La primera red social

El 1° de julio de 1910 la Argentina estaba atravesada entre los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo -que incluía una fastuosa Exposición Universal- y las protestas de los movimientos obreros. En tierras aztecas comenzaba la Revolución Mexicana. Y el mundo aún comentaba el paso estelar del cometa Halley. En ese contexto, dos hermanos, José y Gabriel De Nigris, lanzaban a las calles el primer número del Bisemanario Chacabuco. Tenía una historia previa, de la mano del padre Francisco Doglia, pero ese día comenzó a forjarse su identidad actual. El 'Chacabuco', como todos lo denominamos, no es ni fue tan sólo un medio impreso. Fue, sin dudas, la primera gran red social que tuvieron los habitantes de nuestro partido. Antes de Facebook, X, Instagram, TikTok y Whatsapp. Estas páginas permitieron saber el nacimiento y la muerte de cada chacabuquense, los bautismos, las internaciones, los egresos. La cartelera cultural, los partidos de primera y de las inferiores. También fue el espacio para comprar y vender, para alquilar y permutar; de lo más minúsculo a casas y campos. Hoy llega a 115 años y quisimos conmemorar el aniversario con una edición especial. Encontrarán testimonios de dirigentes políticos, instituciones, referentes comunitarios, artistas, periodistas e historiadores. Cada uno de ellas y de ellos representa a a los cientos de lectores que desde hace más de un siglo ayuda a construir esa historia -cotidiana, sencilla, gigante- que se forja en las páginas del 'Chacabuco'. ¡Gracias por todos estos años de confianza y comunidad!
La historia de todos nosotros
Darío Golía. Intendente municipal.
En este 115º aniversario de su fundación quiero recordar al histórico Bisemanario Chacabuco, saludando y rememorando a sus fundadores y todos los grandes periodistas que desde allí marcaron la historia de nuestra comunidad.
El Bisemanario es una parte fundamental de nuestra identidad como chacabuquenses, escribiendo y difundiendo nuestra historia, nuestras historias, desde 1910. El archivo del Chacabuco es uno de los sitios de privilegio a los que se puede recurrir para conocer qué pasó, con la palabra, el testimonio, la imagen de cada época.
En estos 115 años mucho ha pasado en nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestro país y en todo el planeta. El mundo ha cambiado, atravesado por guerras y por eventos que la humanidad recordará para siempre. Y todo eso está documentado en las páginas del Bisemanario.
En mi saludo y mi recuerdo, destaco también el valor de la palabra, el compromiso con la verdad y la realidad. Un filósofo dijo alguna vez que quien no conoce su historia está condenado a repetirla; y el aporte del Bisemanario Chacabuco es esencial en esa construcción de identidad, de historia y de conocimiento.
No hace falta más que charlar con quienes por allí pasaron, como nuestro querido Carlitos Vita, para evocar un sinfín de anécdotas y hechos que quedarán registrados para siempre. Un fraternal abrazo a quienes hoy forman parte del Bisemanario Chacabuco, y a quienes a lo largo de los años han escrito la historia de todos nosotros.
Parte de nuestras vidas
Diego Rodrigo. Ex senador provincial.
Mil recuerdos me vienen a la memoria, desde jugar de niño en su vereda porque vivía en esa cuadra, esperar leerme en las formaciones del Club Porteño o del seleccionado juvenil de fútbol, el tan ansiado aviso en la página de profesionales cuando me recibí de abogado, que traía orgullo a toda la familia; hasta los años de actividad política que en gran parte se reflejaron en sus páginas. Recuerdo la amabilidad y el buen trato de Don Julio, y al entrañable Carlos Vita.
¡Feliz 115 años y gracias por ser parte de nuestras vidas!
El mejor registro
Julián Domínguez. Ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
En primer lugar, 115 años de historia nos hablan de raíces profundas en una comunidad. El Bisemanario para mí es la página social de nuestra ciudad, que permite que, cada sábado y cada miércoles, pero en especial los sábados por la mañana, uno se reencuentre con el quehacer comunitario de toda la semana.
Fue y es un periódico que se caracterizó por esa objetividad periodística, que hace dos o tres décadas atrás definíamos como la búsqueda de la verdad, la construcción de la razón a partir de la verificación de los hechos plasmada en una noticia. Por eso, marcó una época que reflejó a la sociedad argentina y al mundo occidental, donde las cosas se explicaban de la lógica de la razón, de si era verdadero o era falso, no a partir de la lógica de las preferencias, pasiones o deseos individuales.
El Bisemanario Chacabuco marcó y marca, en sus 115 años de historia, una forma de hacer periodismo y de entender y de reflejar los acontecimientos comunitarios. No tengo dudas de que es el mejor registro de la vida de Chacabuco, que debe estar sistematizado y ordenado de cara a iluminar en estos tiempos presentes cómo fue nuestra ciudad.
Recuerdo a don Julio De Nigris, con esa tranquilidad que lo caracterizaba, pero con esa disposición a todos los hechos de la comunidad. A Costamagna. A Martínez. Y a ese incansable periodista que estaba en los lugares que uno menos pensaba y que se llama Carlos Vita. Un verdadero cronista que de cada hecho armaba una noticia capaz de ver reflejado hasta los sentimientos de una familia. El bisemanario también tuvo una extraordinaria función social, mucha gente pudo ver en sus páginas su identidad familiar o un acontecimiento social y eso le valía el reconocimiento del conjunto de la sociedad.
Así que celebro estos 115 años de un estilo de hacer periodismo, de compromiso de vida y de una forma de ver la comunidad que don Julio de Nigris y su equipo dejó marcado a la política y a la historia de nuestra ciudad.
Icono de nuestra identidad
Julieta Pederzoli. Subsecretaria de Cultura.
Cuando recibí la invitación para escribir por los 115 años del bisemanario Chacabuco, pensé en Haroldo Conti. No es casualidad, porque estamos trabajando hace un tiempo en el centenario de su nacimiento y son cumpleaños similares, en cantidad de tiempo y en importancia. Es imposible no pensar en ambos a la vez: son sinónimos de la palabra, de la comunicación, del compromiso, del periodismo. El Bisemanario y Haroldo son iconos de la identidad chacabuquense. También porque aquí se lo ha entrevistado, como lo hizo Jorge Barrientos en 'El pueblo mágico' de 1971, o se publicó la charla que dio por los 75 años de la Escuela 12.
También pensé en quién no ha esperado la publicación del Chacabuco para saber de algún acontecimiento o celebrar algún nacimiento, recibida o casamiento, como así también para saber quién nos había dejado y había pasado a otro plano. El 'diario' ha sido parte de la vida de los chacabuquenses indiscutiblemente. Ha sido el encargado de documentar cada suceso de nuestra ciudad y quien ha preservado los mejores recuerdos de lo sucedido en nuestra patria chica. Si necesitamos saber qué pasó en nuestra ciudad -como profesores, historiadores o investigadores- durante gran parte de nuestra historia o al menos antes de que surgieran los registros en internet de los medios de comunicación, la única forma de tener información periodística o información, en general, es a través del Chacabuco. La digitalización de sus ejemplares por el Archivo Histórico Municipal ha sido un gran instrumento para conservar parte de nuestra historia. ¡Qué sería de nosotros y nosotras sin esta información!
Celebro la continuidad del Bisemanario, celebro que sus páginas estuvieran a disposición de quienes quisimos publicar y/o investigar sobre nuestra historia, celebro la información a mano de quien la necesite. ¡Felices 115 años Bisemanario Chacabuco!
Identidad, memoria, afecto y libertad
Por Lisandro Herrera. Ex presidente del Honorable Concejo Deliberante.
El Bisemanario Chacabuco es una piedra basal en la documentación de la historia de nuestra comunidad y un testimonio vivo de los ideales de justicia y participación cívica que han guiado su trayectoria. Seguramente impulsados por sus principios políticos y sus ideales de vida, los fundadores, Gabriel y José De Nigris, buscaban construir una república más justa, donde la voz de cada ciudadano tuviera un lugar. Más allá de ser inicialmente pensada como una herramienta evangelizadora, el objetivo era crear una trinchera intelectual para afrontar el conservadurismo de aquella época.
Los años que transcurrieron fueron difíciles en cuanto a las relaciones políticas y mediáticas, pero sin dudas la trayectoria ética y la confianza del pueblo, sostuvieron al medio. En su trabajo, 'Historia del Radicalismo de Chacabuco', Osvaldo Rodrigo, recuerda a Gabriel De Nigris como 'la tinta en defensa de las libertades públicas'.
A lo largo de más de un siglo, informó, contó y documentó nuestra vida diaria y vecinal. Ha sido testigo de los momentos de alegrías y tristezas, de tensiones y algarabías, contribuyendo a la identidad de Chacabuco.
Un especial recuerdo y reconocimiento a Don Julio, y la familia De Nigris, que durante décadas han desempeñado un papel crucial en la continuidad, manteniendo vivo este patrimonio tan nuestro. Su compromiso y dedicación han permitido que el Bisemanario no sólo sobreviva a retos económicos y sociales, sino que también sea un lugar de resistencia en épocas de censura y persecuciones políticas. Su historia es un reflejo del coraje y la determinación de aquellos, que luchan por la verdad, en tiempos de adversidad.
Ha sido, y sigue siendo, un testimonio de nuestra vida diaria y vecinal. Expresiones como: ¡lo leí en el Chacabuco del miércoles! ... ¡lo vi en el Chacabuco del sábado!, quedaron en nuestras costumbres, y es enorme el aporte que le brindó a nuestro pueblo en su crecimiento y desarrollo intelectual, cultural y social. Sin dudas, revolucionó los ámbitos sociales y sembró una semilla de igualdad. A través de sus páginas, se han documentado momentos de nuestra historia, desde pequeñas anécdotas de la vida pueblerina hasta acontecimientos que han definido el rumbo de nuestra comunidad. Es donde, por ejemplo, en una entrevista publicada en 1971, nuestro Haroldo Conti expresó sus sentimientos profundos para con su tierra natal. 'Sin dudas ha cambiado mucho. Pero claro, yo cuando llego allí, llevo una carga de pasado e indefectiblemente voy ansioso a buscar el Chacabuco que yo dejé, ese mágico de mi infancia...'. En el bisemanario hemos convivido los chacabuquenses, es donde los vecinos podemos reconocernos y encontrarnos, y es donde se define parte de nuestra identidad.
Me permito un recuerdo personal. Tenía diez años, cuando una mañana, caminando con mi viejo por unos caminos rurales vecinales, encontré una edición especial del diario La Razón conmemorando 150 años de la independencia de nuestro país. Ese documento — que aún conservo — me dejó una gran enseñanza, la importancia de la memoria y el legado de quienes, con sus convicciones, registran y cuentan los hechos.
El Bisemanario Chacabuco es presente. Celebro su permanencia y deseo que conserve su esencia y tenga el mayor de los éxitos en estos nuevos tiempos. Es identidad y es un orgullo de nuestro pueblo. Cada artículo, cada editorial, se convierte en una invitación a la participación. Su legado y compromiso cívico está impreso en nuestra historia.
Seguir dando voz
Marcelo Daletto. Senador provincial.
Los medios locales tienen un papel fundamental para la comunidad porque informan sobre temas de la vida diaria de los ciudadanos. En este nuevo aniversario de Bisemanario Chacabuco, les deseo que sigan dando voz a los vecinos, comunicando las actividades del gobierno local y que continúen brindando información relevante y oportuna.
Su labor es muy importante para todos los chacabuquenses porque escribe nuestra historia. ¡Felicidades!
Herramienta viva de identidad
Micaela Olivetto. Diputada provincial.
Al cumplirse 115 años del Bisemanario Chacabuco siento un profundo orgullo. Porque este aniversario no es sólo una fecha: es la celebración de una historia compartida, de un medio que fue y es testigo del pulso cotidiano de nuestro pueblo. Que supo contar a Chacabuco desde adentro, con la mirada cercana de quien conoce cada calle, cada apellido, cada rincón.
Agradezco a quienes lo fundaron, a quienes lo sostuvieron en tiempos difíciles y a quienes, edición tras edición, le han puesto voz, palabra y compromiso a sus páginas. También a quienes hoy siguen eligiendo este oficio con vocación, entrega y amor por la comunidad. Durante más de un siglo, el Bisemanario ha sido una herramienta viva de identidad, de construcción democrática y de transmisión intergeneracional de la memoria colectiva.
En sus páginas se ha escrito buena parte de nuestra historia: nuestras luchas, nuestras alegrías, nuestras transformaciones. Su archivo es un reservorio invaluable de lo que fuimos y de lo que somos. Porque sin memoria no hay identidad, y sin identidad no hay futuro.
Feliz aniversario, querido Bisemanario. Gracias por ser parte de nuestra historia y ayudarnos, todos estos años, a contarla.
Faro de información
Tomás Domínguez. Presidente del Honorable Concejo Deliberante.
Es un honor para mí, como presidente del Honorable Concejo Deliberante de Chacabuco, saludar al Bisemanario Chacabuco en sus 115 años de vida, un hito que resalta no solo la historia de este medio, sino también el compromiso con la democracia y la comunicación local que ha acompañado a nuestra comunidad durante más de un siglo.
El Bisemanario ha sido un faro de información y un espacio de debate en nuestra ciudad, cumpliendo una función fundamental en la construcción de una sociedad democrática. En cada edición, ha permitido que los chacabuquenses se expresen, se informen y se formen una opinión crítica sobre los hechos que nos afectan como comunidad. Es, sin lugar a dudas, una pieza esencial del engranaje democrático, ya que el derecho a la información es uno de los pilares sobre los que se asienta nuestra convivencia cívica.
Desde el Honorable Concejo Deliberante, entendemos que el ejercicio de la comunicación libre y plural es un derecho irrenunciable, que fortalece nuestras instituciones y nos permite avanzar como sociedad. El Bisemanario, en su rol de medio de comunicación local, ha sido un reflejo de la diversidad de voces y de opiniones que existen en Chacabuco, promoviendo el diálogo y el entendimiento mutuo entre los ciudadanos y sus representantes.
Así como el Concejo Deliberante es un espacio en el que se fomenta el debate constructivo y se toman decisiones que impactan en el bienestar de todos, el Bisemanario ha sido un espejo de esos mismos procesos, permitiendo que cada chacabuquense tenga acceso a la información y pueda participar activamente en la vida política, social y cultural de nuestra ciudad.
Felicitamos a todo el equipo del Bisemanario Chacabuco por estos 115 años de historia y por seguir siendo un pilar fundamental en la comunicación de nuestra comunidad. Los valores democráticos que encarna este medio son un ejemplo de compromiso, dedicación y servicio hacia nuestra ciudad. ¡Por muchos años más!
Para seguir compartiendo
Sociedad de Bomberos Voluntarios de Chacabuco
Saludamos en su cumpleaños número 115 al Bisemanario Chacabuco, agradeciéndole la difusión de nuestro trabajo y nuestros proyectos institucionales, para que la comunidad de Chacabuco esté siempre bien informada. Felicitaciones por estos 115 años y deseamos que puedan seguir compartiendo muchas más.
Aún ante el silencio
Comisión Memoria y Justicia Chacabuco.
Saludamos al Bisemanario Chacabuco en su 115° aniversario, reconociendo su trayectoria como medio local. En esta ocasión, queremos recordar especialmente la publicación de la solicitada de familiares de personas detenidas-desaparecidas de nuestra ciudad, en septiembre de 1983, en un contexto aún signado por el silencio.
A lo largo de estos 24 años de trabajo, nuestra Comisión ha encontrado en sus páginas un canal para acercar convocatorias y reflexiones a la comunidad, como parte del ejercicio de la memoria y los derechos humanos en el plano local. Feliz aniversario.
Más que un periódico
Hernán Ibañez. Presidente de la Cooperativa Eléctrica de Chacabuco Ltda.
En nombre del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Chacabuco Ltda. y en el mío propio, quiero hacer llegar un cálido y sentido saludo a todo el equipo del Bisemanario Chacabuco en este nuevo aniversario: son 115 años de historia viva, acompañando, narrando y fortaleciendo el pulso de nuestra comunidad.
Desde sus inicios, este querido medio ha sido una presencia constante en la vida de Chacabuco, un testigo privilegiado del devenir de nuestra ciudad desde sus primeras décadas. Chacabuco ha atravesado múltiples transformaciones, y en cada una de ellas, el Bisemanario estuvo allí: registrando nacimientos y partidas, celebraciones y desafíos y avances pero sobre todo dejando una huella en la memoria colectiva de generaciones enteras.
El Bisemanario Chacabuco no es sólo un periódico. Es parte de la identidad chacabuquense. Es ese ejemplar que pasa de mano en mano, que se recorta y se guarda, que se comenta en la mesa familiar o en la vereda, que acompaña al que está lejos y al que se quedó. Es, en definitiva, una construcción comunitaria que refleja y enriquece nuestro entramado social, político y cultural.
En tiempos donde la inmediatez y la fugacidad parecen dominar la comunicación, el Bisemanario sigue apostando al periodismo comprometido, al relato con raíz local y a la palabra pensada. Esa persistencia merece ser reconocida y celebrada.
Desde nuestra Cooperativa, fundada también con espíritu de servicio y pertenencia, valoramos profundamente ese compromiso con la comunidad. Nos une una misma vocación: ser parte activa del desarrollo de Chacabuco, pensando siempre en el bien común. ¡Feliz aniversario! Que estos 115 años sean un nuevo punto de partida para seguir contando nuestra historia, con la misma pasión de siempre.
Fortaleciendo lazos
Mariano Camera. Presidente de la Asociación Miguel Máximo Gil.
Como vecino de esta querida ciudad, quiero hacer llegar mi más sincero saludo y reconocimiento al Bisemanario Chacabuco en su 115° aniversario. A lo largo de más de un siglo, han sido testigos y protagonistas de la historia local, informando con compromiso, pluralidad y responsabilidad. Gracias por acompañarnos generación tras generación, fortaleciendo el lazo entre los chacabuquenses y nuestra identidad común.
¡Felicitaciones por este nuevo aniversario y por tantos años de labor periodística al servicio de la comunidad!
Compromiso con la comunidad
Martin Giovio, voluntario de Red Solidaria
Quiero saludar al Bisemanario por sus 115 años. Por los sueños de aquel inicio, tan cerca y tan lejos, que han transcurrido grandísima parte de la historia de nuestra querida ciudad. Agradecerles por su compromiso con la comunidad, por difundir cada acción y cada necesidad que acercamos.
Es un orgullo que nuestros comunicadores estén tan comprometidos con la realidad de sus vecinos/as. Cada persona que nos ayuda es muy importante para nosotros. Y el Bisemanario siempre lo ha hecho, desde nuestros inicios con gran coherencia, compromiso y humanidad. No más que palabras de agradecimiento, por tanta ayuda. Por muchos años más. Un gran gran abrazo.
Miércoles y sábados
Pablo Pannunzio. Director del Aula Chacabuco de la UTN.
Siempre dije, medio en chiste, medio en serio, que el Bisemanario Chacabuco constituye, por sí mismo, un formato literario único. Está la poesía, la novela, el cuento, la noticia, el paper…y el Chacabuco. Si se me permite el punteo, y bajo el riesgo de pecar de nostálgico, hay más de un argumento que me da la espalda suficiente para sostener mi afirmación: La Gaucha de Navarro y sus slogans de ventas, el rumor de cuna, las publicidades de profesionales, los casamientos, las respetadas familias, las compras y ventas de contratapa, las noticias deportivas de Schettino, la pluma inconfundible de Vita, el piso de pinotea, la vidriera en las Fiestas del Maíz, las publicaciones inmobiliarias, las películas del cine Porteño, la casa de mi tía Nena, la peluquería de Cirilo (y luego la de Oscarcito), las hojas enormes, las necrológicas, los miércoles y sábados, los linotipos mezclados en cajones de madera, los archivos, Don Julio De Nigris.
El Chacabuco es el museo que nos habita. Por lo tanto, es nuestra historia que se trenza en recuerdos. Todos los que vivimos sus años, tenemos la casa de una tía Nena donde, entreverado sobre el mantel de hule, supimos algo de nuestro pequeño mundo. En tiempos donde las redes sociales aún no nos habían invadido con su paradoja individualista, los miércoles y sábados, había una red que, de veras, nos conectaba.
Orgullo de la ciudad
Sergio Palmieri. Presidente de la Liga Deportiva de Chacabuco.
Desde la Liga Deportiva y sus clubes afiliados hacemos llegar el saludo de corazón en este nuevo aniversario del querido Bisemanario Chacabuco. En lo personal, como Presidente de la Institución, me reconozco como fana del mismo, siempre me encontraba esperando las notas de Carlos Alberto Schettino con esas estadísticas exactas.
Los recuerdos de cada selección de todas las edades son un orgullo para la ciudad en lo que a Deportes refiere. Es nuestro deseo que sean muchos años más los que podamos compartir con nuestro querido Bisemanario Chacabuco.
Mapa de la participación cívica
Sociedad Rural de Chacabuco
Un periódico es como una luz que recorre los silencios oscuros del tiempo. Nuestra ciudad ha contado con esa luz desde 1910, cuando comenzó a circular el Bisemanario Chacabuco, donde la pluralidad de ideas, las confrontaciones y los acuerdos quedaron registrados para siempre.
Siendo ésta una ciudad más rural que urbana, más de gringos que de citadinos, el Bisemanario ha sido clave para reflejar esa identidad. En cada una de sus páginas saltan a los ojos las imágenes de las lluvias abundantes, de las inundaciones, de las sequías, de las pestes que desbastan a los animales y a los cultivos. Unas veces con imágenes explícitas, otras en las letras del cronista. Es, entonces, el reflejo de la identidad, y al mismo tiempo parte importante de esa misma identidad urbano-rural.
En el transcurso de estos 115 años, el Bisemanario ha recopilado el devenir social, el crecimiento y la evolución de nuestra tierra. Es un compendio de las cosas que nos pasaron, de los dolores y las alegrías que vivió con nosotros, de los rostros que circularon por las calles, de los premios que cada chacabuquense ganó, de las caravanas que lo acompañaron. Lleva en sus líneas de tinta las peregrinaciones que los fieles hicimos, en torno a la plaza, por las cuatro avenidas, a Cucha y a Luján y a cada sitio de devoción.
Es la pizarra donde se plasmaron las elecciones en las que pudimos votar representantes, tanto en el ruedo polaco como en las distintas organizaciones sociales locales (hablamos como una de éstas). También guarda la frustración de cada interrupción del estado de derecho. Ha sido y es mapa de participación cívica.
Por todo esto y, seguramente por otros factores que con la emoción se nos escapan, el Bisemanario Chacabuco representa para la Sociedad Rural de Chacabuco, información, identidad, participación y cohesión social.
Un pionero de la prensa local
Por Antonio Carlos Vita. Licenciado en Historia. Asesor del Museo y Archivo Histórico Oscar Melli.
En sus investigaciones, el profesor Oscar Ricardo Melli señaló que el Chacabuco hizo su aparición un 6 de marzo de 1908, como bisemanario impulsado por el Padre Francisco Doglia, con el apoyo de los hermanos José y Gabriel De Nigris, oriundos de Capital Federal, educados en un colegio salesiano, que tras una breve actuación en el gremio gráfico de Bahía Blanca llegaron a nuestra ciudad. El taller de tipografía y artes gráficas se instaló en el despacho parroquial de la calle Avellaneda 30.
Desde estas páginas, en sus inicios se definía a sí mismo como un periódico independiente, noticioso, literario y comercial. En su mensaje se podía vislumbrar como órgano militante del catolicismo, como lo fueran también la revista El Bien, El Semanario y La Verdad. Así dejaba ver la prédica del Padre Francisco Doglia sobre la inmoralidad de la juventud entregada al vicio y la falta de valores cristianos en la sociedad. Estas notas las firmaba con el anagrama 'Ailgod'.
Entre 1910 y 1913, junto con el primer traslado, comenzó bajo la dirección de Gabriel De Nigris, con fecha de fundación 1° de julio de 1910, en forma conjunta con su hermano José, en los trabajos de tipografía y librería. El Chacabuco siguió con su militancia católica, pero como abanderado de la Unión Cívica Radical, en su lucha por la abstención electoral, contra el régimen conservador. Por esta predica, su director Gabriel De Nigris tuvo que soportar las arbitrariedades del régimen de fraude y coacción en la Nochebuena de 1915, donde un grupo de exaltados atacó la imprenta recién instalada en la Avenida Alsina, arrastrándolo por la calle, mientras una improvisada banda acompañaba este atropello. Este atentado tuvo gran repercusión en la prensa nacional y hasta en Chile.
Durante las presidencias radicales mantuvo el apoyo a esta corriente política, con prédica a favor del progreso local, en cuanto a obras de pavimentación, aguas corrientes, entre otras. En el plano económico, abogó por la colonización rural y el desarrollo de la agricultura y ganadería, como así también de la industria. Otro hermano, Pedro De Nigris, era propietario del diario Clarín, que estaba ubicado en calle Reconquista.
La vida social y cultural también fue un eje importante, a través de sus páginas se pudieron ver notas de acontecimientos propios de una comunidad donde todos se conocían.
Muchos testimonios de antiguos habitantes comentan que 'El Chacabuco' era esperado como único medio de información de las zonas urbanas y rurales. Además, era enviado a los vecinos que se radicaron en otros distritos, así estaban al tanto del acontecer local, en una época donde las comunicaciones eran más que dificultosas.
El otro socio propietario, hermano de Gabriel, don José De Nigris falleció en 1945.
En las décadas del treinta y cincuenta el bisemanario sufrió la clausura de sus ediciones por los gobiernos de turno. A partir de los años sesenta se hizo cargo de la dirección Don Julio De Nigris, secundado por su hermano Hugo, quien falleciera en 1975. Siguió manteniendo una línea de conducta regida por la veracidad de la información y el respeto a otras corrientes de opinión. Esto le valió en la comunidad una adhesión incondicional a través de generaciones de lectores, que vieron reflejadas sus vivencias tanto de alegrías como de tristezas. Tanto es así que durante un siglo el periódico tuvo solo dos directores: Gabriel y su hijo Julio, hecho inédito en la prensa nacional. Al fallecer este último en 2013, sus sucesores continuaron con la tarea. A partir de junio de 2023 se hizo cargo Alejo Dentella de continuar con el legado periodístico del Bisemanario.
Muchos realizaron el trabajo periodístico, con notable vuelo literario, la nómina es por demás extensa. Toda su colección es un testimonio de nuestra historia lugareña, donde los investigadores actuales y del futuro tienen una fuente de datos de gran importancia donde se refleja tanto el acontecer local como nacional. Felicitaciones por la trayectoria tan fecunda en defensa de la libertad de expresión y el compromiso con la comunidad.
'Este medio hace a la identidad de la ciudad'
Padre Darío Kling. Parroquia San isidro Labrador
En primer lugar, les mando una enorme felicitación a todos los que hoy hacen el bisemanario y el recuerdo agradecido también para los que lo han llevado adelante durante tanto tiempo. Estos 115 años son como una gran cadena de esfuerzos y sueños de muchísima gente. También sabemos que en los primeros momentos de 'Chacabuco' participó el Padre Doglia. Indudablemente este medio hace a la identidad de la ciudad, sin duda hace a la familia chacabuquense, y se proyecta, más allá.
Tengamos en cuenta que ahora hay tantas otras maneras de acceder a la información, pero seguro que durante muchísimo tiempo fue el único medio, al menos que perdurara, y en esas épocas, entre número y número, se lo esperaba con ansias. Porque además de un medio de información, 'Chacabuco' ha sido siempre un medio de servicio: la vida comunitaria pasaba por sus páginas y así entonces también iba la vida de la comunidad parroquial, desde los bautismos, las defunciones, los matrimonios, las actividades de los grupos, las fiestas patronales, de todo eso la gran mayoría de la gente se informaba a través del periódico. Entonces, es un instrumento muy importante para la vida de la comunidad.
Y también era importante la vidriera de la imprenta. Recuerdo que cuando era chico pasaba y veía, por ejemplo, un zapallo gigante que había cultivado alguien. Hasta mi abuelo Juan llevó, una vez, una sandía gigante que había cosechado.
La comunicación es fundamental para nuestro crecimiento como personas y como comunidad, y como en este caso, que sea una comunicación en la verdad. Hay un mensaje que dio el Papa, en esta última Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales, que fue el domingo de la Ascensión. El documento, si bien se publicó ya bajo el pontificado de León XIV, es del Papa Francisco, quien con su claridad, nos habla de 'desarmar la comunicación', que la comunicación no sea una arma, si no que sea transparente, verdadera, que no busque hundir a nadie, y que -precisamente- haga crecer a la comunidad humana. Francisco nos habla de una comunicación que nos haga compañeros de camino, que nos ayude a reavivar la esperanza. En definitiva, la comunicación tiene que ver con Dios mismo. Dios es comunicación. Si Dios no se hubiera comunicado, nosotros no existiríamos desde la fe. Y además, se ha comunicado con su propio Hijo, con Jesucristo, que es la plenitud. Entonces, salvando las distancias, seamos cada día más imagen y semejanza de Dios, también en la comunicación.
Resiste y no es poco
Sandra Raggio. Directora general de Áreas de la Comisión Provincial por la Memoria.
El sonido del papel que roza el suelo por debajo de la puerta, dos veces a la semana, el tabloide se abre enorme sobre la mesa y mis brazos pequeños no alcanzan a sostenerlo si quiero leer como los grandes. Me puedo esconder detrás del Chacabuco para que nadie me encuentre. Es un objeto real, ahí está en su opacidad evitando que alguien me vea, lo tomo, lo miro, primero, lo leo después, lo garabateo, después lo escribo. Hago barquitos de papel o sombreros de Napoleón. Me pierdo en sus letras cuando lo reencuentro desenvolviendo los huevos del almacén.
Los titulares, las noticias, la propaganda, los avisos fúnebres, las sociales. Ahí se fue registrando la historia del pueblo por más de un siglo, un acervo invaluable que ha quedado impreso en papel, en una materialidad que va a contrapelo de la virtualidad, de lo fútil, de la carrera contra el tiempo, de las noticias que pasan rápido, que se dicen en pocas palabras, que no tiene forma de inscribirse en nuestra experiencia, que no nos constituyen salvo en ese vacío existencial que tantas veces provocan. Esa sensación de que la historia ya no nos pertenece. Pero ahí está el 'Chacabuco' pilas y pilas de periódicos, de cada miércoles y sábado, pilas y pilas de historias y de historia.
La historia local, como los periódicos locales, parecen ser de poca monta, lo menos importante, sin embargo, lo local es locus, es decir, lugar de enunciación, y es también el lugar de la experiencia. No está en los márgenes sino en el centro, es lo que nos devuelve esa certeza de que la historia pasa también acá, sobre todo acá, en el lugar que habitamos, junto a quienes compartimos ese hábitat común, es decir, la comunidad.
Esa que está en peligro, por el desapego que provoca el individualismo, el hedonismo, la competencia desleal, el valor extraordinario de lo que circula global, por todos lados y en ninguno. El Bisemanario Chacabuco resiste y no es poco. Gracias a todos y todas que lo mantienen en pie, por la valentía y el riesgo asumido. Por la esperanza que anida ahí, cada miércoles y sábado.
A los pies de mi abuela
Yisela Molina. Referente comunitaria.
Yo me acuerdo que esperábamos el bisemanario para ver la última página, la parte de clasificados, de venta o trabajo, qué recuerdos. Todos leían el diario creo que los sábados o domingos, no recuerdo bien. Y que de muy chica fue a visitar la redacción con la Escuela 27. De niña en las páginas del Chacabuco porque cantaba en la escuela y como era la voz principal me hicieron un reportaje en la Fiesta del Maíz que se hizo en el predio de la Sociedad Rural, allá por 1986 o 1987.
El Bisemanario Chacabuco es importante porque es una parte de cada uno de nosotros. Es una parte de los chacabuquenses. En lo personal me trae muchos recuerdos, porque me sentaba a los pies de mi abuela y le leía el diario. Mi vieja también es una lectora muy importante. También me han ayudado mucho a ser conocida en lo que hago, siempre fui bien tratada. Así que estoy muy agradecida a este medio tan importante para nuestra ciudad.
¡Déjalo nomás!
Adalberto Zanardi. Escritor, camionero jubilado.
Miles de recuerdos me trae el Bisemanario Chacabuco, o como le decía mi abuelo Luis 'El Diario'. Un niño era yo y él me mandaba al kiosco de la esquina de Naya a comprarlo. Eran las noticias del pueblo. Alegrías, tristezas, novedades, ofertas, cumpleaños, recordaciones y todo el acontecer cotidiano. El abuelo leía en voz alta, para compartir, porque la abuela no sabía hacerlo; y también era para mis oídos de niño. ¡Un mundo nuevo!
Recuerdo con mucho cariño a don Julio De Nigris, ya de grande, cuando comencé a dejar algunos homenajes escritos, y no existían las redes sociales, le pasaba la nota en papel y me decía: '¡Déjalo nomás!' Nunca me quiso cobrar. Cómo no recordar un medio de comunicación escrito, que aún hoy sigue siendo la voz de la ciudad. ¡Felicidades Bisemanario Chacabuco!
Ciudadano y bisemanario ilustre
Lucía Miori. Docente y autora del libro Quién es quién en Chacabuco.
No sé si la identidad del lugar donde vivimos es una construcción colectiva o es personal. A veces pienso que la identidad de las ciudades o los países se busca, se encuentra y otras veces se impone. ¿El Obelisco, el mate, el tango, el fútbol legitiman la argentinidad o fueron erigidos como parte del ser nacional a fuerza de propaganda?
Pero lo que sí sé es que para mí la plaza San Martín y el bisemanario Chacabuco latiendo en la avenida Alsina tienen alma y representan mi infancia ciudadana.
Formé parte de lo que disfrutamos algunas generaciones cuando visitamos lo que sin planificación era un museo de todos los tipos de máquinas de impresión: la tipografía mecánica, la linotipo y la que se usó durante los últimos años.
La madera del piso, el olor a tinta, pilas de diarios de diferentes décadas y la concentración de Julio De Nigris detrás de sus anteojos, fue el refugio de noticias que se cocinaban todos los días pero se horneaban dos veces a la semana.
Antes del bombardeo constante de medios de comunicación, publicidad y redes sociales, antes de la sobreinformación y las fakes news.
Podemos discutir el adoctrinamiento y el poder que tienen los medios de comunicación hegemónicos, si militan un golpe de Estado y funcionan como partidos políticos, si imponen una visión de mundo más allá de la realidad de los que habitamos los territorios, pero me resulta casi irrefutable la función social que siempre cumplió el bisemanario Chacabuco, cómo acomodó los ojos de sus lectores alrededor del miércoles y el sábado y cómo organizó las compras de quienes vivían en zonas rurales: periódico, carne y pan se adquirían esos dos días de la semana. Primero con José y Gabriel De Nigris y en formato sábana; luego a cargo de Julio: bisemanario para chacabuquenses, para acompañarnos, para informarnos.
Tuve dos contactos fraternos con el bisemanario: fue el primer medio de comunicación en el que escribí aún antes de recibirme como periodista y elegí a Julio De Nigris como uno de los protagonistas del libro Quién es quién en Chacabuco, publicado en 2007. Autorreferencialidad aparte, fue un placer entrevistarlo y que me contara su vida. Fue testigo de cuando vio venir el asfalto en 1934 en la avenida Alsina y la inauguración del monumento de la plaza San Martín en 1954. Comparto su optimismo y por eso resalto una de sus citas: 'Por eso me hace reír la gente cuando dice que Chacabuco no progresó, pero qué no va a progresar si cuando doy una vuelta, veo la luz hacia el infinito'.
En algún momento el bisemanario soñó con una tirada diaria y el nombre que sonaba era 'Pantalones largos'. Creo que igual los tuvo y tuvo brazos largos y consolidó su recorrido desde el rincón céntrico hacia todos.
Sabernos juntos
María Orsini. Artista plástica.
1910- Año de nacimiento. Celebración del Centenario de la Revolución de Mayo.
1914. Inicio de la Primera Guerra Mundial. Ese año también nacía mi padre, amigo de Don Julio De Nigris, que por esos años también sería su alumbramiento. Los dos iniciaban sus vidas en una Argentina impactada económica y políticamente por la guerra en Europa. Los dos, al igual que miles de argentinos, las forjarían dignisimas. Eran locos apasionados, enfervorizados que hablaban de política respetándose; también, eran sencillos amigos que hablaban de sus familias.
Recuerdo a Don Julio que caminaba a las 8.30 por las calles hasta el Bisemanario en la Avenida Alsina y regresaba por las mismas veredas a su casa de la calle Alvear a las 12.30. Y así a las 14.30 para retornar a las 19. Día a día, hasta sus últimos días. Me emociona aún recordar su andar perseverante, con la cabeza cargada de noticias y la mirada con convicción.
Como a todas las chicas, me atrapaban los anuncios de casamientos, compromisos, fiestas de quince, cumpleaños y demás encuentros sociales, redactadas de forma informal y graciosa. Todo el pueblo esperaba la llegada del periódico, para sabernos juntos y saber del otro. Bellos tiempos eran aquellos donde contábamos unos con los otros. Tiempos de valores con hombres como Don Julio De Nigris.
Gracias por tanto, querido Bisemanario Chacabuco, que siempre también publicaste mis exposiciones artísticas, las movidas en Güemes Night y las fotografías de murales que desde el taller hemos realizado en la ciudad. ¡Gracias por sernos tan necesario, y a seguir muchos años más!
Todo un tiempo suspendido
Roque Cattaneo. Profesor, historiador, escritor.
Decir que la historia de nuestro pueblo está registrada en el Bisemanario Chacabuco no es un simple dato. Basta con acercarnos a su archivo y recorrer sus interminables páginas, para constatar lo anteriormente mencionado.
Recuerdo haber ido en búsqueda de alguna noticia, dato o información. Me atendió personalmente, siempre, Don Julio con su característica amabilidad y me entregó, como un tesoro, lo que buscaba.
En mis manos tenía todo un tiempo suspendido. Nuestra historia. La memoria guardada en páginas amarillas, con sus idas y vueltas, el rastro de generaciones en plena evolución.
No se puede juzgar con un parámetro universal lo que acontece en una ciudad, se pueden establecer comparaciones, pero no opinar categóricamente. Lo ocurrido a lo largo del tiempo, atesorado por el Bisemanario Chacabuco, representa, ni más ni menos, que lo que somos los chacabuquenses, algo así como nuestra esencia.
Mi entrevista a don Julio De Nigris
Carlos A. Schettino. Periodista deportivo.
Hace 25 años en el Centro Los Marinos, ante una numerosa concurrencia, se efectuó una cena show en conmemoración de un nuevo aniversario del Bisemanario Chacabuco. Allí, don Julio De Nigris y miembros del personal recibieron distintos presentes por parte de la Comisión Permanente de Homenaje y de los canillitas locales.
Esa noche para L.T. 36 Radio Chacabuco entrevisté a don Julio, mi jefe desde 1961 y mucho más que un querido amigo. Con Julito, como le decía con todo respeto, en un impasse del bullicio y para la 'Jugada Maestra en el Deporte' dialogamos algo más de 20 minutos.
Buscando una nota que le había realizado al entonces director técnico de Porteño, Obdulio Galán, tropecé con el diálogo realizado a Julio, a quien voy a recordar por siempre. Por su estilo directo de lenguaje, por su histórica máquina de escribir y su eterno librito, que era el mataburro y que salvaba los errores de ortografía y que muy cariñosamente, pero muy serio, me bajaba la caña porque me comía las comas y los puntos en las notas deportivas que le hacía llegar los lunes y jueves, diciéndome: 'Carlos, hoy te veo más gordito, cuántos puntos y comas te comiste'. Fue clave para todo lo que logré en el periodismo.
En esa noche, Julio contaba que el periódico Chacabuco empezó a salir en 1908, pero su fundación oficial ocurrió en julio de 1910. Tipo sabio, de una impresionante memoria e intachable persona, Julio decía que 'en 1910 los hermanos José María y Gabriel De Nigris se lo compraron al Padre Francisco Doglia. El Bisemanario había sido fundado en abril de 1908 por el Padre Doglia y por José María De Nigris. Gabriel fue quien asumió la dirección y estuvo al frente durante 48 años, y en 1958 me hice cargo yo y estoy al frente vaya a saber hasta cuando, ya que he sumado unos cuantos más'.
También habló sobre la razón de ser siempre bisemanario y nunca diario, expresando: 'Estuvo la idea de convertirlo en diario pero después nos dimos cuenta que saliendo dos veces a la semana alcanzaba y sobraba'. También le pregunté si había algo que quería olvidar, y muy serio me contestó: 'Fue el atentado que sufrimos en 1915 donde intentaron quemarlo, además a Gabriel (De Nigris) lo agarraron, lo golpearon y lo dejaron tirado en la Plaza San Martín'.
A Don Julio le volvió la sonrisa cuando le hablé de su querido San Lorenzo de Almagro y de los muchos periodistas que volcaron conceptos en el Bisemanario a lo largo de tanto tiempo. Al respecto dijo: 'Soy de San Lorenzo de Almagro y lo voy a seguir siendo hasta los últimos días. En mi casa, en la calle Alvear, tengo libros y revistas deportivas como El Gráfico, Mundo Deportivo y Goles para tirar para arriba. En la actualidad estoy leyendo un libro escrito por un gran periodista deportivo como lo fue Dante Panzieri. El libro se titula Fútbol, dinámica de lo impensado, donde en la última página dice que no sirve para nada porque el fútbol no se puede ver ni enseñar con un libro.
Con respecto a los periodistas que fueron pasando y sin quitarle méritos a nadie opinó que 'el más completo fue Raúl Ferreyra. A Ferreyra le dabas una hojita con tres líneas y te llenaba una página. Tampoco me puedo olvidar de Don Luis De Laudo, alguien que fue muy importante para nosotros'.
'Quiero recordar otros tantos como Carlitos Pérez, Rogelio Rocha, Aldo Dío, Pedro 'Cacho' Díaz, Argentino Bracchi, Noel Palmentieri y Germán Minguillo, 'Kamín', como le decían'.
A Julio le tiramos una última pregunta: '¿Qué les decís a quienes en este momento están ejerciendo el periodismo?' Sin hacer una pausa, contestó: 'Lo primero es la vocación. Ser periodista es algo muy importante y que se quiere y mucho. Una de las claves es ser imparcial y ver las cosas de los dos lados'. Con un chiste, como siempre, se fue. No es posible contarlo, pero sí me hizo reír mucho.
De leer a escribir
Por Gustavo Porfiri
Las familias de los trabajadores rurales -como fue la mía- son nómades. Hoy estás acá, mañana llega un camión, cargás los cuatro cachivaches que te ayudan a vivir, el recado, el perro, y "adiós pampa mía, me voy a tierras extrañas". Así, en enero de 1979, dejamos los pagos de Alejo Ledesma, en el sudeste cordobés, donde mi padre fue encargado de una estancia. Pero el destino no fue otro campo, sino que descargamos la mudanza en Chacabuco; yo tenía 15 años. Entre las novedades que trajo la transición de la vida campesina a la urbana, estuvo el bisemanario 'Chacabuco'. Y si bien mis padres siempre fueron buenos consumidores de diarios y revistas, y yo fui lector voraz desde niño, ese fue mi primer contacto con un "diario" local.
Recuerdo a mi madre y a mi abuela buscar con entusiasmo sus noticias preferidas: las necrológicas. En esas páginas de tamaño tabloide aparecían otras nuevas de alto interés: las sociales. Bautismos, cumpleaños, casamientos, nacimientos… Sucesos escritos con un estilo muy particular que me despertaban gran curiosidad.
En aquel tiempo conseguí mi primer trabajo: Quesolandia, un comercio top de la época, donde descubrí otra faceta del bisemanario: sus amplios pliegos eran perfectos para envolver huevos. Media docena por hoja, acomodados de a tres, con una vuelta de papel por trío. Quedaba un paquete muy confiable.
Una vez apareció mi nombre en la sección Deportes. Había debutado en ciclismo, en el viejo circuito de tierra del club BAP de Junín, y alguien -supongo que fue Carlos Alberto Schettino- escribió algo así: 'prometedor quinto puesto del debutante Gustavo Porfiri'. Otra vez, con un amigo, publicamos una solicitada criticando a la Fiesta Nacional del Maíz. Luego llegó mi tiempo de militante y escribí notas para alguna agrupación de izquierda de las varias que florecieron en los ochenta. No había redes, se agitaba a las masas desde 'Chacabuco'. Es decir: mi relación con este medio gráfico fue la que tuvo cualquier vecino… hasta 2023, cuando -gracias al Creador- el nuevo editor me convocó para integrar el staff. Y acá estoy, buscando contenido para este 'diario' que -curiosamente- sigue teniendo, después de atravesar cómodamente el siglo de existencia, una muy buena llegada en nuestra ciudad, la que seguramente perdería mucha identidad sin su bisemanario homónimo. ¡Felicidades, 'Chacabuco'! Y gracias por permitirme pasar de lector a escritor de tus páginas.
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