El aumento de tarifas golpea a los comercios y puede silenciar a las radios

El aumento de la tarifa eléctrica está causando un gran impacto en todo tipo de usuarios, particularmente en comerciantes, que reciben facturas que se multiplican por 3, 4 o 5 respecto de lo que venían pagando. La gran incógnita es cuántos podrán sobrevivir este cimbronazo. Minimercados, dietéticas, cafeterías, boutiques: todos empiezan a hacer cálculos para ver cómo enfrentar a la desregulación y la motosierra. Cuatro Palabra dialogó con comerciantes locales para conocer la situación de algunos de esos casos. También el espeluznante aumento de la energía eléctrica deja a las radios locales al borde del abismo.
Las facturas aparecen debajo de la puerta y se multiplican los usuarios residenciales, comerciantes y PyMes que dejan de percibir los subsidios, y a su vez, empiezan a sentir la caída de ventas por la recesión. Cuatro Palabras consultó con propietarios de comercios de distintos rubros.
Carlos es socio propietario de una confitería-café. Hasta hace dos meses pagaba alrededor de cien mil pesos y pasó a pagar más de cuatrocientos mil. 'Es una locura, pero hay que resistir como se pueda', dice y asegura que desde hace un tiempo comenzaron a cuidarse 'muchísimo' con el consumo energético: dejar todas las luces apagadas al cerrar, utilizar lámparas bajo consumo y evitar conectar aparatos innecesarios.
Fabián tiene un minimercado, comenzó el año con facturas que oscilaban entre ciento cincuenta mil y doscientos cincuenta mil pesos; la última factura fue de $785.000. Aunque en épocas de cosecha -por la ubicación estratégica de su negocio- las ventas aumentan exponencialmente, insiste en que 'preocupa qué va a pasar en los próximos meses, son épocas duras porque notás que a la gente no le alcanza el dinero, reduce su consumo, se complica'.
La misma proporción de ajuste le llegó a la propietaria de una dietética ubicada en la Avenida Saavedra. En febrero pagaba $33.000 y la factura que vence el próximo mes es por $160.000.
'Los aumentos de la materia prima a granel no fueron como en el supermercado, de hecho hay cosas que fueron bajando semana a semana y eso nos deja en una posición complicada porque los gastos fijos subieron todos: alquiler, luz, gas', contó a este medio y agregó: 'vemos cómo trasladamos los gastos fijos a las ventas, pero también hay que ver si nuestros precios son competitivos, no lo resolvimos todavía, estamos haciendo un balance permanente de dónde estamos parados, para ver si no generamos pérdidas, algo que hace un par de meses era impensado, sobre todo porque tenemos buenos clientes y vendemos bien'.
Un tradicional local de indumentaria pagó en abril $36.500, en mayo $83.385 y en junio va a pagar $118.756. La propietaria espera con angustia las próximas facturas ante la notable caída de ventas en este rubro que no corresponde a productos de primera necesidad.
Otras tarifas reguladas por el Gobierno experimentan alzas similares. En el caso del gas se sabe que habrá un aumento del cargo fijo de hasta 1000 por ciento y las facturas podrían multiplicarse por 4 o 5.
Los aumentos en los servicios que aplicó hasta ahora el gobierno de Javier Milei hicieron pasar a la Argentina a la cabeza del ranking regional de servicios públicos más caros. El país antes se encontraba en puestos intermedios en esa medición sobre cuánto destina de su presupuesto una familia para pagar servicios esenciales. Sin embargo, la drástica reducción de subsidios y la suba de tarifas producto de la desregulación que puso en marcha la actual administración modificaron radicalmente el escenario. Ahora Argentina es el país más caro, por arriba de Chile y de Brasil, que antes lo superaban con buena distancia, y a la altura de Uruguay.
Las radios en zona de riesgo
Si a los medios de comunicación alternativos a la concentración de los grandes monopolios algo les faltaba para entrar en zona de inminente desaparición, el actual gobierno nacional está haciendo todo lo necesario para que eso ocurra. Si bien es cierto que la distribución de pauta estatal del gobierno nacional y provincial nunca tuvo en cuenta a los medios pequeños del interior, la supervivencia de los mismos era posible gracias a tarifas de energía que mal que mal podían pagarse y a los arreglos publicitarios con los comercios locales. Pero en el actual contexto de desregulación de tarifas, hoy una radio FM tiene un costo fijo, solo de electricidad e internet, que supera los $ 200.000 y a eso hay que sumar los gastos de mantenimiento de equipos que fueron impactados de manera directa por la brutal devaluación del mes de diciembre del 2023. El combo explosivo se cierra con la caída de la contratación de avisos que dan de baja los comerciantes a quienes, tal como lo señalamos en está nota, viven una situación angustiante. Vale tener en cuenta que en Chacabuco, hay unas 30 radios que de algún modo son el canal que encuentran muchos trabajadores de prensa para ganarse la vida o reforzar algún ingreso formal con la puesta al aire de programación, que a su vez cumple la noble tarea de ser parte de la oferta de democratización de la información, la cultura y el arte.
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