'Tenemos que seguir contando la historia por los trescientos que faltan'

En el Teatro Italiano, frente a un auditorio lleno de adolescentes, Juan Pablo Moyano, nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo, brindó ayer una charla sobre su historia y la recuperación de su identidad. Luego de un breve relato autobiográfico, los estudiantes tuvieron la posibilidad de hacer preguntas directas o anónimas, por escrito. 

Juan Pablo Moyano trabaja en la Casa por la Identidad en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (exESMA). Allí realiza visitas guiadas, y además de otras actividades coordina una agenda de viajes a distintos colegios del país donde predica el mensaje de abuelas. Es que -según relató- su generación ya debió tomar la posta porque en la organización quedan muy pocas abuelas vivas o en condiciones de asistir presencialmente, por eso, ya cerca de los cincuenta, deben transmitir el mensaje a los más jóvenes. 

'Vengo en nombre de las Abuelas, en representación de algo más grande que yo, y no voy a parar de lo importante que fueron y son para la historia de la humanidad', dijo apenas inició la charla. En ese sentido, relató las peripecias que debieron afrontar a lo largo de estas casi cinco décadas, la falta de acompañamiento y, aún así, las pequeñas victorias. Por eso, destacó que 'es importante que continuemos buscando a nuestros 300 hermanos, los nietos que faltan, hay familias que los están esperando por eso necesitamos pasar esta historia de generación en generación', y agregó: 'Todos somos parte de la historia de los 30 mil desaparecidos y las consecuencias de haber perdido a estos compañeros todavía las estamos pagando'. 

En otro momento de la charla se refirió a su infancia, el destrato recibido de parte de sus apropiadores y relató cómo su vida se acomodó cuando pudo acercarse a la organización, donde le dieron contención. 'Yo soy testigo del daño que provoca en un niño el hecho de no conocer la identidad, hay muchos nietos que no saben todavía quiénes son', dijo. Desde ese momento, más de una docena de jóvenes le acercaron sus inquietudes y preguntas sobre sus distintas vivencias, sobre el trabajo de Abuelas, sus emociones, su familia, y el entorno social. 

Su historia 

Juan Pablo Moyano nació el 26 de agosto de 1976 en la zona sur del Gran Buenos Aires. Su padre, Edgardo Patricio Moyano, fue secuestrado el 18 de agosto de 1977 en la localidad de Carapachay, partido de Vicente López. Por el testimonio de sobrevivientes pudo saberse que permaneció detenido en la ESMA. Elba fue secuestrada junto con su hijo el 14 de enero de 1978 en su casa de la localidad de Munro. También fue vista en la ESMA.

Luego del operativo, las fuerzas de seguridad dejaron al niño con unos vecinos, quienes lo entregaron al Juzgado de Menores N° 2 de San Isidro. El Juzgado otorgó la tenencia de Juan Pablo sin tomar ningún recaudo con respecto a la familia adoptante. Así fue como el pequeño permaneció en un ambiente sumamente inadecuado. En 1983, Abuelas de Plaza de Mayo publicó fotos de los niños buscados –entre ellos Juan Pablo. Un empleado ferroviario que conocía a la familia apropiadora lo reconoció y acercó la información de su paradero. Ese año, Abuelas localizó al niño y el 27 de noviembre de 1984 fue restituido a su familia biológica. Sus padres permanecen desaparecidos.