'La Iglesia está para contener'

En tiempos complicados, como el que estamos atravesando, las instituciones que contienen a la comunidad cobran mayor importancia. Es el caso de las iglesias, que más allá de cumplir con su rol evangélico, atienden las necesidades más urgentes que tienen los vecinos. Para abordar el tema entrevistamos al pastor Mariano Rosato, quien está al frente del Centro Cristiano Familiar, ubicado en Avenida Miguel Máximo Gil 63 de nuestra ciudad.

Comenzamos la entrevista hablando de las prioridades. 'La agenda se va imponiendo sola, cada año según las necesidades. Salimos de una pandemia, donde tuvimos que reinventarnos y llegar a la gente de manera remota, de distintas formas. Pasó la pandemia y ahora estamos frente a un cambio de gobierno donde hay un ajuste y se están planteando necesidades de otro tipo', explica el pastor, y detalla: 'más allá de las actividades básicas de la Iglesia, que son las reuniones generales que tenemos los días jueves y domingos, acá en Chacabuco, y los días viernes en O'Higgins, estamos tratando de contener socialmente, haciendo una tarea de evangelismo social, que consiste en ir a dar ayuda con la palabra de Dios, pero también llevar a los barrios ropa, alimentos, peluqueros, todo tipo de asistencia que tenga un propósito'. En este sentido, Mariano comenta de qué manera trabajan: 'se hace una tarea previa, se va a los barrios a ver las necesidades que hay, se charla con los referentes, se organiza una fecha, un horario, y hacemos un impacto de evangelismo social, como lo denominamos'. 

Asimismo, Rosato destaca otro tipo de asistencia que brindan: 'estamos abordando otro tipo de situaciones que no son nuevas, pero que ya se han convertido en flagelos, como el tema de las adicciones, o la prevención del suicidio, o la salud mental. Para eso hay distintos grupos de autoayuda, o como queramos llamar; algunos funcionan de manera semanal, otros de manera quincenal, y es sorprendente los resultados que estamos obteniendo', se entusiasma, y afirma que 'es algo totalmente nuevo que venimos haciendo hace unos dos años. Tenemos dos grupos, uno se llama ´Te abrazo´ y el otro ´Nos abrazamos´ y están teniendo un crecimiento importante, pero más allá de lo numérico, lo que nos importa es ver muchas vidas que llegaron bastante deprimidas, algunas destrozadas, sin una contención y bueno, empezamos a ver cambios y frutos y eso nos alienta a seguir adelante'. 

El referente religioso nos dice que paralelamente están desarrollando actividades en el Centro de Actividades Múltiples, o CAM, como llaman al predio que el Centro Cristiano Familiar posee al lado de la quinta de los empleados del Banco de la Provincia. 'Allí trabajamos con niños, con preadolescentes, hacemos encuentros de hombres y de mujeres, y todo tipo de actividad que tenga un fin recreativo, o deportivo', cuenta el entrevistado, y añade: 'también aprovechamos esos momentos para discipular, charlar, conocernos, y sanar'.

Males de época

Consultado sobre qué cuestiones lo preocupan más, teniendo en cuenta el contexto que nos atraviesa, Rosato afirma: 'Hoy estamos viendo que hay necesidades en muchos aspectos: en lo económico me preocupa la gente que tiene que elegir entre comer o pagar el alquiler, o pagar la luz. Es constante el pedido de gente que está, sin exagerar el término, con cierta desesperación y no es gente que no trabaje. Son personas que trabajan, se esfuerzan, algunos de ellos tiene más de un trabajo' asevera, y cuenta una anécdota: 'ayer(por el jueves) en una reunión hablaba con un pibe que trabaja ocho horas en una metalúrgica, después sale a cortar pasto, y me decía, medio frustrado, que igual no llega. Esa situación causa cierta impotencia. Sumado a eso están los problemas sociales de lo que recién te hablaba: hay gente que se vuelca al alcohol, a las drogas, o al delito'.

Otro mal que el pastor ve que está muy presente es la ludopatía. 'Si bien acá no tenemos bingo, o casino, ni nada por el estilo, ahora se puede jugar por el celular y, lamentablemente, en la desesperación, muchas personas están cayendo en la ludopatía: apuestas en el fútbol, o casinos virtuales, por ejemplo. A mí me tiene sorprendido el nivel de endeudamiento que provoca esto. Hay gente que llega desesperada, hasta con la pérdida de la casa, como algunos casos que hemos atendido; eso produce la ruptura matrimonial, familiar, y la pagan todos los seres cercanos. Se termina dando ahí un círculo vicioso que en lo personal me preocupa porque es algo creciente y, si bien está regulado legalmente, no lo está en cuanto a la atención al ludópata. Ahí me parece que debe haber más presencia del Estado, de la iglesia, y de todos los actores sociales para dar una mano a mucha gente que ha recaído en esto o la que está cayendo por primera vez'.

'La iglesia está para contener y para hacer lo que el Estado no puede hacer', define Mariano, y agrega: 'cuando el Estado nos puede dar una mano, nos la da. Por ejemplo, el otro día vino la concejal Sofía Silva y nos trajo sesenta kilos de leche en polvo. Entonces, con mi esposa, nos pusimos a mejorar eso y le propusimos a la gente que al kilo de leche les agregara algunos productos alimenticios y luego entregar todo. También les pedimos una foto de cuanto lo daban, no para publicarla, sino para que nos quede un registro de que se entregó con responsabilidad'.

Acerca de un malentendido

Rosato pide aclarar una cuestión relacionada con la entrega de ayuda a la comunidad. 'Recientemente, la ministra Sandra Petovello le entregó a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA), que es una entidad que nuclea a los evangélicos en el país, una cierta cantidad de dinero. El presidente de ACIERA, el Dr. Christian Hooft, es un amigo personal mío, un abogado, un pastor, y un tipazo. Cuando me enteré de lo que había pasado, pregunté si esa ayuda llegaba más allá de la General Paz. Hooft me explicó cómo funciona y me mandó automáticamente a una página, donde los comedores, merenderos y demás tienen que inscribirse, para lo cual tienen que cumplir ciertos requisitos. En nuestro caso, hoy no tenemos algo funcionando permanentemente, como lo tuvimos entre el 2000 y 2001: el comedor Rinconcito de Luz, al que llegaron a venir 180 chicos. Entonces, como ahora no tenemos algo fijo, como un comedor diario, no pudimos anotarnos. Aclaro esto porque algunos referentes de barrio piden que los evangélicos repartamos la ayuda que supuestamente nos dieron, pero a Chacabuco no llegó nada de nada'. 

La charla llega a su fin en los diez minutos pactados. 'Más tiempo no tengo, Gustavo, espero que me entiendas, pero estamos a full', dice el pastor y parte rumbo a O´Higgins, donde lo esperan más desafíos.