Docentes: descanso y pretemporada

Por Marcelo Chata García
La mayoría de los deportistas mantienen cierto entrenamiento y disciplina alimentaria en sus vacaciones. Bajan el ritmo después de un año de competencia, pero prefieren no llegar fuera de forma a las exigencias de la pretemporada. Algo parecido hacemos los docentes, buscamos lecturas llevaderas, menos complejas, muchas de las cuales hemos separado durante el año para que no interfiera en nuestra labor, esperando contar con el tiempo para zambullirnos en ellas.
Este año las vacaciones me llevaron a Eduardo Sacheri, pero no en su rol de novelista. Ese Sacheri ya me lo he cruzado con libros como 'Ser feliz era esto' (2014); un regalo de Buttigliero, que narra la relación de un padre con su hija preadolescente. Vale decir que Cay transitaba la misma edad que la protagonista, por lo tanto la identificación emocional fue inevitable.
En cambio, 'Los días de la revolución' (2022) es el primero de una serie de textos de historia argentina del siglo XIX que Sacheri escribe en tanto profesor de historia de secundaria. Se enlazan una prosa sencilla de modestos recursos literarios con ecos de lo que deben ser sus clases –incluyendo los recursos de mapoteca-, lo que le permite presentar una acuarela de la política, la economía y la sociedad de aquella época.
Sin embargo, defraudó –finalmente para bien, aunque suene contradictorio- esa hipótesis de lectura que armamos en nuestra cabeza cuando arremetemos con un libro. Porque era de esperar de un escritor avezado en literatura que ahondara en anécdotas, situaciones, hechos y personajes que volvieran la trama apasionante y épica. Pero no.
Sacheri irrumpe una y otra vez la narrativa con dos tipos de discusiones. Uno sobre temas historiográficos, es decir, aquellas cuestiones que dificultan la comprensión científica del pasado: el juicio moral, los usos políticos, los mitos nacionales, la división maniquea de los protagonistas… Otra, cuestiones de interpretación: ¿fue la revolución de mayo el fruto de un plan programado y orquestado por sectores que sentían un sentimiento nacional oprimido por los españoles; o fue el fruto de circunstancias, acciones y decisiones de sectores sociales que se guiaban por sus intereses e iban ajustando su comprensión de los hechos y sus decisiones con las herramientas ideológicas que tenían a mano y según cómo se iban presentando los problemas del proceso revolucionario?
Sin duda, la práctica literaria le permite situarse en la percepción de personas que no cuentan con toda la información a la hora de tomar decisiones, que ignoran las consecuencias que esas decisiones van a provocar, que están atravesados por las dudas y las contradicciones. Pues esas ambivalencias también las tienen sus personajes de ficción.
Sopesar ideas es un buen plan antes de comenzar a revisar papers, artículos académicos e informes oficiales para renovar la propuesta bibliográfica de la cátedra. Estamos quienes no se nos viene bien eso de mirar el horizonte y dejar la mente en blanco. Aunque quisiéramos. Incluso cuando se trata de las costas de Reta.
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