Fratelli tutti

OPINIÓN / Por Gustavo Porfiri
La tercera encíclica del Papa Francisco, firmada el 3 de octubre de 2020, en plena pandemia, en la ciudad de Asís, Italia, está inspirada en una de las admoniciones de San Francisco a sus primeros hermanos. El documento rescata el espíritu de fraternidad que pregonaba el santo de los siglos XII y XIII, que amaba a los pobres y predicaba a los pájaros, y es uno de los legados más potentes que dejó el Papa criollo en un mundo del que no se disipan los conflictos armados regionales y la posibilidad de una guerra total sigue muy cercana.
Por estos días, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, se dirigió a los delegados de los 193 Estados miembros para recordar la figura del Papa Francisco describiéndolo como 'un hombre de fe capaz de tender puentes entre confesiones, un defensor de los marginados, una voz de paz en un mundo marcado por las guerras'. Y recordó unas palabras pronunciadas por Francisco en la ONU en 2015, cuando el Papa había definido a la organización como un lugar representativo de la familia humana capaz de trabajar unida y en armonía 'no sólo por la paz, sino en la paz, y no sólo en la búsqueda de la justicia, sino en un espíritu de justicia'. Con la encíclica Fratelli tutti, recordó Guterres, Francisco reiteró la necesidad de una mayor justicia social e igualdad en el mundo.
Dos mundos
En el primer capítulo de su encíclica, Francisco nos advierte sobre 'Las sombras de un mundo cerrado' que 'dejan heridos al lado del camino, que son puestos fuera, desechados. Las sombras hunden a la humanidad en confusión, soledad y vacíos'. Luego nos señala: 'estamos llamados a la fraternidad universal, que es apertura. No hay ´otros´ ni ´ellos´, sólo hay ´nosotros´. Queremos con Dios y en Dios un mundo abierto (Cap. 3) sin muros, sin fronteras, sin excluidos, sin extraños'. Reforzando el concepto afirma: 'nos sabemos parte de una fraternidad universal. Somos llamados al encuentro, la solidaridad y la gratuidad'. Y para lograr ese propósito, el Papa argentino muestra el camino: 'hay que hacer la mejor política (Cap. 5). Política para el bien común y universal, política para y con el pueblo, es decir, popular, con caridad social que busca la dignidad humana y es ejecutada por hombres y mujeres con amor político que integran la economía a un proyecto social, cultural y popular'.
En cuanto al mundo cerrado, invadido por la sombras, no quedan dudas que se trata del encarnado por el Occidente imperial, que no para de apostar a las armas para imponer su modelo hegemónico sobre el resto del planeta. Sin embargo, otro modelo, en plena gestación, denominado como 'mundo multipolar' está asomando. En una entrevista del ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, con el periódico brasileño O Globo, publicada el pasado 28 de abril, el diplomático explica de qué se trata: 'El BRICS se ha fortalecido mucho más que cuando se formó en 2006. Hoy en día, se erige como un punto focal con la misión de coordinar los intereses de los países líderes de la Mayoría Global. El BRICS se adhiere plenamente a los principios de igualdad, respeto mutuo y equilibrio de intereses entre sus participantes. Rusia considera a este grupo como uno de los pilares de un mundo multipolar y un importante mecanismo para la cooperación internacional. Los BRICS suelen atraer a países que buscan alianzas equitativas para fomentar el desarrollo compartido'.
Elites fuera de la realidad
El periodista y escritor alemán Patrik Baab, entrevistado este miércoles por Glenn Diesen, nos confirma una sospecha latente: 'creo que los líderes políticos en Europa han perdido el contacto con la realidad y viven en su propia burbuja. La razón es que tenemos una nueva generación de políticos que no tienen memoria de tiempos de guerra. No entienden lo que es la guerra; la tratan como si fuera un videojuego, o algo así'. Y añade: 'Estas personas han hecho carrera vinculadas a organizaciones transatlánticas como The German Marshall Fund of the United States, Atlantik-Brücke, Young Global Leaders Community, o las fundaciones de George Soros, como la Renaissance Foundation'. 'No están bien formadas y no habrían podido hacer carrera en empresas económicas, en teatros, o en ningún otro sitio. La política es la única manera para ellos de tener una carrera sin una buena educación', remata Baab.
Precisamente esos son los personajes que hoy mismo están obstaculizando la posibilidad de parar el conflicto en Ucrania y van más allá: se ilusionan con una guerra ampliada contra Rusia, lo que pondría al mundo de cara a una confrontación nuclear de consecuencias inimaginables.
Para Francisco, la guerra: no es 'un fantasma del pasado' sino 'una amenaza constante' y representa la 'negación de todos los derechos', 'un fracaso de la política y de la humanidad', 'una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal'. Asimismo, considera que estamos viviendo 'una tercera guerra mundial en etapas', porque todos los conflictos están conectados, y dice que la eliminación total de las armas nucleares es 'un imperativo moral y humanitario'. Más bien, enfatiza, 'con el dinero invertido en armamento, debería crearse un Fondo Mundial para eliminar el hambre'.
En este 2025, Año del Jubileo, Año Santo, lo mejor que podrían hacer los señores que promueven el discurso de las armas -porque entre otras cuestiones les deja grandes dividendos- es honrar a Francisco, dedicarse a arrepentirse, pedir perdón por tanta sangre derramada injustamente y entregarse a la Justicia.
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