El elegido de Francisco

(*)Washington Uranga
La Iglesia Católica tiene un nuevo Papa: el cardenal Robert Prevost. Su nombre no estaba entre los 'papables' y sin embargo los cardenales se inclinaron por él, venciendo la resistencia de los más conservadores. Antes de la elección el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller -feroz crítico de Francisco- proponía 'volver a la normalidad' entendiendo que la gestión del papa argentino fue apenas una distorsión. Lo que Müller no aclara es que tal distorsión surge de la incomodidad que Jorge Bergoglio causó al poder hegemónico internacional con sus palabras, pero también con sus gestos al acercarse a los pobres, a los descartados, a los presos, los inmigrantes, a los homosexuales y a las personas trans. Para el alemán tampoco fue 'normal' que Francisco haya impulsado un 'proceso sinodal' para abrir los espacios de participación en la Iglesia para laicos, mujeres y varones, intentando la 'desclericalización' de la Iglesia. Dentro de la nueva normalidad bergogliana entró además la internacionalización del colegio cardenalicio (aumentado en número de participantes, de menor edad y provenientes de 67 países) que ahora dio por resultado la elección de León XIV.
Todo indica que no habrá vuelta a la 'normalidad' reclamada por Müller, aunque el estilo de Prevost se anticipa distinto al de Bergoglio.
La elección sorprendió incluso a los más avezados conocedores del mundo eclesiástico. Dice el teólogo de la liberación brasileño Leonardo Boff. 'Confieso que me sorprendió el nombramiento del Cardenal Provost, norteamericano-peruano, al supremo pontificado de la Iglesia. Esto se debió a mi ignorancia. Más tarde, cuando me informé mejor, viendo videos en YouTube y sus discursos entre la gente, en medio de una inundación en una ciudad peruana y su especial cuidado por los indígenas (la mayoría de los peruanos), me di cuenta de que él realmente puede ser la garantía de la continuidad del legado del Papa Francisco'.
Boff no fue el único que dudó. Por el contrario, la teóloga argentina Emilce Cuda que conoció muy bien a Francisco y ha trabajado junto a Provost desde que éste se instaló en el Vaticano el frente del estratégico Dicasterio (ministerio) para los Obispos (2022), sostiene -en diálogo con la publicación española Religión Digital- que el nuevo papa 'fue el elegido de Francisco'. Cuda (laica, casada, madre) es la Secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, un altísimo cargo en el Vaticano para el que fue llamada por Francisco. Para la argentina 'Francisco dio muchas señales que depositaba en él su confianza' y por eso 'lo puso en uno de los lugares claves de la curia romana, que es el dicasterio de obispos'.
En sus primeras intervenciones públicas León XIV se encargó de agradecer el pontificado y el legado de Francisco y situarse en continuidad con sus enseñanzas. Pero a la vista de esas mismas apariciones hay quienes también se preguntan si el nuevo papa tiene el carisma que demostró Bergoglio.
Boff dice que 'no tendrá su carisma, pero será él mismo, más reservado y tímido pero muy coherente con sus posiciones sociales, incluidas las críticas al presidente Trump y a su vicepresidente. No en vano el Papa Francisco lo llamó desde su diócesis de los pobres en Perú y lo convocó a un papel importante en la administración del Vaticano'. Y recuerda que 'León XIV vivió gran parte de su vida fuera de los Estados Unidos, durante muchos años como misionero y luego como obispo en Perú, donde ciertamente adquirió una amplia experiencia de otra cultura y de la pobre situación social de la mayoría de la población. Confesó explícitamente que se identificó con esa gente hasta el punto de convertirse en ciudadano peruano'.
Cuda asume 'que algunos dicen que no tiene carisma'. Pero, advierte que 'carisma no es solamente la capacidad de hacer un show a la medida del público. Carisma es la capacidad de movilizar a las personas en una dirección y a una acción sin presión, sino justamente logrando esa conversión, el ir juntos'. Y define al nuevo papa como una persona de gran decisión, que no es fácil encontrar'. Alguien -dice-, 'de pocas palabras y quizás también poco expresivo, como todo norteamericano. Pero hay una distinción entre los latinoamericanos y los norteamericanos; unos sostienen con la palabra y otros con los hechos. Pienso que el cardenal Prevost tiene la virtud de poder sostener con las dos cosas', insiste.
Otra señal para leer el rumbo que tendrá el pontificado León XIV.
Al ser electos los papas eligen un nombre a modo de un nuevo bautismo que además expresa una impronta para su gestión. Bergoglio decidió que lo llamaran Francisco, el santo de los pobres y protector de la naturaleza. Prevost pidió ser nombrado León en clara referencia al papa León XIII (1810-1903) que escribió la encíclica Rerun Novarum (1891), 'Sobre la situación de los obreros', hasta hoy texto fundacional de la doctrina social de la iglesia basada en la justicia social. El teólogo de la liberación Joseph Comblin escribió (1997) que 'con León XIII comienza una era de `nueva evangelización' y con la Rerum Novarum se fijaron los cimientos de la opción por los pobres que se desarrollará de modo explícito durante el pontificado de Juan XXIII'.
*Nota para Bisemanario Chacabuco. Washington Uranga es editorialista de Página/12 y docente de diversas universidades latinoamericanas. Es reconocido como uno de los periodistas que mejor conoce el mundo eclesial. Fue secretario ejecutivo de Comunicación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y presidente de la Asociación Católica Latinoamericana para la Radio y la Televisión.
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