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Cuando un conflicto entre radicales terminó con un muerto a tiros en el comedor del Hotel Unión

27/07/2024
Cuando un conflicto entre radicales terminó con un muerto a tiros en el comedor del Hotel Unión

La división que hubo entre radicales desde la década del 20 del siglo pasado, en la que se enfrentaban los personalistas, seguidores de Hipólito Yrigoyen, y antipersonalistas, alineados con Marcelo T. de Alvear, se manifestaron tempranamente en el Chacabuco de ese entonces y tuvieron ribetes violentos. Tan así fue que una escaramuza entre correligionarios ocurrida en el comedor del Hotel Unión finalizó con un muerto a balazos y otro herido en un brazo.

El hecho ocurrió en el mediodía del 28 de diciembre de 1922 y es desarrollado por el profesor Martín Carnaghi en su libro 'La división del radicalismo. Una mirada desde Chacabuco (1920-1928)', editado en 2008. Ese día almorzaban en el restaurante del hotel el dirigente alvearista Porto Flores y Alberto F. Lecumberry, que había sido comisionado municipal. A pocas mesas de ellos también estaban comiendo otros dos radicales: Emilio Álvarez y Horacio Cadelago. Álvarez era uno de los redactores de un periódico llamado Alem, que era publicado por gente cercana al dirigente Pablo Mases, que en ese momento cumplía funciones como director de Seguridad e Higiene del gobierno provincial.

Por esos tiempos los radicales de Chacabuco no sólo estaban enfrentados por cuestiones nacionales, sino también, y especialmente, porque a nivel local la desunión que imperaba en el partido impedía la designación, por parte del Concejo Deliberante, de un nuevo intendente, que todo indicaba que iba a ser el yrigoyenista Apolinario Tonelli. La división boina blanca estaba expresada en que un sector, el alvearista, se nucleaba en el Comité Chacabuco, mientras que los seguidores de Yrigoyen integraban el llamado Club o Comité Alem.

El caso es que, si bien en un ambiente tenso, todo era normal ese mediodía en el comedor del hotel. Cuenta Carnaghi que todo cambió cuando, al parecer, Porto Flores habría realizado un comentario despectivo hacia el periódico Alem. Eso hizo que Álvarez se levantara de su silla, como si tuviera resortes, para entablar una discusión con Flores.

Una crónica del hecho publicada en el periódico Chacabuco, tomada de una nota del diario La Razón de Buenos Aires, señaló que, luego de un breve intercambio de palabras, Álvarez 'extrajo un revólver' y le disparó a Flores 'un tiró a quemarropa que le causó una herida mortal'.

'Al ver caer herido a su compañero -agregaba el artículo-, Lecumberry se incorporó y entonces Álvarez le disparó con su arma, hiriéndolo en su brazo derecho. Luego el criminal, a la vez que retrocedía algunos pasos, descargó totalmente su revólver disparando sucesivamente contra Porto Flores y Lecumberry, que se había refugiado en el otro extremo del comedor'.

Mientras Flores falleció en el lugar, su acompañante, que había recibido tres balazos, fue trasladado a una de las habitaciones del hotel, donde se le hicieron las primeras curaciones. Álvarez, en tanto, se retiró del salón y se presentó espontáneamente en la comisaría local.

Todo indica que Flores y Lecumberry se encontraban alojados en el hotel, pues residían en Capital, aunque participaban en la política local. Álvarez, por su parte, vivía desde hacía un año en Chacabuco y era secretario del Comité Alem.

Los sucesos ocurridos en el restaurante causaron una conmoción en el escenario político y tuvieron consecuencias institucionales. De hecho, el Municipio fue intervenido por el gobierno provincial, que envió como comisionado a Juan Lozano. En tanto, le correspondió a la Corte Suprema de Justicia definir quién debía asumir como intendente. Muchos meses después dictaminó que el jefe comunal tenía que ser Tonelli, que asumió funciones el 10 de marzo de 1924. A partir de allí, la división en el radicalismo local se hizo aún más fuerte y tenía como referentes principales al escribano Fermín Rutti, por el alvearista Comité Chacabuco, y a Tonelli por el lado del yrigoyenismo.

La violencia política no era exclusividad de nuestros pagos, pues por esos tiempos, en diciembre de 1923, dos personas murieron y varias fueron heridas en Junín, durante un acto de proclamación de los candidatos del Partido Conservador.

La muerte de Porto Flores por un altercado político fue tema incómodo de conversación en años y décadas posteriores en las charlas entre radicales. En una entrevista realizada para su libro, el profesor Carnaghi transcribe expresiones del exintendente Osvaldo Rodrigo acerca de la visión que en la década del 40 el caudillo de ese entonces, Julio Echegaray, tenía sobre lo ocurrido.

'Era un tema que no podía eludirse en el Comité Alem, pero los viejos dirigentes evitaban profundizar ante nuestras preguntas. No había respuestas categóricas sobre los por qué y los quiénes. Echegaray repetía que había sido una tragedia la muerte de un dirigente tan capaz como Porto Flores, pero personalmente siempre me quedó la duda de si se refería a 'capaz' como hombre o por su formación política', expresó el exintendente.

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