportar y el Gobierno necesita de esos dólares, en ese marco creo que se viene un tire y afloje que nos dirá si el dólar está donde tiene que estar como dice el Gobierno o se encuentra atrasado como pensamos muchos.
-¿Cómo puede defender sus ingresos la masa de trabajadores (aún) asalariados en este contexto?
-Los trabajadores son la variable de ajuste frente a una inflación que era elevada y se descontroló de diciembre a la fecha. Ninguna recomposición le pudo hacer frente. Y hablamos del asalariado que está en blanco y que tiene un gremio que se puede sentar a discutir. La masa de trabajadores de la economía informal, donde la actividad se derrumba, difícilmente se pueda sentar a discutir de forma individual su situación.
La pregunta que uno se hace, vuelve nuevamente a la sostenibilidad de la política actual, no es que la masa de trabajadores venía bien y se le pide un esfuerzo, hace una década que su situación empeora y no se ven en el horizonte datos que refuercen la idea del rebote en 'V' del que habla el Gobierno.