'El hambre no tiene final feliz'

Con esa frase, la semana pasada, UNICEF Argentina lanzó una campaña con el objetivo de advertir sobre la situación de pobreza que enfrentan chicas y chicos en nuestro país. El dato que publica la organización es tremendo: cada día, un millón de niñas y niños se van a la cama sin cenar. Para entender mejor el asunto, consultamos al médico pediatra -y ex intendente de Chacabuco- Víctor Aiola, y a la nutricionista MP 966, María Rosa Bertella, quien se desempeña en el equipo de Nutrición del área de Salud municipal.
'Más de siete millones de chicas y chicos viven en la pobreza monetaria. El aumento de los precios y el estancamiento económico desde hace más de una década han incidido en la capacidad de generación de ingresos de millones de hogares con niñas y niños', afirma en su web UNICEF Argentina. En este contexto, a través de un spot protagonizado por una madre con su hijo, la campaña busca reflejar la situación que atraviesan las familias que se saltean una comida o en muchos casos se van a la cama sin cenar.
'No solamente un millón de niños no cenan. Independientemente de eso, han disminuido las ventas de alimentos para el desayuno y la merienda. Es decir: muchos solamente comen cuando asisten a los establecimientos escolares, complicándose, obviamente, durante los fines de semana. También uno analiza los consumos y ve que diez millones de familias han disminuido en los últimos meses el consumo de carnes y lácteos en un gran porcentaje. En frutas y verduras disminuyó un 58%, por ejemplo. Y a su vez ha aumentado un 24% el consumo de harinas y fideos, que son hidratos de carbono', aporta Aiola, y añade: 'todos sabemos que un niño en desarrollo lo que necesita son proteínas de alto valor biológico, sobre todo las derivadas de la carne y de los lácteos. Esto genera una gran preocupación porque en el futuro estos niños -y estamos hablando de un gran porcentaje de la población- no tendrán las mismas oportunidades que uno que se alimenta bien'.
Por su parte Bertella afirma que esto 'no es algo nuevo; venimos de una situación de dificultad, lo cual impide un adecuado acceso a la alimentación desde hace muchos años, pero sí es cierto que ahora se agudizó, sobre todo en este último tiempo, con las últimas medidas, en donde es muy difícil acceder a una alimentación adecuada. Uno ve en la práctica laboral, al hablar con los pacientes: ellos empiezan a decir ´esto no lo compro, esto ya no lo como, esto no lo consumo´. Entonces, lamentablemente, este informe, no fue sorpresa, pero sí es dramático en cuanto a que son niños que están creciendo, no estamos hablando ni siquiera de adultos'.
Las consecuencias
En cuanto a lo que se puede esperar de una mala alimentación en niños, el pediatra explica: 'que un niño que está en constante crecimiento y desarrollo del sistema nervioso, desarrollando su cuerpo, no cene, es algo grave porque está en ayunas más de 12 horas, hasta que vuelve a comer. Esto tiene un impacto importante en el desarrollo de las capacidades cognitivas y también en el desenvolvimiento dentro de la escuela. Hay un dicho: ´Con el estómago vacío no se puede pensar´ y si no se puede pensar, no se puede aprender, lo cual es algo muy grave. Un niño que no cena, o que no se alimenta como corresponde, es muy difícil que pueda desarrollar todas sus capacidades. Esto es como si vos tenés una Ferrari y le cargas kerosene o un nafta común. No va a desarrollar todas las potencialidades que tiene, porque el combustible que está recibiendo no es el adecuado. Bueno, lo mismo pasa con el cuerpo. Y eso plantea un futuro bastante difícil, sobre todo cuando no hay una política de protección de ingresos: casi el 60% de las familias están con ingresos por debajo de las necesidades básicas. Es decir, no solamente no pueden acceder al alimento, sino que tampoco pueden acceder a la salud, a la educación, a un montón de situaciones que deberían estar cubiertas'.
Buscar alternativas
La nutricionista nos dice que, frente a este escenario, 'uno siempre trata de acompañar, trata de ofrecer herramientas y estrategias para que las consecuencias no sean tan nefastas. Y es importante también, que siempre, en los momentos de dificultad, las personas se acerquen a los profesionales de la salud'. Asimismo, nos comenta que a veces, 'por la desinformación, las personas consumen determinados alimentos y no consumen otros'. En este sentido, explica: 'el típico grupo de alimentos que no se consume, y que es muy completo, son las legumbres. En nuestro país no consumimos lentejas, ni garbanzos, ni porotos, ni arvejas. Y la verdad es que si uno aprende a cocinarlos, hasta podemos hacernos preparaciones dulces, no necesariamente tenemos que pensar en el guiso: podemos hacernos tortas, postres, galletitas. Por eso siempre tratamos de ofrecer recetas con los alimentos que dan en los bolsines, para que las personas también puedan variar las preparaciones y no coman siempre lo mismo'. La profesional también destaca que 'hay otros cereales que también son muy nutritivos y que son accesibles, como el mijo, u otros tipos de arroz. En el caso de la harina es mejor que no sea blanca, sino que sea integral. Se pueden evitar las frituras, o en lugar de consumir jugos o gaseosas, es mejor consumir agua y destinar ese dinero para otros alimentos. Por supuesto, siempre fomentamos la realización de huertas, de tener en la casa algún tipo de cultivo que se pueda sostener. Y a veces, también por desconocimiento, las personas comen más carne de la necesaria; en realidad, con una porción chica las proteínas se cubren y no es necesario consumir tanta carne'.
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