La Cooperativa de Granjeros Unidos y sus 80 años en la vida de Chacabuco

Chacabuco tuvo a lo largo de su historia varias experiencias de cooperativismo agrario. Una de las que se mantiene vigente es la de la Cooperativa Agropecuaria de Granjeros Unidos, que el 12 de octubre pasado celebró sus 80 años.

La institución nació el 12 de octubre de 1944, cuando un grupo de agricultores y productores locales, movidos por la necesidad de unificar esfuerzos para canalizar mejor sus productos, convocó a una reunión en el Teatro Italiano de Chacabuco. Ese día se conformó formalmente la nueva entidad. En el sitio web de la Cooperativa se cuenta que entre los objetivos fundacionales estaba el de 'fomentar y comercializar productos derivados de la producción agrícola y ganadera de los pequeños productores de la región'.

El grupo inicial de la Cooperativa de Granjeros estuvo integrado por 66 socios. En un principio, la entidad tenía divididas sus actividades en diversas áreas, como las de avicultura, apicultura, cunicultura, cría y engorde de porcinos, tambo, fruticultura, horticultura y la producción de plantas textiles e industriales. En los primeros años la operatoria estuvo centrada en la comercialización de miel, huevos, alimentos balanceados y productos veterinarios.

La primera sede que tuvo la Cooperativa fue un local situado en la calle Pueyrredón, pero la permanencia allí fue breve, pues en 1949 se iniciaron las gestiones para adquirir el inmueble situado en la esquina de lo que hoy son las calles Belgrano e Italia.

No se trataba de una propiedad cualquiera. Por el contrario, era un edificio con historia en Chacabuco, pues se había construido en 1893. Inicialmente, el inmueble perteneció a la sociedad Álvarez Hnos, que se dedicaba a rubros diversos, como almacén, librería, venta de maquinaria agrícola, carpintería y acopio de cereales. Con sucursales en varias localidades, Álvarez Hnos fue un motor económico clave en la región, incluso actuando como corresponsal del Banco de la Provincia de Buenos Aires para transacciones internacionales.

Según relata el esbozo histórico de la Cooperativa, en 1916 la empresa Álvarez fue adquirida por Ángel Espinosa, que la rebautizó como El Águila y amplió sus actividades comerciales. 'Además de ser un destacado comerciante, Espinosa fue un líder comunitario, promoviendo la fundación del Banco Comercio e Industria de la ciudad y apoyando causas solidarias, como el socorro a los afectados por la inundación de los años 30. Su legado está profundamente ligado al desarrollo. económico y social de Chacabuco', cuenta la institución, y agrega que, tras retirarse de la actividad comercial, Espinosa se mudó a Buenos Aires, pero continuó vinculado a la ciudad hasta su fallecimiento, en 1943, a los 63 años.

También se señala que en la planta alta del edificio funcionó durante algunos años el Gran Hotel Argentino, gestionado por la familia Sffaeir. Además, en una parte del inmueble funcionó durante un tiempo la sede del Club River Plate. El lugar también fue escenario de diversos encuentros sociales.

Así fue que en 1949, y por un valor de 300.000 pesos, la Cooperativa de Granjeros adquirió ese inmueble, que incluía tres solares y locales comerciales. Ese mismo año, la institución compró un camión para el transporte de productos y se realizaron charlas informativas para los socios sobre temas como la inseminación artificial y la comercialización de leche. A partir de 1950, la Cooperativa comenzó a arrojar utilidades, consolidando su posición en la ciudad y el campo.

Con los años, la institución siguió ampliando sus servicios, comprando terrenos, instalando una cámara frigorífica y representando a la firma Cities Service Oil Company para la venta de combustibles. Además, la realización de las asambleas anuales estaban acompañadas por misas, almuerzos criollos y fiestas en las que se hacía la elección de la Reina de la Granja.

'A lo largo de los años, la Cooperativa se convirtió en un pilar de la comunidad, ayudando a los productores a enfrentar tanto los buenos como los malos tiempos. Con el paso del tiempo, se fue consolidando no sólo como una entidad económica, sino también como un lugar de encuentro y cooperación para los agricultores de la región', agrega la reseña de esta institución tan ligada, desde hace 80 años, a la historia de Chacabuco.