Bomba

En pocas semanas vamos a arribar a los festejos de Navidad y Año Nuevo. Cuando finalicen los brindis, como cada año impar, estaremos a las puertas de un nuevo proceso electoral. Un exótico experimento de gobierno deberá revalidar en las urnas el resultado de 2023, pero además necesita de legisladores leales si pretende desprenderse de las extorsiones a las que se vio sometido en el Congreso en estos doce meses. De cualquier modo, claro está, disponiendo de fondos reservados no es tarea demasiado difícil comprar voluntades para alcanzar mayorías y voltear leyes tan caras a los intereses colectivos, como la del presupuesto universitario y la fórmula de movilidad de los ingresos para jubilados y pensionados. Lo cierto, es que a la resultas de esos acuerdos explotan casi a diario bochornosos episodios de personajes que se autodefinieron como amigables y, sin dudas, representan lo peor de las viejas prácticas políticas. El senador Kueider preso en Paraguay , experonista, actual socio de Santiago Caputo, este último considerado el cerebro de los hermanos que ejercen el poder. De volea, se sumaron las denuncias, producto de fuentes inobjetables, que dan cuenta sobre las sociedades off shore y varios lujosos departamentos que la esposa de Cristian Ritondo, el mismo que se enojó porque no se pudo tratar la ficha limpia, tiene en tierras de Miami. Milei pretende ganar tiempo en todos los frentes. Sin dudas lo está logrando, aunque nada parece ser tan consistente. Mientras tanto, está poniendo en la vereda de enfrente a todos los que, por un motivo u otro, no comparten esta aventura. Incluso a su Vicepresidenta. Esa bomba de tiempo toma forma día a día, desactivarla puede ser más difícil que levantar el cepo.
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