Comercio local

La economía del país se debate entre la recesión y la depresión. Dicen los manuales que después de dos semestres consecutivos de números negativos en cuanto a producción y consumo, a lo que sigue se le llama 'depresión'. Hoy la Argentina estaría comenzando a transitar ese estadio ya que las teorías graficadas con letras o imágenes respecto a cuándo llegaría el momento del despegue, ninguna acierta. Mientras tanto, el gobierno nacional se ocupa de enfriar aún más la economía con la total paralización de la obra pública , el anuncio de nuevos despidos de trabajadores estatales y la inminente privatización de varias empresas, que se entregarán ajustadas o el trabajo lo harán quienes compren a precio de remate. Frente a eso, no es tarea menor encontrar caminos alternativos para sobrevivir a otra crisis que parece más larga de lo que creían los más optimistas. Cómo gastar nuestro dinero, aquellos que todavía podemos planificar, es una manera de practicar la solidaridad recíproca. Los comerciantes locales necesitan mantener sus puertas abiertas y así sostener centenares de puestos de trabajo que están en riesgo. La feria del último fin de semana que se llevó a cabo en plaza San Martín, aún cuando la mayoría de los vecinos asalariados no tenían acreditados sus haberes, fue un éxito en cuanto a concurrencia y consumo. Se estima que unos doscientos millones de pesos fueron a parar a los bolsillos de los feriantes y seguramente hoy volvieron al circuito del consumo interno. El gobierno municipal junto a la Cámara de Comercio están trabajando en esta dirección. Nosotros debemos hacer nuestro aporte gastando en Chacabuco.
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