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El primer Intendente fue un francés

24/01/2024
El primer Intendente fue un francés

Integrantes de la colectividad francesa de Chacabuco reivindicaron durante décadas con orgullo que el primer intendente que tuvo el pueblo Guardia Nacional fue alguien nacido en sus tierras. Y tenían razón, porque Francisco Duberty, de él se trata, vio la luz en Francia, en el año 1825. Igualmente, la mayor parte de su vida la pasó en Argentina. En efecto, aún era muy niño cuando se produjo su llegada al país. Poco después, cuando solo tenía 7 años, sufrió una dolorosa circunstancia que marcó su carácter: la muerte de su padre.

El progenitor de Francisco, que falleció en Buenos Aires, era propietario de barcos mercantes y fueron unos amigos suyos -dueños de una acreditada casa de importaciones-, quienes cobijaron al niño y le brindaron protección y educación. También le dieron apoyo económico para que, saliendo de la adolescencia, se instalara en un campo familiar del partido de San Andrés de Giles.

Cuenta el profesor Oscar Melli que, en ese ámbito, 'el joven Duberty puso de manifiesto un singular espíritu de iniciativa y una perfecta adaptación a las costumbres típicas y a las rudas faenas campesinas propias de esa época'.

Escribió también el historiador que quien luego sería el primer intendente de Chacabuco fue 'un acabado ejemplo de europeo acriollado'. Muestra de ello son una parrilla, un mate y un mortero que solía utilizar en su estancia, llamada La Criolla, en Giles, que sus descendientes conservan hasta hoy. También era famosa, en esa zona, la pasión de Duberty por las cuadreras, en las que solía lucirse con un zaino llamado Pampa.

Su primera actuación en la función pública se dio en 1859, cuando, con 34 años, fue designado por el gobernador Valentín Alsina como juez de Paz de San Antonio de Areco. Allí estuvo durante seis años, hasta que el 14 de noviembre de 1865 fue designado juez de Paz del nuevo partido de Chacabuco.

La asunción se produjo el 7 de enero de 1866, en una sencilla ceremonia realizada en el campo La Criolla (el mismo nombre de la estancia que Duberty tenía en Giles), situado en el Cuartel IV de nuestro partido. La ceremonia fue presidida por el juez de Paz de Salto, Jacinto Fuentes.

Ya asumido, Duberty ejerció en forma paralela la presidencia de la Comisión de Obras Públicas del pueblo Guardia Nacional. Sus funciones como juez las desempeñó durante 1866 y 1867. Eran tiempos difíciles, pues los pueblos de campaña seguían expuestos a los ataques de indios, ladrones, cuatreros y bandoleros, para no hablar de los encarnizados conflictos políticos que solían generarse.

El francés llegado de Giles dejó sus funciones como juez a mediados de 1867, pues un decreto emitido el 27 de junio de ese año dispuso la constitución de la Municipalidad de Chacabuco. Poco después, el 11 de agosto, Duberty asumió como 'presidente propietario' de la Corporación, también conocida como Comisión Fundadora, la cual se abocó a los trabajos de planificación de lo que sería el pueblo Guardia Nacional, cuyo diseño estaba a cargo del agrimensor Justiniano Lynch.  

Desde ese cargo, el primer intendente se abocó a proyectar la construcción de los primeros edificios públicos. Además, en 1869, formó parte de la comisión encargada de reunir fondos para levantar lo que luego sería la iglesia San Isidro Labrador.

También le preocupaba el desarrollo de la educación, lo cual en ese tiempo era sumamente necesario, ya que el partido no contaba con ningún establecimiento. Como muestra de ello, en 1867 ofreció hacer en un campo de su propiedad una casa de ladrillos con dos habitaciones, para que funcionara una escuela. Ello incluía, con el aporte de otros vecinos, hacerse cargo del sueldo de un preceptor cuando la construcción estuviera terminada. El ofrecimiento trascendió las fronteras de Chacabuco y fue considerado por el jefe del Departamento de Escuelas bonaerense, Luis José de la Peña, como 'el único ejemplo de esta clase en toda la provincia'.

Al margen de su actividad pública, Duberty también se dedicó a la atención de sus campos. Además, en sociedad con otro vecino, don Justo Diana, en esos tiempos tuvo un almacén de ramos generales, llamado La Paloma, en el Cuartel II del partido, camino a O'Higgins.

Tras su actuación en Chacabuco, el presidente de la Comisión Fundadora regresó a San Andrés de Giles, donde se desempeñó primero como juez de Paz y luego juez de Menores.

En la faz personal, Francisco Duberty estaba casado con una cordobesa, llamada Domitila Bustos, con quien tuvo ocho hijos. Los niños cursaron sus estudios en Buenos Aires. Fue en esa ciudad donde el francés que fue el primer intendente de Chacabuco falleció en 1894, a los 69 años.

'Uno de los rasgos característicos de su personalidad fue su acrisolada honradez. Por sus manos pasaron importantes partidas de caudales públicos que administró con una rectitud tal que hizo honor a la confianza que en él habían depositado sus convecinos y el gobierno', escribió el profesor Melli al recordarlo. 

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