La resistencia del papel

Por Pablo Pastore
Hace más de tres décadas, cuando las nuevas tecnologías e internet comenzaban a irrumpir en el mundo de la información, se iniciaba un debate que hoy, con más certezas, aún continúa. El dilema era qué pasaría con la prensa gráfica, entendiendo a ésta cómo la que se edita en el formato papel.
Hoy, pasados los años, pueden arriesgarse algunas respuestas. En primer lugar, por una cuestión de inmediatez, accesibilidad y mayores opciones tecnológicas, la prensa digital fue ganando cómoda y lógicamente la batalla. Un empujón hacia adelante se lo dio la pandemia y otro su gratuidad, especialmente en un país como la Argentina, con más del 50 por ciento de su población en situación de pobreza.
Hoy se puede acceder a datos que indican cómo los diarios han ido perdiendo lectores, incluso -o sobre todo- los grandes medios nacionales, pese a que disponen de más recursos para atenuar la caída. Muestra de ello es cómo en ciudades como la nuestra ya casi no quedan comercios dedicados a la venta de diarios y revistas, y los pocos diarios y revistas que tienen para ofrecer.
Todo esto pone a la prensa gráfica en una situación delicada, quizás atravesando sus últimos tiempos. O no. Tal vez tenga su última oportunidad a través de ampliar sus espacios de reflexión, de generación de debates, de profundizar en temas y complementar lo que se informa, desde la urgencia, por internet. Quizás, también, los pequeños medios gráficos puedan transformarse en un espacio de resistencia, de imaginación y de construcción de propuestas colectivas en un mundo cada vez más horrible.
*Periodista del Diario De Hoy
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