Viernes . 30 Mayo . 2025

Escucha en Vivo:

'Looking' diez años después: reflexiones sobre la vida, la amistad y el propio recorrido

26/01/2025
'Looking' diez años después: reflexiones sobre la vida, la amistad y el propio recorrido

Revisitar una serie como Looking, a una década de su estreno, puede ser una experiencia profundamente reveladora, no sólo por la carga emocional que lleva consigo, sino también por su capacidad de seguir actual y relevante. Esta producción de HBO, que narra la vida de un grupo de amigos gay en San Francisco, nos invita a adentrarnos en las complejidades de un mundo que, aunque visibilizado como nunca antes, sigue enfrentando prejuicios externos y, más dolorosamente, internos.

En su momento, Looking fue una rareza: una serie que optó por la sutileza en lugar del espectáculo, que retrató las alegrías y los conflictos de una comunidad sin caer en estereotipos. Y, sin embargo, su magia va más allá de su representación del mundo gay. La serie logra capturar con una precisión incómoda el paso del tiempo, las expectativas incumplidas y la fragilidad de las relaciones humanas.

Volver a verla ahora, al acercarse a los 40 –la edad que tienen muchos de los protagonistas–, confronta con preguntas profundas sobre la vida y el futuro. Porque más allá de la diversidad y los derechos –que, si bien avanzaron, no dejan de estar amenazados por oleadas de intolerancia–, lo que Looking explora es universal: ¿qué ocurre cuando las cosas no salen como las soñamos? ¿Cómo lidiar con la frustración de saber que aquel que imaginamos que seríamos jamás existirá?

La serie pone de manifiesto esa etapa de la vida en la que comenzamos a despedirnos de lo que pudo ser y a enfrentarnos a lo que es. Nos conecta con las pérdidas, reales y anticipadas: amigos que se van, proyectos que no se concretaron (ni se concretarán) y la inevitable mortalidad a la que todos los seres humanos estamos sometidos, especialmente la de nuestros padres, incluso cuando están vivos, sanos y presentes. Es una angustia que paraliza y, a la vez, invita al autoconocimiento.

En ese proceso de aceptación, la amistad ocupa un lugar central, sobre todo para quienes, perteneciendo a un colectivo minoritario, han crecido en un contexto donde la familia, aunque amorosa, no siempre supo cómo contener. Las amistades, especialmente aquellas que atraviesan décadas, se convierten en un sostén vital, en un espacio donde las palabras sobran y la contención es implícita. Sin embargo, esas amistades, como la vida misma, no son inmutables. Las personas se mudan, se alejan o incluso parten para siempre. Enfrentarse a esas pérdidas, aunque sea de forma anticipada, nos recuerda cuán frágiles y valiosas son esas conexiones.

Algo que Looking aborda con maestría es el peso de los prejuicios dentro de la propia comunidad. La serie refleja las tensiones entre lo que "deberíamos ser" y lo que somos, las etiquetas que cargamos y el dolor de sentirnos inadecuados incluso entre los nuestros. Desde los estándares de belleza hasta las dinámicas de pareja, pasando por las formas de vivir nuestra sexualidad, Looking pone el foco en nuestras contradicciones y, al mismo tiempo, celebra la diversidad de nuestras experiencias.

Sin embargo, más allá de la melancolía que genera todo lo perdido o lo que nunca será, Looking nos recuerda que la vida tiene una manera de sorprendernos. En medio de la rutina y el desencanto, aparecen momentos de gracia: una nueva relación, un cambio inesperado, una conversación que transforma. Quizás sea esa la enseñanza más poderosa de la serie: la vida no deja de ofrecernos cartas nuevas, aunque no siempre sean las que esperábamos.

Enfrentar el dolor, la pérdida y la incertidumbre nos obliga a mirar hacia adentro, a ser responsables de nuestras decisiones y a conectar con aquello que realmente importa. Esto no significa resignarse, sino aceptar, con la serenidad que da el tiempo, que las cosas muchas veces son como tienen que ser.

Looking sensibiliza porque recuerda lo importante que es estar presentes en la propia vida, a pesar del dolor que conlleva crecer, despedirse y seguir adelante. Es una invitación a recordar que, incluso en los momentos de mayor angustia, las relaciones que construimos nos sostienen, y que esas personas, ya sean amigos, parejas o familiares, estuvieron donde tenían que estar para que hoy seamos quienes somos.

La vida, como la serie, no busca dar respuestas definitivas ni finales felices en su sentido más simple. Lo que ofrece es un camino imperfecto, lleno de desafíos y, a la vez, de belleza. Aprender a transitarlo, con sus luces y sombras, es quizá el mayor acto de valentía que se puede hacer.

Y es ahí donde Looking se convierte en algo más que una serie. Es un recordatorio de que, aunque nuestras vidas no sean como las soñamos, siempre hay espacio para la aceptación, el crecimiento y, sobre todo, la esperanza. Porque aunque todo parece moverse y cambiar, lo esencial –lo que sea para cada uno– permanece, y nos acompaña en cada paso de nuestro recorrido.

facebook/instagram/youtube/spotify: marianoratopsicologo

feature-top