'Me encanta ser arquero, es un puesto solo para los locos"

Francisco Di Paolo, histórico arquero de 9 de Julio, pasó por Ultra Deportivo (Radio Ultra 98.9 FM), programa conducido por Adrián Dadamia y Juan Pablo García, donde hizo un repaso de su carrera en el fútbol de Chacabuco. Comenzó a jugar en la Liga Independiente, pasó por Junín y luego se convirtió en un referente del arco del Lobo, ya que defendió sus tres palos durante 14 años en primera división. Este es un puesto que le apasiona, ya que a sus 75 años sigue vigente y poniéndose los guantes. Además, habló de la actualidad del deporte a nivel local, al cual cree que le 'falta más organización, motivación y jugar torneos importantes, yo veo otras ciudades que compiten más'.
¿Cómo arrancó tu carrera futbolística?
Arranqué en 9 de Julio en divisiones inferiores a los 12 años. Me fichó Aldo Carena jugando un picado. Estaba ahí con su bicicleta, me vio atajando y me dijo que me quería fichar. Siempre fui al arco, me encantaba y me sigue encantando.
Hice pocas divisiones inferiores y debuté en primera en el club Vélez Sarsfield, un equipo que estaba en la Liga Independiente. En 9 de Julio llegué recién a los 22 años.
Jugué un año en Vélez y el otro año me fui a atajar a Jorge Newbery de junín, que fue por intermedio del papá de Beto Córdoba que había jugado ahí, justo buscaba un arquero joven y me recomendó a mí, puede haber seguido jugando más, pero después se complicó porque me quería Mariano Moreno, no se hizo el pase, y me fui a jugar otra vez a la Liga Independiente con San Patricio.
¿Quién te trajo a 9 de Julio?
En esa época el técnico era Carlos Albornoz. En 9 de Julio jugué casi 14 años consecutivos, hasta los 36. Después de los últimos dos años lo hice con Unión Sport.
¿También jugaste en River?
Sí, porque Chuleta Lusardi que era el arquero en ese momento se lesionó la mano. Entonces se quedó sin arquero y River pidió el préstamo a 9 de Julio, que en ese campeonato no jugó.
El debut fue nada menos que contra Porteño, el clásico. Ganamos 1 a 0 y fui la figura. Un debut nervioso, porque yo jugaba contra Porteño. Por suerte me salieron todas.
¿Es ingrato el puesto de arquero?
El delantero erra 10 goles, lo insultan en el momento y ya está, mete una y es goleador. El arquero es al revés, atajaste 10 y perdiste una y fuiste. Pero es lindo, cuando te va bien todas las miradas van con vos, a mi me encanta el puesto de arquero, que dicen es solo para los locos.
¿Cómo surgió tu amor por el arco?
En mi familia el fútbol prácticamente no existía, además yo viví casi hasta los 12 años en el campo, era único hijo, y salí loco por el fútbol. Me gusta escucharlo, mirarlo, jugarlo, tengo 75 años y todavía sigo jugando.
Volvía de la escuela, agarraba una pelotita de goma y me ponía detrás de la pared de mi casa, había dos plantas y ese era el entrenamiento mío, siempre me gustó el arco.
¿Quién era tu referente a nivel local?
En esa época los que yo ví atajar, que más conocí y que fueron amigos míos y técnicos, Agustín Coliccchio y Brindisi. Farigio también era uno, que yo lo vi ya de grande. Y otro que jugó conmigo era el Negro Heredia, otro gran arquero. Pero Colicchio era muy bueno, un referente para mí.
¿El mejor técnico que tuviste?
Miguel Morando fue el que más lo tuve. Un fenómeno como persona y además en un momento donde 9 de Julio estaba en crisis, yo creo que se subsiste por Miguel. Juntaba a los jugadores, cobraba entrada, armaba el equipo junto con dos o tres personas más que estaban en esa época.
Y después un técnico que trabajé individualmente fue José Tarelo, estuvo en 9 de Julio. También Pilo Rojas, que lo tuve en River cuando jugué ese campeonato con Felipe Stamponi como preparador físico. Felipe me hacía trabajar muy bien.
¿Cómo eran los guantes en ese momento?
Uno no sabe cómo se atajaba, los guantes de ahora se pegan más a la pelota. Antes no se te pegaba.
Si te enseño los que se usaban antes, decís cómo yo atajaba con estos guantes.
El primer par me lo trajo una prima mía que viajó a Estados Unidos, después fue a España y me lo trajo de allá.
Seguís jugando todavía….
Solamente dejé en la pandemia. Después jugué siempre. Con los veteranos, casi jugué hasta los 60, en los comerciales y entre medio íbamos a jugar en la semana. Hasta tres veces por semana iba a jugar en las canchas de fútbol 5.
Hubo un momento que tuve que abandonar un poco, porque me venían a buscar todos los días, lo que pasa es que no hay arquero. El grupo que tenemos es de hace como 10, 15 años, y no se consigue otro arquero.
¿Cómo está viendo el fútbol Chacabuco actual?
No he ido mucho a la cancha en los últimos años, pero hay elementos en Chacabuco. Yo creo que falta más organización, motivación, jugar más torneos importantes. Yo veo otras ciudades que compiten más.
A mí del Interligas me interesa ver los partidos. Porque vienen equipos de afuera. Y fue lo que pasó cuando jugó 9 de Julio que salió campeón en 2018, cuando venían jugadores de afuera, a la gente los motiva eso. Aparte del jugador, les motiva a la gente, porque vos ves otra cosa.
Y pasó en todas las épocas, siempre faltó eso. Falta más motivación, jugadores hay.
Cuando 9 de Julio hizo las cosas bien, trajo un técnico de afuera, que sabía, llegó bien. Justo al otro año que podía jugar un torneo ya más importante no se disputó más. Pero eso hace ver más importante al fútbol de Chacabuco.
Para Francisco Di Paolo, ¿Qué fue el fútbol?
Fue una pasión. Me gusta jugarlo, mirarlo, escucharlo. Los domingos a la tarde no me saca nadie. Me gusta mirar todos los partidos.
El fútbol para mí fue todo. Lamentablemente no pude llegar a un nivel profesional que no sé si podría haber jugado o no.
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