Personal del Servicio de Pediatría pide calma, respeto y empatía

En el marco de nuestra labor diaria asistencial en el Servicio de Pediatría del Hospital Municipal del Carmen nos toca atender una diversidad de pacientes con diferentes padecimientos. La mayoría de ellos no cumplen con los criterios de urgencia de acuerdo al sistema de triage (clasificación y asignación de prioridad de atención) que se establecen en los servicios de emergencias según lo dictamina la Ley 14.948 emitida por el Poder Legislativo de la Prov. De Bs. As. en octubre de 2017. A pesar de ello entendemos que muchos pacientes no cuentan con otra posibilidad de atención más allá del sistema de salud público y nuestro Hospital es hoy en día, el único efector de salud pediátrico de la ciudad que cuenta con servicio de emergencia.
Durante reiteradas oportunidades los pediatras, enfermeros, psicólogos, personal administrativo y demás profesionales de la salud de este establecimiento nos hemos enfrentado a diferentes situaciones de violencia. Desde disconformidades en la atención hasta agresión verbal y psicológica. Nos parece importante dar a conocer esta situación a la población ya que entendemos que para construir una mejor calidad de atención necesitamos también la colaboración de aquellos que la requieren. Una situación de emergencia representa una cantidad de sensaciones tanto para la familia como para el personal de salud involucrado en el proceso de atención.
Posterior a un episodio de violencia nuestra voluntad de trabajo y capacidad de respuesta se ve afectada. Influye directamente en nuestra calidad de atención. Nos atraviesa, nos angustia y nos lleva a reflexionar sobre qué sociedad estamos construyendo entre todos.
Padecer un problema de salud es una condición de estrés para todos. Día a día tratamos de brindar contención para cada familia en particular. Priorizando una atención individualizada. Contemplar cada contexto y situación familiar es para nosotros una gran responsabilidad y un compromiso para con la profesión que elegimos, como así también un derecho de quienes acuden al servicio de salud.
La pediatría viene atravesando una de las mayores pérdidas en los últimos años en materia de recurso humano. Creemos que son múltiples las causas, entre ellas la situación económica actual del país que repercute en la necesidad de recurrir al pluriempleo, las extensas horas de guardia y las malas condiciones laborales a las que nos enfrentamos diariamente.
Muchas veces los médicos, enfermeros y todo el personal de salud, terminamos siendo los intermediarios entre un sistema de salud deficiente y la gente.
A nosotros, los que trabajamos como efectores de salud, nos ha pasado y nos pasa lo mismo que a todos, tenemos miedo, nos angustiamos, pero además tenemos la enorme responsabilidad de cuidar vidas, por elección, por vocación y porque es nuestra fuente de trabajo.
Nadie merece ser violentado ni física ni psicológicamente, como ocurre constantemente con el personal de salud, en diferentes lugares de nuestro país.
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