"¡En una sola vida se pueden vivir muchas! ¡La cuestión es ser feliz!"

Por Sonia Elisabeth Rubino
Y entonces nos visita un soplo de energía y experiencia.
Su facultad fue la calle en el mejor sentido de la palabra. La calle que enseña bien y uno va aprobando materias a través del tiempo.
Un personaje feliz y orgulloso de los caminos que le permitieron formar una gran y hermosa familia.
Locuaz, simple y muy sabio nos cuenta cómo podemos reinventarnos sin morir en el intento. Daniel Obdulio González.
¿Siempre fuiste cobrador de rifas?
'Yo siempre tuve varios trabajos. Fui metalúrgico y trabajé mucho tiempo como gastronómico. Era mozo en confiterías, restaurantes, pero como me quedaba sin trabajo y la cantina del "Cicles Club" salía a licitación, me presenté y la gané.
Ahí se hacían los alquileres por tres años. Cuando se vencían los tres años, si la comisión estaba conforme con uno, te volvían a renovar. Bueno, así que estuvimos ahí 18 años con mi señora y la ayuda de mis hijos.
Al principio de mi gestión hubo una comisión muy buena que presidía Oscar Navarro. Hubo varias. Los últimos 3 años, ya se me vencía el contrato, había comisión nueva, y me vinieron con un contrato que era muchísimo, que no se podía pagar. Se venció y yo no lo quise renovar porque no daba el presupuesto.
¿Entonces?
'Ahí empecé vendiendo rifas del hospital, de bomberos, de Alpi y después también mezclaba alguna cobranza. Tuve varias cobranzas de un taller de electricidad de automóviles.
Y de Alpi el alquiler de la ortopedia. Después tuve del club de pesca de acá, cuando cambiaron la comisión, le cobraba a los socios.
Hace un año tuve que dejar porque tuve un problema de salud en la vista, me agarró una trombosis ocular, se me obstruye la vena que manda sangre al ojo fue de un momento al otro, estábamos limpiando ahí con mi señora, y se me perdió la visión, me llevaron al hospital, me hicieron un montón de estudios, pero neurológico no era nada.
¡Es la vida!'
Después estuve trabajando un tiempito en una confitería en el centro y ya cuando me jubilé sentí que alguna actividad tenía que hacer porque no me gusta estar parado.'
¿Y qué hacían en el club?
'Atendíamos la cantina. Iba gente a jugar a las cartas, a pasar la tarde, a tomar un trago, a jugar a las bochas.
Muchas veces el parroquiano acude al bar y quiere charlar, contar y desahogarse. Yo estaba ahí y hacía de confidente entre copa y copa. Un partidito al truco, un chin chón.
Después se hizo una cancha de fútbol 5 atrás y las cosas fueron cambiando.
Yo no estaba cuando se hacían los bailes pero también los hubo.
Fue en la época de los militares cuando se llamó 'Cicles Club' pero como era un nombre inglés más tarde pasó a ser "Club Chacabuco".
Cuando ponen la terminal de colectivos, sobre Avenida Saavedra, el bar pasó a estar en calle Padre Doglia donde estaba la cancha de bochas
¿Cómo terminaste trabajando para Alpi?
'Me operaron de la columna y cuando hice la rehabilitación ahí en Alpi, tenía gente conocida y me ofrecieron el trabajo para alquilar y cobrar lo que la ortopedia ofrecía.
La gente retiraba una cama, una silla de ruedas, todo lo que sea de ortopedia. Y después cuando se vencía el mes, iba a los domicilios y cobraba. Y eso me permitía andar un poco en la calle entonces mezclaba eso con otras cobranzas. Era un trabajo y un entretenimiento.'
¿Te cambiaría la vida trabajar horas en un lugar fijo?
'Si alguna vez me hubiera tocado te la hubiera bancado. Yo también trabajé en Gribaudo y antes en unas empresas cuando se hizo la electrificación rural en Junín. También en una empresa de Buenos Aires cuando se hizo el de YPF en la ruta 7 y 188.
Ahora de grande y después del problema de la columna buscaba la forma de seguir.
Gracias a Dios andaba bien hasta que comencé con los problemas de la vista. Por una u otra causa, tengo afectado ambos ojos.
¿Te condiciona eso para tu trabajo?
'No, pero tengo que andar en la bici con mucho cuidado después de ese evento.
Cuesta porque uno ya está acostumbrado. Pero empecé a salir de a poco. Un día salí de casa para al lado de las quintas porque estuve mucho tiempo sin andar y ahí empecé.
Y ahora, como estamos los dos jubilados, gracias a Dios, nos arreglamos bien'
¿De todo lo que hiciste, Daniel, qué es lo que más te gustó, lo que disfrutaste?
'La gastronomía me gustó siempre, he trabajado en confiterías y en restaurantes, a mí me gusta más el restaurante. Era mozo en Las Tejas, después en la confitería del Club Social entre otras. El contacto con la gente exactamente, eso es muy lindo. Ahí hice muchas amistades y además soy un gallego medio charlatán.
El mozo necesita carisma, vender, es su herramienta de trabajo Y lo mismo me pasa con la cobranza.'
¿Piensas que los clubes van desapareciendo?
'Quedaron poquitos clubes o bares pero ya para la gente más joven, es otra cosa.
La gente mayor va muy poco a los bares. Antes el trabajador era el albañil, el carpintero o el empleado de horno. Terminaba de trabajar y antes de ir a la casa, pasaba por el club a tomarse una copita, a jugarse un partidito al truco, a las bochas. Y te haces medio psicólogo. En ese contexto venía la persona que tenía algún problema familiar y necesitaba charlar. A la noche empezás a rebobinar todo lo que te han contado y te das cuenta de que todos tenemos problemas.'
¿Te quedó algo por hacer?
'Y si, no hice tal cosa porque no tuve plata, no tuve tiempo. Sería bueno estar disfrutando, salir de vacaciones que antes no lo podíamos hacer porque eso es lo que tiene la gastronomía. Es muy lindo y tiene su parte porque era de lunes a lunes. No tenía un día y a veces nos perdíamos algún bautismo de un nieto o algún cumpleaños o las fiestas mismas.
Al principio no nos dejaban cerrar pero yo lo quería pasar con mi familia.'
Este fanático de Boca Juniors nos cuenta que estando al frente del bar del club le pidieron desde la hinchada boquense de Chacabuco usar las instalaciones para hacer las reuniones donde surgió la Peña de Boca local.
'Yo ya era socio de la peña cuando estaba en otro lado. Empezamos pocos y después se fue haciendo más grande y me empezaron a pedir cenas. Luego siguieron ellos la peña para viajar a ver los partidos hasta que consiguieron un lugar físico propio y empezaron a organizarse'
¿Qué actividades haces en Alpi además de cobrar?
'Después de hacer rehabilitación comencé con la gimnasia. Es necesario aclarar que Alpi se re convirtió. Cuando se crea la primera comisión era la época de la polio, creo que en la década del 40. Sus siglas lo dicen: 'Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil'
Gracias a la vacuna eso desaparece y sigue siendo una institución sin fines de lucro. Hoy en día hay kinesiología y es un centro de rehabilitación neuro motriz.'
¿Alguna otra cosa con respecto a tus trabajos?
'Me dio muchas amistades. La vida me dio una familia hermosa y saludable a pesar de todo. Tengo 75 años y una vida llena de amor y amistad. Voy por la calle y ando ¡Chau Gallego!' nos dice Daniel orgulloso.
De todo lo que viviste, ¿Qué cosa dirías esto no lo haría, iría por el otro lado?
¿Te gustaría haber hecho algo diferente?
'¡No se! Todos los trabajos tienen su pro y su contra. ¡Disconforme, nunca!
Sí, me puedo preguntar por qué no me quedé en tal lado, por qué no busqué otra cosa. nunca tuve muchas dudas. En resumen estoy muy contento, muy feliz con lo que hice.
¡Eso está bueno!
Con la gastronomía me hubiese gustado estar unos años más. ¡La extrañé mucho!
Ahora ya estoy grande, hoy día se va a seguir con las cobranzas tranquilo aunque estoy con este problema. ¡Es muy delicada la vista!
Aunque han puesto una chica en reemplazo mío, sigo perteneciendo a Alpi, porque hay grupos de gimnasia con kinesiología.
Yo de la vida la verdad estoy contento, no me quejo. Te podes quejar de las cosas diarias pero soy una persona muy feliz, no me gusta vivir la vida quejándome.'
Nacemos con un bagaje de herramientas y está en nosotros saber cómo usarlas. Y de eso se trata vivir. Sólo que no siempre tomamos las correctas o buscamos el camino.
La consigna es ser feliz sabiendo que en cada ruta nos acompaña un soplo de esperanza y para eso nos hace falta la actitud de superación, la virtud de saber mirar hacia adelante y la fe de que mañana, puede ser un gran día!
¡Gracias Daniel!
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