'Este gobierno se vuelve cada vez más bochornoso'

Hoy a las 19:00, en el Autoclub de la ciudad de Chivilcoy, el doctor Daniel Gollán, diputado nacional de Unión por la Patria por la provincia de Buenos Aires, dará una charla que tiene como título 'El peronismo en tiempos de Milei'. Entrevistamos al médico que fuera ministro de Salud de la Nación y también de la Provincia para adelantar algunos conceptos que serán parte de su disertación. 

En primer término le consultamos a Gollán cuáles serán los ejes que abordará en esta charla: 'Hay un gran reclamo, si se quiere, por parte de vastos sectores de la militancia de nuestro partido y de lo que es hoy nuestra coalición, Unión por la Patria, para debatir', explica y detalla: 'Necesitamos poder entender eso que expresa el título: ´El peronismo en tiempos de Milei´. Estamos ante un gobierno de características incluso diferentes a las conocidas hasta ahora de los gobiernos de derecha, o liberales, o neoliberales, o conservadores. Reúne todas esas condiciones pero evidentemente hay algo más que lo torna extremadamente dañino para la Argentina, que además, eso se expresa públicamente. Se dice que es un topo que viene a destruir el Estado, denosta permanentemente a todas las instituciones del Estado, al Congreso en particular, usa todo tipo de epítetos violentos, y además, la vida cotidiana de los argentinos está empeorando permanentemente y a pasos agigantados. Entonces nosotros queremos generar estos debates, y ampliarlos, y por eso muchos compañeros recorren la Provincia abriendo estos lugares de debate, cuando nos invitan obviamente, en forma bien amplia para poder entender que si estamos en esta situación no es solamente por el mérito del adversario político, sino también porque evidentemente dentro de nuestro espacio político hay cosas que no hicimos, o hicimos mal, o no hicimos lo suficiente, y tenemos que dilucidar eso'.

-Usted dice que estamos ante un gobierno de características diferentes y algo que acaba de ocurrir parece confirmarlo: la visita de seis diputados nacionales a genocidas que están cumpliendo condenas por delitos de lesa humanidad y además, la reivindicación de parte de estos legisladores a lo actuado por los represores.

-Sí, claramente es una posición política que además es compartida por la propia vicepresidenta del país. Esta revalorización que ellos hacen de la dictadura civil y militar argentina. Primero ponen en duda todo, ahora ponen en duda los juicios. Los juicios fueron hechos por los tribunales de nuestro país, dando a todos los acusados todas las posibilidades de ejercer su legítima defensa, todo lo que el gobierno de la dictadura no hizo y que ahora esta gente reivindica. Están reivindicando el secuestro de niños, el tirar gente viva desde aviones al agua, matar, secuestrar, desaparecer miles y miles de argentinos. Bueno, evidentemente esto suena, además de una posición política, a una provocación que es continua y constante en este gobierno que además se vuelve cada vez más bochornoso. Es todo un espectáculo muy bochornoso: un funcionario sale a dar una opinión e inmediatamente un tuitero lo voltea prácticamente del gobierno. Y lo más bochornoso es que el mismo funcionario que se va, tiene una actitud de auto humillarse total. Es grotesco lo que se está viviendo, pero vuelvo a decir: más allá de lo que hace el adversario, y que es tan dañino para el conjunto del pueblo argentino y para la Argentina, nosotros tenemos que ver cómo hacemos para prepararnos, para tener una propuesta convincente y fundamentalmente cómo hacemos para que, cuando seamos gobierno, gran parte de todas las cosas que pretendemos hacer para mejorar la calidad de vida de la población las podamos concretar.

-Volvamos a las cuestiones que debe debatir el peronismo. ¿Por dónde se empieza?

-Básicamente por ver qué nos está faltando, qué no supimos hacer y en ese sentido hay mucha tela para cortar acerca de todo lo que el peronismo es capaz de dar pero, obviamente, si se alinean algunas propuestas, algunos planetas dentro de nuestro espacio, En cierta manera, entre 2003 y 2015, mejor dicho en una gran proporción, hicimos muchas cosas para mejorar la calidad de vida de los argentinos, más allá de que después el plano electoral no se compadeció con eso. Eso nos dice que no alcanza solamente con mejorar la calidad de vida, sino que también hay que abordar otras falencias, porque hay que recordar que, entre el 2003 y 2015, más del 75% de la población reconocía que estaba mejor en cuanto a su vida laboral, a sus ingresos, a las posibilidades de desarrollarse, de estudiar, de tener una empresa, etcétera. El 75% decía que había mejorado, pero, paradójicamente, al mismo tiempo esa misma gente decía que al país le iba mal, como que al resto le iba mal pero que a él iba bien. Una cosa que evidentemente no cuadraba de ninguna manera, matemáticamente no cierra. Algo pasó, entonces, hay que pensar que además de generar mejores estándares de vida, que obviamente es lo principal de un gobierno, generar más desarrollo, más educación, más cultura, más salud, necesitamos también ver esta cuestión que nosotros llamamos la batalla cultural por el sentido común. Es decir, cómo percibe la sociedad determinadas cosas para no volver a errar, porque a veces por el 1% terminamos perdiendo un gobierno y viene otro y destruye y deshace todo lo que se ha logrado.