Recibieron un gran bolso de cartas los Reyes Magos

Por Sonia Elisabeth Rubino
Y se pusieron sus gafas para leer con atención como cada año.
Son muy responsables y también curiosos. Se quedan hasta alta horas de la noche para leer y leer.
Luego salen de compras y hacen lo que pueden. Son magos pero no pueden responder a todos los pedidos en épocas de crisis!
Evalúan, caminan y muchas veces discuten porque lo que a uno le parece al otro no...
Éste año tuvieron que ir al oculista pues sus lentes ya no ayudan mucho..Por suerte hasta ahora su obra social les cubrió los gastos!
Ufff! Respiraron felices!
Pero vamos al grano...de todas las cartas, de los millones de cartas una los dejó atónitos
La empezó a leer Gaspar y se le hizo un nudo en la garganta. Fue ahí que, Melchor la siguió en voz alta y Baltasar dejó su helado de chocolate que comenzó a derretirse.
Una letra pequeña en una carta prolija y decorada con les decía:
Queridos Reyes magos, yo les iba a pedir una bici rosa. Nunca tuve una.
Pero cambié de idea! Es muy cara y estuve pensando que la mochila se rompió a fin de año. A mi papá no le alcanza para los cuatro y la bici puede esperar.
Si ven alguna mochila rosa me gustaría para comenzar el año con algo que no esté roto ni remendado.
Entonces, mi papá estará aliviado y ustedes con menos peso.
Como mis hermanos aún no saben escribir les hice su carta.
Querían los arcos para jugar a la pelota y el equipo de fútbol.
Yo pienso que no es mala idea cubres y mochilas. Ellos no escucharon a mami llorar pero yo sí!
Se van a conformar! No se preocupen! Siempre lo hacemos!
Los queremos mucho y coman y beban antes de seguir su viaje!
Besos
P.D. No se olviden de mi bici para el año que viene! En casa siempre dicen que nunca hay que perder la esperanza!
Eso leían con ojos brillosos los tres atónitos amigos.
Y sin pensar dos veces, se fueron a su taller.
Ahí es donde reparan juguetes que otros tiran. Los pintan y dejan todo como nuevo.
A pesar de los miles de años que recorren el mundo nunca pierden su capacidad de asombro ni la sensación de ser niños otra vez.
No sé qué pasará! Aún no llegaron.
Lo que sí sé es que nada ni nadie le puede sacar a un niño la ilusión de abrir un regalo y recibir un juego.
Es noche de reyes y es mágica también!
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