El maestro español que se retiró temprano de la enseñanza oficial

En su libro 'Esbozos biográficos y anecdotario chacabuquense', el profesor Oscar Melli dedica un capítulo a recordar la figura de Vicente Brines Martí, un maestro, funcionario y periodista de origen español que residió en Chacabuco desde 1889 hasta su fallecimiento, en 1941. Durante ese tiempo, trabajó en escuelas oficiales y privadas, integró el personal del Banco Provincia, formó parte de distintas instituciones y escribió en el periódico Chacabuco.
Melli menciona que, estando en España, Brines Martí inició la carrera militar, para luego viajar a la República Oriental del Uruguay, ya que se lo contrató para cumplir funciones de esa índole. Una serie de conflictos de política interna que se dieron durante esos años en el país vecino lo llevaron a cruzar el Río de la Plata para instalarse en Argentina. Así, en 1889 llegó a Chacabuco con el fin de desempeñarse como maestro. El 19 de marzo de ese año fue designado preceptor interino en la Escuela Nº 1 y al año siguiente cumplía funciones similares en la Escuela Elemental de Varones, que contaba con 154 alumnos.
Brines Martí estaba casado con doña Bibiana López, que también era maestra y comenzó a trabajar a poco de haber llegado a Chacabuco. Su primer destino fue la Escuela de Niñas Nº 2, la cual contaba entre primero y cuarto grado con 118 alumnas y, pese a su nombre, también tenía un primer grado con 26 alumnos varones.
Vicente alternaba sus tareas docentes con los artículos que escribía en el periódico Chacabuco. Varios de ellos estuvieron dedicados a rechazar la intromisión de la política en la enseñanza, lo que derivó en su alejamiento de la educación oficial. Lo mismo le sucedió a su esposa en el año 1892.
A raíz de estos sucesos, Brines Martí se dedicó a la enseñanza privada. Así es como en 1894 ya dirigía una escuela particular llamada Rivadavia, que funcionaba en la calle Rivadavia, entre Venezuela y Colombia, la cual llegó a tener un numeroso alumnado, al que se le impartía enseñanza elemental y superior. En 1895, el establecimiento, que funcionó hasta 1903, contaba con 43 alumnos varones. Las dotes del español como docente fueron exaltadas póstumamente por el bisemanario Chacabuco,que lo calificó como un 'maestro en toda la acepción del vocablo'.
Sin embargo, su desempeño en la docencia no se extendió mucho tiempo, pues luego de su experiencia con la Escuela Rivadavia ingresó a trabajar en la sucursal local del Banco Provincia, donde estuvo hasta su jubilación, en 1930.
Brines Martí sumó a sus actividades laborales una intensa participación en instituciones, sobre todo en la Sociedad Española de Socorros Mutuos, de la cual, según Melli, era una de las 'figuras consulares'. Durante muchos años integró la comisión directiva de la entidad y, de hecho, era el presidente de la Sociedad cuando, en 1918, se decidió la construcción del Prado Español. El historiador agrega que también 'tuvo una intervención descollante en el proyecto y en las obras del Cine Teatro Español, desde entonces el principal centro de espectáculos públicos de jerarquía en nuestro medio'.
Melli también resalta la veta periodística de Brines Martí, que se desplegó en las páginas del Chacabuco a través de artículos 'de encomiable factura literaria y sólida documentación' que llamaron la atención 'de los lectores cultos de su tiempo'. Según se cuenta, quedaron especialmente en la memoria una nota sobre la historia del Banco Provincia y otra dedicada a la figura del padre Próspero Ferrara y la miseria que vivió luego de su retiro.
'Después de medio siglo de vida sacerdotal, prestando señalados servicios en Mercedes, Ensenada y Chacabuco como premio a su labor asidua se le concedió un deprimente puesto subalterno', escribió en relación a lo vivido por el sacerdote luego de dejar los hábitos, cuando 'se vio reducido a una pobreza tal que ni ropa llegó a tener para salir a la calle con la decencia que correspondía a su sagrada investidura sacerdotal'.
Durante muchos años el matrimonio Brines Martí-López habitó en una amplia casona situada en la avenida Colón 178. El maestro español falleció el 13 de marzo de 1941, a los 80 años, a causa de un síncope cardíaco. En su sepelio, brindó un mensaje un vecino de apellido Estévez Casal, integrante de la Sociedad Española de Socorros Mutuos. En tanto, el periódico Chacabuco despidió a su colaborador con un artículo en el que trazó una reseña de su vida, especialmente su trayectoria en la ciudad.
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