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El primer banco que tuvo Chacabuco

08/01/2025
El primer banco que tuvo Chacabuco

 

El Banco de la Provincia de Buenos Aires inició sus actividades el 15 de enero de 1822 y su llegada a Chacabuco se produjo más de 60 años después. En efecto, la inauguración de la sucursal local, que el lunes último celebró su 140º aniversario, se produjo el 14 de abril de 1884. Hasta ese momento, las actividades bancarias en la zona se concentraban en torno a la filial que la institución tenía en Salto, la cual extendía su ámbito de trabajo a Arrecifes, Rojas, Junín, Carmen de Areco y Chacabuco.

La apertura de la sucursal en nuestra ciudad fue parte de una etapa de expansión del Banco, impulsada por el fomento a las actividades agrícolas. No obstante, el período de prosperidad no tuvo mucha duración en el tiempo, pues ya hacia 1890, y como parte de una profunda crisis social y económica general, se advertía una retracción notable en la operatoria.

El profesor Oscar Melli señala como muestra de ese deterioro que entre 1890 y 1892 los depósitos en la sucursal Chacabuco cayeron a menos de la mitad, mientras que las deudas en mora pasaron de 712 a 12.404 pesos.

La caída en la actividad prosiguió en los años siguientes, por lo que el 5 de julio de 1895 se procedió a la clausura de la filial Chacabuco del Banco Provincia. En el futuro inmediato, la ciudad sólo contaría con la operatoria de la filial del Banco de la Nación, que había sido abierta en 1892.

En la década que siguió, la entidad recuperó prestigio y amplió su campo de acción a nivel provincial y hacia 1908 surgía en nuestra ciudad un movimiento de opinión que, con el apoyo del periodismo, reclamaba la reapertura de la sucursal. La inquietud fue recogida por medios provinciales, que comentaban las gestiones iniciadas por comerciantes, hacendados y agricultores locales para lograr su objetivo.

El pedido, que coincidía con el realizado desde otras ciudades, tuvo respuesta positiva en un breve lapso, ya que a fines de ese mismo año el gobierno provincial autorizó un aumento del capital de su banco y la inmediata apertura de sucursales en pueblos de importancia. También se dispuso darle un mayor impulso al ofrecimiento de créditos, con amortizaciones mínimas, a agricultores y ganaderos.

Estas buenas noticias comenzaron a concretarse en Chacabuco en febrero de 1910, cuando se realizó una reunión entre integrantes

del directorio central del Banco, el subinspector de sucursales y un grupo de vecinos que habían sido designados como consejeros de la filial. Ellos eran Agustín Álvarez, Silvano Dalberny, Alejo Lay, Rodolfo Marini, José Fiori, Juan Hearne y Domingo Villafañe.

Además, estuvo presente Pedro Tobal, que iba a ser el gerente de la sucursal.

Los principales servicios que se ofrecían poco después de la reapertura eran los créditos hipotecarios, la administración de propiedades y la venta de pasajes a Europa. Los préstamos se hacían sobre propiedades urbanas o rurales situadas en la provincia de Buenos Aires. En lo que respecta a administración de propiedades, el Banco se encargaba de cobranzas de cuotas de solares, alquileres, hipotecas y otros conceptos, y giraba los importes a la residencia de los propietarios. En tanto, los pasajes a Europa se gestionaban a través de varias empresas de navegación, como La Veloce, Austro-Americana, Nordenscher Lloyd y Prince Line.

A la par del crecimiento que tuvo el Banco en Chacabuco comenzó a tomar impulso el proyecto de construir un edificio con las dimensiones y comodidades acordes a los servicios que se prestaban. Este anhelo ya había estado durante la primera etapa de la sucursal. De hecho, en 1889 el gerente de ese entonces había solicitado al Municipio la donación de un terreno. El pedido tuvo buen eco, pues meses después se dispuso la cesión de una fracción de 43 metros de frente por 45 de fondo situada en la misma manzana en la que se encontraba la Municipalidad. Sin

embargo, la entidad no llegó a tomar posesión del terreno, pues la sucursal fue clausurada.

En 1921, a más de una década de la reapertura, la filial comenzó a avanzar en el objetivo de contar con un edificio propio. Para ello, en marzo de ese año adquirió el amplio inmueble situado en avenida Alsina y Rivadavia, donde hasta ese momento habían funcionado la tienda La Favorita y la sombrerería Ponce de León. El proceso que terminó con la inauguración de la nueva sede fue muy lento.

Para empezar, recién en junio de 1923 comenzó a demolerse la antigua edificación. Un año después, ya estaba construida la planta baja, pero con algunos inconvenientes que demoraban el avance, pues escaseaba el granito que se utilizaba en los basamentos. 'Dentro de una inconcebible lentitud se han venido ejecutando las obras del nuevo edificio destinado a la sede de la sucursal del Banco de la Provincia', señalaba un artículo del periódico Chacabuco publicado el 31 de diciembre de 1924.

Por fin, al año siguiente, los trabajos fueron concluidos y el Banco comenzó a funcionar en su actual ubicación. La obra había sido dirigida por un arquitecto de Mercedes llamado París Gianini.

 

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