Casado con el tango

"Toda la familia de mi madre, Leopoldina Vera, ha sido de cantores y guitarristas. Mi padre, que era procurador, también tocaba la guitarra: así, cantar para los míos, desde chico, fue la cosa más natural del mundo". Quien cuenta esto es Juan Carlos Casado, un chacabuquense nacido el 31 de mayo de 1939 a quien el canto, la guitarra y especialmente el tango acompañaron toda su vida.
Su primera subida a un escenario se produjo en 1952, cuando junto a un grupo de amigos concurrió al Cicles Club a presenciar un certamen de cantores. Allí, alguien lo invitó a participar y no se negó. 'Las rodillas me temblaban como castañuelas', relataría años después. La cuestión es que Casado subió y cantó acompañado por sus primos Aníbal Vera y Héctor Console y el padre de éste, todos con guitarra.
Se ve que su actuación fue muy destacada, porque a la semana lo llamaron para integrar la orquesta Betular, en la que había tocado Raúl Garello y donde Console tocaba el violín. Luego, pasó a la orquesta de Héctor Marsiletti y finalmente a la Splendid, que dirigía el pianista Ismael Etcheverry.
En pocos años Chacabuco le quedó chico y en 1956 Casado viajó a Buenos Aires para participar en un concurso de nuevas voces que Radio-Film organizaba en LR3 Radio Belgrano. Allí fue escuchado por los directivos de la emisora, que lo contrataron para integrar su orquesta estable, la cual era dirigida por el maestro Leopoldo Federico.
Su permanencia en la orquesta de la Radio se extendió hasta 1964, cuando en una actuación que tuvo en Patio de Tango (ex-Confitería La Armonía), ubicado en la avenida Corrientes, acompañado por las guitarras de José Canet, conoció a Osvaldo Piro. El conocido director se encontraba en búsqueda de un cantor, pues Carlos Nogués se iba a la orquesta de Héctor Varela.
Así, un año después Casado comienza a trabajar con Piro, con quien se presenta con gran éxito en el Festival de Tango de La Falda. También con Piro debuta en el disco con cuatro temas para el sello Alanicky: "Dice una guitarra', de los chacabuquenses Rubén y Raúl Garello; 'Enamorado estoy', 'Mimí Pinsón', y 'Por unos ojos negros'.
En los años siguientes la orquesta tuvo numerosas actuaciones en salones tangueros y estudios de televisión, y Casado pone su voz a otros cuatro temas para un disco editado por Philips. En este caso fueron las canciones "El puente', 'Duerme mi amor', 'Milonga triste' y 'Un regalo de reyes". El long play contenía además otros éxitos instrumentales de la orquesta de Piro.
En 1969, ingresa a la orquesta el cantante Alberto Hidalgo, con quien inauguran el local nocturno Michelangelo, en el barrio de San Telmo, y hacen una gira por Brasil y Uruguay, junto con otras grandes estrellas como Roberto Goyeneche y Horacio Deval.
Por esos años, Casado y la orquesta de Piro se presentaron en distintos países de la región, hasta que en 1971 las lesiones sufridas en un accidente automovilístico tuvieron al cantante de Chacabuco inactivo por un año. Su regreso fue a comienzos de
1973, pero como solista.
Cuenta uno de sus biógrafos que el año 1975 fue muy importante en la consolidación de su carrera, ya que, por una sugerencia de Alberto Podestá, el maestro Armando Pontier lo convocó para reemplazar a Oscar Ferrari como cantante de su orquesta. El debut fue en el mítico cabaret Marabú. Posteriormente, emprendieron una gira de 35 días por Chile.
Junto a Pontier, Casado actúa en la televisión y en Radio El Mundo, así como en bailes de importantes clubes y participa en un disco con seis temas: "Buenos Aires", "El hombre que fue ciudad", "Clavel del aire", 'Selección de tangos de Gardel y Le Pera', "Anoche' y 'Cuando tallan los recuerdos".
En noviembre de 1976, con la interpretación del tema 'Verano y piel', de Chico Novarro, Casado ganó el Festival de la Canción de Canal 11, lo cual le valió un contrato de exclusividad con Music- Hall y la grabación de su primer disco solista, acompañado por una orquesta dirigida y arreglada por Atilio Stampone. También como solista se presentó en el programa 'Grandes valores del tango', que por ese entonces era conducido por el actor Juan Carlos Thorry. Allí ganó el premio 'El trébol de oro', instituido por el auspiciante del ciclo.
En 1979 la orquesta realizó una larga gira de cuatro meses por Brasil, formando parte de una embajada artística que también integraban, entre otros, María Graña y Enrique Dumas.
Así siguieron las cosas hasta el 25 de diciembre de 1983, cuando el maestro Pontier decidió poner fin a su vida. Ante la disolución de la orquesta, Casado retoma su carrera como solista. Poco tiempo antes, había inaugurado en Buenos Aires un local nocturno, llamado Bien Porteño, en el que cantaba acompañado por una formación dirigida por Orlando Trípodi, a quien se sumaban importantes invitados, como Roberto Goyeneche, María Graña y el guitarrista Bartolomé Palermo y su conjunto.
En los años siguientes, Casado continuó presentándose en distintos escenarios de Buenos Aires y ciudades del interior, entre ellas Chacabuco. También se dedicó a su tarea como luthier.
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