'El nuevo pueblo nacía a la vida sin la solemnidad de las fundaciones clásicas'

Quizás sería más justo que el aniversario de Chacabuco se conmemore los 7 de enero, que fue el día de 1866 en el que un juez de Paz de Salto puso en funciones a las primeras autoridades locales. Sin embargo, el paso de las décadas dejó como fecha establecida el 5 de agosto, porque un día como ese, del año 1865, el gobernador Mariano Saavedra emitió un decreto en el que, para premiar 'el patriotismo y decisión' de la Guardia Nacional de la Provincia en la lucha en el Paraguay, se encargaba al Departamento Topográfico el trazado y amojonamiento de un pueblo, cuyas parcelas se entregarían a esos soldados. Por eso, el nombre de la nueva población sería Guardia Nacional.

Un año y medio antes, el 24 de febrero de 1864, otro decreto provincial había dispuesto la creación de ocho partidos en las llanuras situadas más allá del río Salado. Uno de ellos sería Chacabuco.

Al decreto del 5 de agosto de 1865 le siguió, el 21 de octubre de ese mismo año, la sanción de la ley que ordenaba la efectiva distribución de las tierras. Pocos días después, el 14 de noviembre, se emitió el decreto que designaba a Justiniano Lynch como el responsable de hacer las mediciones del nuevo pueblo. Lynch, que había nacido en 1835, era un prestigioso agrimensor del Departamento Topográfico de la provincia de Buenos Aires. Antes de llegar a Chacabuco, había emprendido importantes obras, como la realización, en 1859, del plano topográfico de la Isla Martín García. Para él, estas no eran tierras desconocidas, pues en 1862 y 1863 había hecho mensuras en campos ubicados en los actuales cuarteles II y VII. Además, su padre tenía grandes extensiones en el distrito. Sus tareas, que se iniciaron en febrero de 1866, debían basarse en los planos dibujados por el presidente del Departamento Topográfico, Saturnino Salas. Fue precisamente un día 5 de ese mes, otra fecha crucial que podría considerarse para el aniversario, cuando, junto a Francisco Duberty, demarcó lo que sería el centro de la plaza principal del pueblo a través de la colocación de un rústico mojón de ñandubay.

En el mismo decreto del 14 de noviembre, además de haberse nombrado al agrimensor Lynch, fue designado Duberty como el primer juez de Paz del pueblo. Además, se lo nombró presidente de la Comisión de Obras Públicas, más conocida como Comisión Fundadora. También formaron parte de la comisión, en su rol de vocales, Máximo Blanco, Juan Manuel Agüero, Ramón Olivera y Miguel Insiarte, que era hijo de un influyente político de la época y venía de ser juez de Paz en Salto, además de poseer grandes fracciones de tierra en nuestro partido. El decreto de noviembre también designó a Enrique Thougnon como secretario del Juzgado de Paz de Chacabuco y a Agustín Vidal como comandante local de la Guardia Nacional.

Nacido en Buenos Aires y criado en Pergamino, Vidal llegó a Chacabuco teniendo como honroso antecedente haber combatido, el 20 de noviembre de 1845, en la batalla de La Vuelta de Obligado. Posteriormente, por razones políticas dejó el país y vivió primero en Chile y luego unos siete años en California, donde habría desarrollado una gran habilidad en el manejo de los naipes. Su regreso a la Argentina fue para administrar una estancia que había adquirido. Un año después de haber asumido funciones en Chacabuco, fue designado procurador municipal y defensor de menores, lo cual alternó con sus actividades rurales y su rol como jefe local del Partido Autonomista.

La ceremonia de asunción de los integrantes de la Comisión Fundadora se realizó en un rancho del campo La Criolla que aún se mantiene en pie. El encargado de poner en funciones a las primeras autoridades fue el juez de Paz de Salto, Jacinto Fuentes. En La Criolla, que era propiedad de Duberty, estuvo la primera sede de la autoridad municipal. El presidente de la Comisión había nacido en 1825 en Francia y llegó a la Argentina siendo muy niño. Antes de llegar a Chacabuco estuvo afincado en San Andrés de Gil, donde tenía una estancia, también llamada La Criolla. Además, durante seis años había sido juez de Paz de San Antonio de Areco.

El 6 de febrero de 1866, cuando marcaron el centro de la plaza principal, el agrimensor Lynch y Duberty suscribieron un acta de fundación que simbolizaba el nacimiento oficial del pueblo Guardia Nacional. Muchos años después, refiriéndose a ese acontecimiento, el profesor Oscar Melli escribió:

'El nuevo pueblo nacía a la vida en una ceremonia sencilla, ejemplar, sin la solemnidad de las fundaciones clásicas y con el horizonte ilimitado de la pampa como único marco. Lejos de las playas de mar, apartado de las márgenes de ríos caudalosos, y sin la protección del bosque o selva milenaria. Todo cuanto en el futuro pudiera ser dependería, exclusivamente, del esfuerzo constructivo de sus habitantes e hijos, y de la riqueza de sus tierras. En esta hora inaugural se hermanaban los afanes y sueños de criollos de pura cepa con extranjeros e hijos de ellos'.