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'Al gobierno de Aiola le faltó radicalismo y política en los últimos cinco años'

07/07/2024
'Al gobierno de Aiola le faltó radicalismo y política en los últimos cinco años'

Mariano Camera es uno de los principales referentes del espacio Evolución Radical, fue concejal y Secretario de Gobierno en la primera parte de la última gestión de Juntos. A poco meses de que se renueven las autoridades partidarias opina que quienes han tomado decisiones en este último tiempo, como en el caso de Maximiliano Abad, presidente de la UCR provincial, 'no interpretan lo que realmente quiere el radicalismo'. Además, el exfuncionario habló de las distintas posiciones respecto al proximo proceso interno, donde claramente se inclina por la mirada de Martín Lousteau. Respecto al gobierno de Víctor Aiola, dijo 'Le faltó mucho radicalismo y mucha política a los últimos cuatro o cinco años de gestión'. 

Por Alejo Dentella


 

¿Dónde está parado el radicalismo?

-Esa pregunta es casualmente el problema que tiene el partido, y lo que tiene que resolver en los próximos meses. Tenemos que definir si somos Luis Petri que es parte del gobierno o si  somos Lousteau, que claramente es un opositor al gobierno. En ese abanico de posturas, el electorado y el afiliado radical, no sabe qué mirar, si mirar un extremo o el otro. 

Yo creo que claramente tenemos que hacer un partido de oposición que es el rol que nos dio la sociedad, y el rol en el que históricamente nos tenemos que posicionar, por lo que claramente significa el radicalismo. El radicalismo no tiene nada que ver con la política que está pregonando Milei, las políticas de fondo digo y claramente tenemos que cumplir un rol opositor. Nosotros hemos venido defendiendo banderas como son las instituciones democráticas,el estado y creo que la  postura de Milei va por otro lado, va totalmente contraria a esto. Los radicales no concebimos un país sin Estado como plantea Milei, o con un estado anárquico como plantea Milei. El radicalismo debe volver a sus orígenes, eso es lo que ha perdido en el transcurso del tiempo, por diferentes alianzas electorales, por conveniencias políticas, perdió esas banderas que históricamente había defendido y hoy caemos en esta disyuntiva, donde no sabemos cómo representar al radicalismo. 

 

-Martin Lousteau es uno de los pocos dirigentes políticos con cargo legislativo, que se tomó el trabajo de presentar un proyecto alternativo a la ley bases, y los radicales se salen a desenmascarar de Lousteau, ¿qué le pasa con esas cosas?    

-Yo creo que el partido no logra definir el rol que quiere ocupar dentro de la política actual, y tiene que volver a los orígenes. Nosotros somos opositores más allá de algunos errores que haya cometido Lousteau. La postura del partido tiene que ir por ahí, por ser claramente opositora, y el gobierno claramente lee eso y entiende eso, porque de alguna manera está disputando el voto del filo radical, sabe que el voto duro del Kirchnerismo nunca lo va a tener, entonces va por un voto antikirchnerista. Milei chupó el voto PRO y chupó gran parte del voto radical. Milei no tiene el 54% de los votos que sacó en las últimas elecciones, ganó en balotaje. Milei tiene el 30% y monedita, después es más por el antiperonismo y el antikirchnerismo el voto que capitalizó.

A veces se enojan porque nuestros legisladores votan cosas juntas con el kirchnerismo, y nosotros tenemos que saber diferenciar, si se vota el financiamiento para las universidades, son banderas que el radicalismo ha defendido históricamente. El radicalismo tiene que volver a sus fuentes y recuperar esas banderas que nos hicieron uno de los partidos más importante de la Argentina. 

 

-Cuando se vive un proceso tan extendido en el tiempo de pérdida de identidad, y de distintas frustraciones del rol que les tocó cumplir durante la gestión de Mauricio Macri, ¿no es momento justo para encarar un proceso interno?

-No se trata de dilatarlo infinitamente. Con este contexto económico y político, que un partido vaya a elecciones, no es lo ideal. A mi me parece bárbaro y creo que es una de las herramientas para recuperar el radicalismo y la democracia interna, no sé si a través de un proceso de elecciones internas, pero tal vez lo que tiene que recuperar el radicalismo es el debate y la participación interna que no se ha dado en este tiempo. Abad ha tenido una forma de dirigir al partido totalmente autónoma, sin consulta, donde ha hecho lo que quiso con el partido. Eso es lo que tenemos que cambiar, y lo hacemos aportando nuestro granito de arena dentro del espacio Evolución radical. 

 

-Cuando llegó Víctor Aiola a la política los acusaba de tener soldada la puerta y el partido con telarañas. Estuvieron ocho años en el gobierno y no se visualizó la dinámica de la relación entre el gobierno y partido, el comité estuvo cerrado, ¿cuál es la situación hoy? 

-Sigue igual, no se da. Creó el partido tiene que tener en este momento, en el que necesitamos más debate y participación, las puestas más abierta que nunca, y los dirigentes políticos tienen que hacer lo que dicen que van que a hacer, porque Aiola fue uno de los casos que llegó planteando una forma de trabajo dentro del radicalismo, y después en los hechos no ocurrió eso. Y gobernó Chacabuco de la misma manera que gobernó Abad en la provincia, con una sola voz, cuando todo el que opinaba o planteaba que el camino era otro, era alejado, no escuchado y apartado. El tiempo va mostrando quién tenía razón y si los caminos que se tomaron en su momento eran acertados o no. Hoy todos abrieron los ojos y todos se dieron cuenta que nos estuvimos equivocando los últimos años de gestión, pero mientras tanto estaban cómodos en su zona de confort en la gestión y nadie abría el comité o nadie le ponía el cascabel al gato para plantear las cosas que estaban haciendo mal. Lamentablemente cuando muchos de esos dirigentes, que hoy reconocen estos errores, se dieron cuenta que las cosas estaban saliendo mal y ya es demasiado tarde. 

 

-¿Qué pasó entre la primera y segunda gestión?

-Creo que Victor se cerró mucho, no se abrió al partido, no escuchó aquellas personas que querían que le fuera bien, y dejó de trabajar en la conformación de equipo como había sido la primera parte de la gestión. Y creo que se incorporó gente que no interpreta las ideas que el radicalismo históricamente venía proponiendo y que quería cambiar el Municipio. Le faltó mucho radicalismo y mucha política en los últimos cuatro a cinco años de gestión.

 

-Si hay algo que le permite a la Unión Cívica Radical mantener viva la expectativas de algún futuro mejor es justamente la territorialidad en el interior del pais, ¿qué sucede con los dirigentes del interior?

-Por ahí tiene que resurgir el radicalismo, por los dirigentes del interior, nunca se les ha dado la participación necesaria, a gobernadores o intendentes que gobiernan exitosamente en muchos distritos, y que realmente sienten y viven el día a día las necesidades de la gente. Quienes han tomado decisiones desde el partido, como en el caso de Abad, lo han hecho desde una banca del senado de la Nación y tal vez no interpretan lo que realmente quiere el radicalismo. 

 

-¿Por qué ganó Milei?

-Por lo mal que hizo las cosas la política en este último tiempo. La gente se hartó, no tengo ninguna duda. En otro contexto hubiese sido imposible que gane una elección Mile. Tenemos una deuda social muy grande con la democracia quienes estamos en política, porque sinceramente desde 1983 hasta acá, hubo muchas demandas sociales que la política no pudo resolver, y la gente se hartó. Se creó un producto que potenció y canalizó todo el enojo de la gente, y es Milei.  

 

-El partido decidió que vayan a elecciones internas, en Chacabuco ¿van a forzar la posibilidad de un acuerdo?

-El partido definió una fecha de renovación de autoridades, está abierto el juego. De la boca para afuera todos proponen que no haya elección interna, que se conforme una lista de unidad. Pero los políticos tienen que empezar a hacer lo que dicen que van a hacer. Hay que ver cuáles son las voluntades y los gestos de aquellos que tienen la posibilidad de dirigir los diferentes espacios políticos para que no tengamos que atravesar un proceso interno que sería lamentable para el radicalismo. Espero que los dirigentes tengan la grandeza necesaria. 

 

-¿La realidad no va a terminar forzando a que se paren de distintos modos?

-Seguramente va a ocurrir. Pero insisto en la voluntad y capacidad de los dirigentes para definir qué es el radicalismo, qué va a defender, y dónde vamos a estar parados. Si vamos a ser parte de la lucha de los desposeídos o vamos a ser parte de este gobierno que no tiene nada que ver con eso. Es la discusión que hay que sanjar, y definir qué es el radicalismo. En el medio tenemos a Petri, a De Loredo, a Lousteau. 

 

-De la ruptura de Juntos, la implosion del PRO y los cabildeos radicales, ¿puede salir algo nuevo con espíritu frentista?

-Ojalá. Yo creo que sí. En este reacomodamiento que se va a dar, el radicalismo tiene que definir quién es, y juntarse con aquellos sectores que coincidan con el tipo de política que queremos implementar. Si nos vamos a unir con gente por cuestiones de arquitectura electoral, sabemos que eso es cortoplacista, dura mienta dura un gobierno, después vuela por el aire. Si vamos a tener socios, que nos permitan caminar juntos más tiempo. 

 

-En este nuevo escenario, ¿qué lugar ocupan Diego Rodrigo, Agustín Máspoli y Víctor Aiola?

-El radicalismo tiene que sumar a todo el mundo, dar las discusiones que tiene que dar, y meterle todos juntos para adelante. 

 

-¿Son Aiola-dependientes?

-No, para nada. Creo que ha quedado demostrado. Diego es un gran amigo. Pero lo personal está por encima. De él hemos aprendido muchísimo y seguimos aprendiendo, y uno en el caminar de la política quiere tenerlo siempre al lado. Todos hablan y opinan de Diego Rodrigo porque es el dirigente radical más importante que ha tenido la ciudad de Chacabuco. Muchas veces cuestionado, o no valorado. 

 

-Agustín Máspoli pretende ser el conductor del radicalismo que viene, ¿creés que está en condiciones de serlo?

-Estoy hablando mucho con Agustín, no creo que sea su intención. Es una persona que seguramente tiene mucho para aportar en este proceso de unidad que se viene. Y Víctor no está participando de las últimas reuniones, creo que se ha equivocado mucho en los últimos años de gestión, si él hubiese hecho el aporte necesario no estaríamos tan en el fondo del tacho, y podríamos haber alcanzado un proceso de reconstrucción unos escalones más arriba. No obstante eso, es uno de los dirigentes más importantes de Chacabuco y espero que también esté sentado en la mesa con el resto de los sectores.

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