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'El enamoramiento del dólar bajo va a traer problemas serios'

17/11/2024
'El enamoramiento del dólar bajo va a traer problemas serios'

Mientras el PRO de Mauricio Macri no termina de definir su posición respecto al Gobierno de Javier Milei, el senador provincial Marcelo Daletto, alineado con Emilio Monzó, trabajan en el armado de un espacio de centro que apoya algunas de las medidas del Gobierno 'pero con independencia y autonomía en la toma de decisiones'. En diálogo con este medio, se muestra contrario a las formas 'autoritarias', habla de las diferencias entre el ajuste de Milei y el de Axel Kicillof y asegura que 'la principal función del estado es lo social y la obra pública, para eso la gente paga impuestos'. Respecto a las políticas macro del Ministerio de Economía, cree que 'el enamoramiento de un dólar bajo va a traer serios problemas y no tienen espaldas para aguantar'. Además, pondera la gestión de Darío Golía, de quien asegura que 'la experiencia se nota en su regreso'. 


 

Por Martina Dentella 

 

-Mientras el PRO no termina de definir su posición como partido, ¿con qué espacios tenés un acercamiento?

-Sí la Argentina del año que viene se divide en tres partes -sacando la izquierda, con todo respeto- el kirchnerismo en un extremo, Milei en el otro, y se arma algo del centro donde estén parte del PRO, parte del radicalismo y el peronismo republicano yo voy a estar en ese centro. Dentro del PRO tenés hoy sectores como el de Macri que quieren estar con Milei pero tampoco lo están, y por lo tanto tampoco sabemos si van a estar en el centro el año que viene. O sectores como el de Larreta, con el que  trabajamos junto a Emilio Monzó permanentemente, con quienes queremos armar el centro para apoyar aquellas cuestiones con las que estamos de acuerdo con Milei. Es más, la mayoría de las leyes que sacó Milei las sacó con apoyo de nuestro espacio, especialmente aquellas que tienen que ver con el equilibrio fiscal y la racionalización del Estado, pero no vamos a acompañar ninguna cuestión que tenga que ver con tratar de instalar ideas autoritarias en Argentina. Todo eso lo vamos a discutir con mayor autonomía en el centro y no desde adentro del Gobierno. Esa es la realidad del movimiento que el triunfo de Milei le dio a todos los espacios. No tenés al PRO en un mismo lugar, tampoco al radicalismo y el tiempo va a ir acomodando todo esto. Mi postura es la de toda la vida, hay cosas en las que estoy de acuerdo desde que tengo catorce años y las voy a seguir defendiendo pero creo que en este momento hay que enfrentarlo desde un espacio de centro que a muchas cosas buenas que ha hecho este Gobierno, le de perspectiva de largo plazo. Y eso no se va a hacer si nos paramos desde un extremo convulsionado y peleándonos como hace Milei. 

 

-¿Te ves articulando a largo plazo con radicales como Martín Lousteau, Facundo Manes?

-Con el radicalismo trabajo a diario, con el PRO igual. Reconociendo que dentro de los que estuvieron en Juntos hay algunos que tienen una postura de pegarse a Milei y hay algunos que tenemos la postura de apoyar algunas cosas pero con independencia. La verdad y el resultado se sabrá con el tiempo. Yo me veo dándole fuerza a un espacio que le de largo plazo a las medidas que necesita Argentina para generar bienestar. 

 

-¿Por qué la sociedad le dio la espalda electoralmente a Horacio Rodríguez Larreta?

-La sociedad le dio la espalda a Rodríguez Larreta y a Patricia Bullrich. Le dio la espalda a Juntos, o mejor dicho, no le dio la espalda para que estén primeros. Seguramente porque hay una crisis de Juntos que tiene que ver con una serie de factores, puede ser que nunca se hizo una autocrítica, o a la sociedad no le quedó claro por qué no se dieron muchos resultados cuando nos tocó gobernar del 2015 al 2019;  o porque la interna no cayó bien o los candidatos no fueron los mejores, pero todo eso ya pasó. La gente vio mayor claridad en el mensaje de cambio de Milei que en los dos candidatos de Juntos, que no lograron sacar más votos que Milei entre ambos. Más allá del resultado, uno no sale corriendo. Uno hace política de acuerdo a lo que cree mejor para el país y yo sinceramente entiendo la claridad de Milei para expresarse durante la campaña, pero también entiendo que el autoritarismo de sus expresiones, de su gobierno y de su forma de ser, no conduce a buen puerto. Y que todo proceso político arranca bien, pero si uno ve que algo no es correcto tiene que decirlo, y no por eso le vamos a poner trabas. Todo lo contrario. Las leyes salieron en el Congreso gracias a los legisladores que representan este centro. 

 

-¿Te preocupa alguna de las políticas que implementa el Gobierno nacional?

-Me preocupan más las formas que el fondo. Creo que el equilibrio fiscal se puede lograr, por ejemplo, sacando ventajas tributarias que se le dan a muchos grupos económicos como el de Tierra del Fuego, y no ajustando a jubilados y universidades nacionales. Así lo manifestamos en el Congreso. Comparto lo que dice el presidente, a cada propuesta hay que acompañarla con su costo fiscal, nosotros somos muy claros en eso. Hay que racionalizar el Estado, y muchas de las cosas que se quieren hacer de fondo, pero las formas son con consensos. Si uno logra reformar agarradas de los pelos, el país se la va a pasar en un péndulo, de un lado para otro, y eso no da seguridad. ¿Quién va a invertir con el RIGI si un gobernador y un presidente se están peleando todo el día? Las formas de este Gobierno me preocupan muchísimo porque le dan corto plazo y la Argentina necesita largo plazo para crecer. 

 

-Los indicadores macro mejoran, pero la realidad tangible de más de un 50 por ciento de la población es otra, ¿creés que esto se puede sostener?¿qué es lo que estás viendo?

-Hay una forma de explicar está situación económica comparándola con la de Macri, que aplicó shock monetario y gradualismo fiscal. A la semana liberó el cepo, y eso liberó muchas energías inversoras, y fue muy gradual en lo fiscal. Eso le generó un serio problema en el 2018, hubo un cimbronazo monetario. Este Gobierno es al revés, es gradual en lo monetario -todavía no liberó el cepo- pero es de shock en lo fiscal. Creo que los dos gradualismos traen problemas, y creo que este Gobierno hizo muchas cosas bien, como el gradualismo fiscal, vemos cómo el país está gastando solo lo que le entra. Eso tiene un valor, aunque nunca es feliz. El problema es que se enamoró del dólar bajo, y eso hace que la Argentina sea cara y tenga una inflación en dólares fenomenal. Eso en algún momento se va a acomodar, va a generar un cimbronazo, y si no se tiene espalda social, política y consenso, es difícil pasarlo. El peronismo ha pasado muchas veces por crisis pero tiene espalda para pasarla, recordemos a Duhalde. Este Gobierno no tiene espalda para pasar una crisis, y el enamoramiento al dólar bajo, va a traer problemas. Tendrían que haber permitido que el dólar siga su curso pero como eso genera inflación prefieren aprisionar. Es como una olla a presión y cuando cede, no cede de forma gradual, sino de golpe. Es importantísimo dejar de pelear y ponerse de acuerdo en todos los espacios. 

 

-¿Creés que esos indicadores se van a traducir en algún momento en mejoras para las mayorías?

-Sí, si se le da largo plazo. Para eso es necesario dejar de pelear, de hacer guiones de películas de Netflix tan dramáticas. Y lograr una unidad como la que logró, por ejemplo, Duhalde en el 2001 con amplios sectores de la sociedad Argentina. Lo mismo puede darse acá, pero si seguimos peleando, tarde o temprano va a llamar a la puerta la crisis. En lo político está todo mal. 

 

-¿Cuáles son las diferencias entre el ajuste que está llevando adelante el Gobierno de LLA y el de Axel Kicillof del que venís hablando en las últimas semanas?

-A Milei le gusta ostentarlo y Kicillof tiene vergüenza del ajuste que hizo. Kicillof empezó el 2024 con cuatro masas salariales y media abajo. Si seguía aumentando el gasto público por la inflación hoy la Provincia estaba pagando con patacones. Kicillof, comparado con igual semestre del 2023, la inflación fue del 276% y el gasto lo aumentó un 204%, eso quiere decir que el gasto lo aumentó por debajo de la inflación. Si miramos el primer bimestre, ese ajuste fue de dos billones y medio, que no se lo actualizó a los empleados bonaerenses, a los jubilados, a la obra pública, y otros gastos varios. No lo digo como una crítica, la realidad lo obligó a hacer esto. Y si no lo hacía hoy estaría pagando con patacones, y los trabajadores y jubilados iban a estar peor. La diferencia es que a Kicillof no le gusta decirlo, pero los números están escritos. Por otro lado, a Milei le gusta provocar con eso. 

 

-La obra pública no se paró en la Provincia de Buenos Aires, los alimentos llegan a los comedores, distintos programas sociales continúan, los medicamentos oncológicos no se cortaron, etc. ¿Esa no es una diferencia de cómo hacer un ajuste?

-En primer lugar quiere decir que en el 2023 había mucha plata porque hoy con menos plata seguimos haciendo esas cosas, quiere decir que había margen para achicarse. Y yo estoy totalmente de acuerdo con que los Gobiernos tienen que hacer esfuerzos para cubrir los fines sin gastarlo en los medios. El Gobierno no puede parar con el gasto social, al contrario, lo tiene que incrementar. Y lo mismo con la obra pública. Tengo presentado un proyecto de ley para que la provincia pase gradualmente de gastar esos 5 o 6 puntos que gasta en capital y llegar al 20% como lo tienen las provincias que mejor infraestructura tienen.  Eso no quiere decir que uno esté con Kicillof o contra Milei. Pero la principal función del estado es lo social y la obra pública. Totalmente de acuerdo con que ese gasto tenga incrementos. Para eso la gente paga impuestos. 

 

-Los concejales que se sienten representados por Marcelo Daletto participaron de una reunión con instituciones que organizó el Gobierno municipal, ¿qué pensás de esa posibilidad de tejer puentes?

-Tengo un proyecto de crear unicameralidad a nivel provincial como tienen otras provincias argentinas, porque el principal beneficio no es dar mayor agilidad y menor costo al poder legislativo sino votar cada cuatro años. Si todos los años pares votamos, solo tenemos consensos en el año par, y en el impar nos tenemos que pelear con el mismo con el que acordamos el año anterior. Eso es lo normal, y sin embargo yo a Darío Golía le quiero ganar, porque creo que mi propuesta es mejor, porque él está en el kirchnerismo y yo en el antikirchnerismo. Pero una vez que la gente vota, hay que apoyar. Darío Golía es mi intendente hasta el 10 de diciembre del 2027 y voy a hacer todo lo posible para que Juntos tenga un mejor candidato que él y ganarle. Pero hasta es día, hay que trabajar para que él tenga la mejor gestión. No es por Darío, es por los vecinos. Es lo que corresponde.

 

-¿Qué valoración hacés de su gestión?

-Muy buena, porque Darío es una persona que tiene experiencia. Tiene la posibilidad de hacer una mejor gestión que durante los ocho años que gobernó previamente. Los dirigentes tienen muchas características que los hace siempre iguales, pero la experiencia los hace mejorar. Yo hubiera preferido que fuese Alejo Pérez, pero hay que aprovechar la experiencia de Darío. Y todo intendente tienen que aprovechar a los intendentes que ya estuvieron. Hay un gran aprendizaje en todos los que pasaron por el Municipio. Nosotros estamos para ayudarlo, yo me comunico permanentemente con él para ofrecerme y ayudarlo y él lo mismo. Ya estamos grandes para pelearnos. Ahora, cuando llegue la elección, le vamos a tener que ganar.

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