Democracia y dirigencia

BREVE

En el juego de la sana alternancia del poder, que en nuestra ciudad se da casi matemáticamente desde la recuperación de la democracia, no se ha podido avanzar con la planificación de políticas públicas de largo plazo. Son cuatro o cinco cuestiones esenciales que hacen a las competencias del estado municipal y que en última instancia darían respuestas a las demandas básicas de la sociedad. Los vecinos tienen muy claro cuales son los límites que el poder central impone e impiden satisfacer nuevos reclamos porque los recursos coparticipables son finitos. Mientras esperamos que algún día se cumpla con la manda constitucional de la reforma de 1994 y los municipios puedan ser autónomos -y porque no soberanos-, uno de los caminos para garantizar en el tiempo esas políticas públicas es a través de acuerdos que permitan instrumentar acciones más allá del gobierno de turno. Se podría decir que el impulso para la puesta en marcha del sector de Hemodinamia del Hospital, a través de un convenio con una prestadora privada, fue uno de los ejemplos que luego se opaco porque quienes entonces como oficialismo recibieron acompañamiento, terminaron sacando el cuerpo en el rol opositor.En las últimos días un concejal del PRO reconoció la importancia de la inauguración del Centro Universitario. Son casos aislados que están lejos de sentar precedentes auspiciosos. Todo cambia según de qué lado del mostrador quedan. La democracia ya es adulta, mientras la dirigencia no puede salir de la adolescencia. Nosotros seguimos esperando.