'Deberiamos generar coincidencias en cuestiones que importan a la sociedad'

Por Alejo Dentella
El abogado Ignacio Orsini transitó intermitentemente entre el Ejecutivo y Legislativo durante las dos gestiones de Víctor Aiola. Hoy, como concejal opositor dentro del bloque de Juntos, se refiere a la necesidad de generar consensos y agendas comunes entre partidos para abordar problemas estructurales y asegura que la complejidad se da por la paridad electoral. En diálogo con Arrancamos Tarde (FM Radio Ultra 98.9) se refiere además a la ruptura del PRO a nivel local y nacional y confiesa: 'Algunos levantábamos la mano en las reuniones seccionales y argumentábamos que en el territorio la veíamos muy complicada, y no nos escuchaban. Había un sector, que fue el de Patricia, que terminó rompiendo el espacio y es difícil construir a partir de eso'.
-De la faceta ejecutiva o legislativa, ¿cuál te sienta mejor?
-La ejecutiva me gusta más. Es más dinámica, estás en el día a día. El Concejo Deliberante es otra cosa, sos el brazo político del espacio que estás representando. Lo que tiene que ver con la resolución inmediata de conflictos y manejo de gabinete, no tiene nada que ver. Cuando terminaba el día en la gestión, podía hacer un reconto de lo que había hecho, pero tampoco tenés tiempo para detergente, te ponés el casco y vas para adelante. En el Concejo es más difuso. Es distinto. Incluso en los tiempos. Lo lindo es que uno puede parar la pelota, ver las cosas de otra manera. Más cuando fuiste oficialismo y sabés lo que ocurre del otro lado.
-¿Cómo se busca el equilibrio para no cambiar de visión sobre distintos temas cuando se es oficialismo y oposición?
-Ocurre y nos pasa a todos. Incluso, a veces queremos presentar un proyecto y lo discutimos, y ya lo había presentado el oficialismo hacía un año cuando eran oposicion. Lo esencial y los principios tienen que mantenerse. No pueden estar planteados o dispuestos de acuerdo al lugar que ocupás. No puedo darme vuelta frente a una situación cuando hasta el año pasado pensaba de otra forma. Hay que encontrar un equilibrio, pero tiene que pesar poder sostenerse y mantenerse en una postura ideológica.
-Nos remite a una vieja discusión sobre la necesidad de tener una agenda común para pensar políticas públicas entre los partidos tradicionales….
-Me parece que se ha avanzado mucho más allá de la chicana, o de lo que se ve para afuera. Pero sí, están pendientes las cuestiones estructurales más básicas como ciudad. Es difícil poder trabajarlo. El ámbito del Concejo Deliberante no es suficiente, tiene que ampliarse a una mesa más grande, con participación partidaria, y en años como este, quizás, que no son electorales. Sería interesante trabajar en lugares comunes. Y luego pensar en las plataformas electorales, que tengan puntos en común.
Si vos traés a otro concejal, como por ejemplo, Marcos Peralta, probablemente coincidamos en 4 de 5 puntos. Hay necesidades que tiene la ciudad que deberían generar coincidencias. Lo que cuesta es poder llevar adelante esas políticas, ponerlas en práctica.
-Cristian Ritondo, en una aproximacion de lo que deberian ser politicas de estadio, planteó la necesidad de buscar consensos para que el puerto que se utilice para exportar gas sea el de Bahía Blanca y no el de Río Negro, es una posibilidad de inversión y de negocios que implica un bien común para la Provincia…
-Es un buen ejemplo. La dimensión que tiene, amerita que se plantee. Está todo bien con Río Ngero, pero pensarlo como bonaerense es importante. Hay políticas que tienen que ser claras, y tienen que tener los consensos suficientes. La política en Chacabuco, en ese sentido, es bastante complicada. Nos cuesta más que en otros lugares.
-¿Tiene que ver con la paridad electoral que hace que la alternancia sea siempre una posibilidad?
-Creo que tiene que ver con eso. Bajar algunas banderas es complicado en pos del sentido común y de políticas de estado para la comunidad. Le pasa al Gobierno nacional, pone algunas banderas ideológicas por delante sin sentido, cuando hay consensos que incluso le hubieran permitido avanzar con mayor facilidad. Es complicado hacia adentro.
-Si ustedes tuvieran alguna idea para aportar en cuestiones puntuales como el tránsito, lo podrian hacer y generar una solución para un posible gobierno futuro…
-Creo que hubo un momento en la gestión de Víctor Aiola en la que hubo buenos resultados. O por lo menos había resultados a la vista de algunos cambios. En los primeros años de la gestión hubo un cambio en materia de tránsito. Después -no sé si por motivo de la pandemia- se volvió a descontrolar. Ahora hubo un accidente fatal y volvió la discusión sobre los camiones o acoplados. Nosotros también tuvimos esa problemática, no sé cómo lo habrán resuelto internamente pero se vio menos oposición del lado de los transportistas. Pero es una realidad, y es lo que hay que hacer. La solución no es que los acoplados estén en la calle, es un peligro.
-Y la situación está agravada porque se trataba de un taller metalúrgico que utiliza el espacio como lugar de trabajo…
-Por eso. Es complicado, y tenemos que ser inflexibles. El Gobierno local indicó que va a hacer algunas modificaciones y aseguró que quiere involucrar al Concejo Deliberante. Me parece bien. Nosotros vamos a acompañar en eso. Hay que tener una postura inflexible, lo mismo que ocurre con las motos. Hoy hablamos de usar casco o no, es un sinsentido. Hoy le toca al Gobierno de Darío Golía tomar esas decisiones, y si tienen un costo político tiene que asumirlo. Es inevitable. Y a la larga la gente lo valora, y lo que comienza siendo un costo político termina siendo un rédito. Por el tema de las bicisendas van a llamar a una consulta popular. Quizás esté bien, las decisiones hay que tomarlas.
-Hemos tenido comerciantes que en su momento se quejaron por la falta de estacionamiento, se le fue buscando una vuelta, pero sigue siendo un tema, ¿escucharon a la gente en algún momento?
-Se tomó la decisión de implementar una política de movilidad urbana innovadora para una ciudad bastante conservadora como es Chacabuco. Y por supuesto que esas cuestiones siempre traen debate. Yo lo he tenido internamente. A mí me han puteado: mi suegro, mi socio. Hablo con sinceridad. Era un tema de debate. Por otro lado escuchaba mucha gente que estaba contenta, que se sentía más segura. Hoy tampoco tenemos una certeza de que haya un consenso generalizado. Sino lo hubiera hecho el gobierno actual. Creo que tendría que haber habido una prueba piloto. Hay cuadras que no deberían tener bicisenda.
-Mauricio Macri va a asumir como presidente del PRO nacional, ¿cómo se da el ordenamiento institucional?
-Concretamente, no lo sé. El PRO es el tercer partido nacional, pero todavía tiene un recorrido muy corto. Tiene muchos pecados de origen, falta mucho en lo institucional y lo orgánico. Soy muy crítico pero creo que está en vías de solución. La llegada del gobierno de Milei precipitó muchas cosas. El corrimiento de Bullrich creo que era lógico, está integrando un gobierno del cual no somos parte, aunque tengamos buenas intenciones de acompañamiento. Desde que Patricia tomó esa decisión, creo que tenía que dar un paso al costado como presidenta del partido, y hubiese evitado el papelón que ocurrió hace un mes en la elección de la asamblea.
-¿Cuál te imaginás que puede ser el rol de Horacio Rodríguez Larreta en el futuro inmediato?
-Hoy no sé cómo ubicarlo a Horacio, estamos expectantes del lugar que le va a tocar. Me parece que va a depender del éxito o fracaso del Gobierno de Milei y cómo quede parado el PRO.
Me parece que el PRO fue bastante injusto con Larreta el año pasado en esa interna que fue una carnicería. A algunos que levantábamos la mano en las reuniones seccionales y argumentamos que en el territorio la veíamos muy complicada no nos escuchaban. Había un sector que fue el de Patricia que terminó rompiendo el espacio y es difícil construir a partir de eso. Larreta tuvo el error de creer que era ya presidente. Todo indicaba eso. Pero nadie vio venir a Milei ni la interna que tuvimos.
Juntos era un espacio de centro por su componente, por tener el radicalismo adentro. Eso lo tiramos por la borda, no quiere decir que esté absolutamente roto y que no existan posibilidades de que pueda confluir con algunas modificaciones. Sería una lástima dejarlo de lado por las circunstancias que estamos atravesando.
-¿Qué pasa con el PRO en Chacabuco?
-Por el momento no hay una conducción local. En Chacabuco tenemos algunas particularidades que por ahí no se dan en todos lados. Particularidades muy particulares. No reniego de eso. Lo que queremos es que no se hable 'del PRO de este, del PRO del otro'. Es inevitable, porque contribuimos todas las partes. Si hablo por mí, siempre estuve en la lista del PRO.
-¿Por qué se rompe el bloque?
-El bloque se rompe con la votación de la presidencia del Concejo Deliberante, teníamos un acuerdo muy claro y a último momento nos dieron la noticia de que iban a apoyar a Tomás Domínguez. Uno de ellos me vino a ver que el presidente del bloque iba a ser yo, y que el presidente del Concejo iba a ser Loli Serritella, esa iba a ser la propuesta. No tenía objeción, y tampoco tenía más votos que el mío. El acuerdo estaba 'cocinado'. Y a último momento nos pusimos en conocimiento de que iban a apoyar al oficialismo y ahí se rompe el bloque.
-¿Esa decisión remite a Marcelo Daletto?
-Habría que preguntárselo a él. Lo que dije es lo que pasó, tengo que ser sincero. Además habían hecho público cuál iba a ser su posición. Alejandro Cieri termina envuelto en una confusión que tiene parte del sector y no les permite consolidarse. Hay una falta de identidad que los complica. No digo que no tenga buenas características de un buen cuadro político, pero hay decisiones que tienen consecuencias. Por lo menos en lo inmediato. Lo mismo pasa con Jorgelina (Soñez) aunque es radical y no me voy a meter.
-¿Marcelo Daletto es PRO?
-El problema es la confusión. El grupo de ellos en la Cuarta Sección es fuerte, pero en el único lugar donde se llaman PRO es acá. Si querés ser del PRO tenés que actuar como tal.
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