'Los empresarios se olvidan de que su ganancia es gracias a nuestro esfuerzo'

Hoy se en la Argentina se celebra el Día del Trabajador Molinero, según lo establece el Convenio Colectivo de Trabajo 66/89 de la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA). Esta fecha conmemora la reforma de los estatutos de la entidad sindical, ocurrida en 1958, y es considerada con carácter de feriado nacional para los trabajadores del sector. Sobre el tema, dialogamos con Sergio Palmieri, Secretario General de la UOMA Chacabuco.
-En este marco general que muestra un achicamiento permanente del sector industrial, con trabajadores de diferentes actividades que se quedan sin su fuente de trabajo: ¿Se conmemora, se celebra, se festeja? ¿Cuál sería la palabra adecuada?
-Este lunes es nuestro día y en esta oportunidad, debido al presente por el que estamos atravesando, me quedo con "se conmemora", porque no hay nada para celebrar y mucho menos para festejar. La realidad actual, con las políticas del gobierno nacional, con sus claras intenciones de destruir la industria nacional, hace que solamente disfrutemos del día feriado.
-¿Tienen prevista alguna actividad especial por el día?
-Este 30 de junio no tenemos actividad prevista. Dejaremos para septiembre, cuando hagamos nuestra cena anual.
-¿Cómo está de grande la familia molinera de Chacabuco? ¿Cuántos afiliados tiene la UOMA?
-En Chacabuco la familia de los moliners debe estar redondeando un colectivo de mil personas, ya que tenemos 278 afiliados al sindicato, con un alto porcentaje de trabajadores 'Integrales', que es el plan al que adhieren los que responden al Sindicato, a la Obra Social Ospim y a la Mutual Amtima. También están los trabajadores del Plan Total y los contratados y eventuales con cobertura, si mencionamos lo que refiere a la Obra Social. Entonces, si multiplicamos esos trabajadores por una familia tipo, llegamos al número que mencioné.
-Afortunadamente, parece que el sector molinero local no está despidiendo trabajadores…
-Hoy, por suerte, no hemos tenido desvinculaciones, se mantiene la cantidad de trabajadores y trabajadoras. Por estos tiempos, la problemática está en que el paso a la efectivización viene mucho más lento que en los últimos años. Por ejemplo: en el molino en el que mayor actividad tenemos en la ciudad, en el periodo de post pandemia logramos incorporar a 23 compañeros en 2021; unos 17 en 2022; 9 en 2023; 5 en 2024 y en este semestre aún no tuvimos esa posibilidad, más allá de que hay varios trabajadores que están realizando sus estudios pre laborales.
-A principios de este mes, las noticias que llegaban desde Junín decían de una movida de los molineros por la falta de cumplimiento del acuerdo paritario. ¿Cómo está esa cuestión?
-La referencia que hacés de la situación por las discusiones paritarias del mes de mayo nos tuvo preocupados y ocupados. Y te doy mí punto de vista personal: del acuerdo paritario que terminamos firmando, y me hago responsable de la parte que me compete por ser miembro paritario nacional, creo que el acuerdo fue lamentable, que no alcanzó a recuperar el salario perdido aún con la inflación dibujada por esta gente que nos gobierna y que no se arrima en nada a la verdadera inflación, la del supermercado, la del almacén, la del carnicero, o la de farmacia. Aún con la mentira inflacionaria del Gobierno, quedamos por debajo, así que no hay chance de que esté conforme con el resultado final acordado. Debido a esas asambleas informativas realizadas en su momento, hoy estamos en conflicto con Molino Cañuelas, ya que han descontado las horas a los trabajadores y si no se depositan esas horas en breve, nos veremos en un conflicto mayor, con paro de actividades. Depende de ellos depositar el dinero que retuvieron en forma irregular a las y los trabajadores de la planta que tienen en Chacabuco.
-El nivel de consumo de alimentos sigue bajando. ¿Se nota eso en la actividad molinera?
-El nivel de consumo está a la baja y la molinería y sus productos no son la excepción. Lo que sí está claro es que por suerte en Chacabuco la actividad de producción y ventas no ha mermado y se mantuvo en su ritmo. En toda situación económica compleja la harina siempre rindió sus buenas ganancias a los empresarios, y éstos, hoy más que nunca, vuelven a olvidar que esa ganancia la obtienen gracias al esfuerzo de nuestra mano de obra. Durante la pandemia fuimos considerados trabajadores esenciales, las empresas triplicaron sus ingresos, pero hubo trabajadores que se contagiaron de Covid y varios, lamentablemente, murieron por ir a trabajar. Pero eso, la FAIM y sus socios, bajo la conducción del juninense Diego Cifarelli, nunca lo reconocieron. Y hoy se suben a las políticas de este gobierno, te miran desde arriba, muy cómodos con sus ministerios que los cubren, y te corren con los techos de homologaciones en las paritarias. En parte, siento que somos responsables porque esta gente llegó al gobierno con votos de trabajadores que, enojados, le dieron la motosierra al enemigo que ahora les está cortando las patas a quienes confiaron en ese supuesto cambio. Ahí está nuestra responsabilidad: en que no supimos, o no pudimos hacer entender a esos votantes que esto ya se vivió en este país y que no iba a modificar su rumbo. Es un proyecto económico de destrucción de la industria nacional, sin lugar a dudas, que ya no saben cómo esconder.
Relacionadas
