El filtro de la selva

CONTRATAPA | Por Gustavo Porfiri

Unos 68.400 migrantes han cruzado el Tapón del Darién, la peligrosa selva pantanosa en la frontera entre Colombia y Panamá, desde el principio de 2024, en su afán de llegar a los Estados Unidos. Se trata de un tercio más que en el mismo periodo del año pasado. Así lo informó este domingo el ministro de Seguridad panameño, Juan Manuel Pino. Una situación que marca el deterioro de las condiciones de vida en América Latina y la falta de respuestas de los Estados involucrados, incluido en de destino, claro.

Según el ministro Pino, a finales de febrero "han pasado por Panamá, ya que este es un país de tránsito, más de 68.400 personas", lo que representa unas 24 mil personas más que en las mismas fechas del año pasado. De este modo, sobre la base de las estadísticas ya conocidas, se espera que el flujo total de emigrantes aumente durante este año.

El tramo de cien kilómetros de naturaleza salvaje no es el único desafío al que tienen que hacer frente los migrantes que van en busca de una vida mejor. Desde la organización Médicos sin Fronteras (MSF) recuerdan que están expuestos a todo tipo de vejaciones por parte de criminales: ataques, robos, secuestros y violencia sexual. No obstante, el número de personas que se atreven a probar suerte crece rápidamente. Así, 133 mil personas cruzaron el Darién en 2021 cifra que casi se duplicó en 2022. Los datos oficiales del flujo de personas que pasaron por Tapón de Darién durante 2023 hablan de 520.085 migrantes, incluidos 120 mil menores de edad. 

Intercambio epistolar

En diciembre pasado, a través de una carta, Carlos Camargo Assis, titular de la Defensoría del Pueblo de Colombia y director de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), solicitó una audiencia al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, para discutir eventuales soluciones a la crisis migratoria de la región, con particular énfasis en la situación de las personas que emprenden travesía hacia el norte a través de la selva del Darién. En la misiva, Camargo Assis argumentó a Blinken que el objeto de la reunión sería explicar la experiencia de la FIO -que agrupa a diversas entidades estatales de derechos humanos- "en la atención a la grave crisis de vulneración de derechos que afrontan las personas migrantes, susceptibles a la condición de refugio y con necesidad de protección internacional".

En este marco, las organizaciones tienen la expectativa de conseguir "un espacio para dialogar sobre los mecanismos humanitarios que permitan garantizar una migración segura, ordenada, regular y en condiciones de dignidad humana". "Confío en que el secretario de Estado atienda nuestra solicitud para que, junto con los países que integran la FIO y Estados Unidos., podamos empezar a mitigar como debe y tiene que ser, siendo conscientes de las dinámicas actuales, las vulneraciones de los derechos de los migrantes", expresó el funcionario colombiano.

Nada se sabe de la respuesta de Blinken, que andará más ocupado con causas más nobles, como ayudar al gobierno sionista de Israel a exterminar palestinos o a continuar inyectando recursos al moribundo gobierno de Kiev. Lo que es bien visible es la nula respuesta que los Estados involucrados en esta problemática dan a sus pueblos. Por supuesto que quien debiera encabezar las acciones para una solución es Washington, incluso seguramente le saldría más barato que enviar armas a Ucrania o a Israel. Estaríamos hablando de asistir a los gobiernos de los países de origen de los migrantes para, por ejemplo, crear condiciones de vida digna: trabajo, educación, salud, desarrollo social, lo básico. Pero… la Casa Blanca está para cosas más grandes. 

Zona salvaje

Para tomar dimensión del peligro que significa tratar de cruzar la frontera entre Colombia y Panamá, revisemos una noticia publicada en la tercera semana de diciembre de 2023. Con el título 'Desarticulan en Colombia una banda dedicada al tráfico de migrantes a través de la selva del Darién', se informaba que una banda dedicada al tráfico de migrantes a través del Tapón del Darién fue desmantelada por la Policía colombiana en coordinación con la Interpol. En el operativo fueron detenidas nueve personas, informan medios locales. Los integrantes del grupo delictivo fueron arrestados en distintos departamentos colombianos, luego de una investigación que permitió establecer que la banda ha transportado a al menos 294 personas hacia la frontera sur de Estados Unidos. De ellas, 54 lograron ingresar a territorio estadounidense.

Según se determinó, los migrantes procedían de Cuba, Haití, Venezuela, China, la India, Pakistán, Afganistán y Somalia, entre otros países. Estas personas debían pagar entre 2.000 y 4.500 dólares, dependiendo de su nacionalidad y la ruta. Se estima que los traficantes, que realizaban hasta cuatro viajes semanales, recaudaron más de 3.000 millones de pesos colombianos (unos 750.000 dólares).

Los datos referidos son contundentes y el cruce de cartas entre ministros no alcanza para sacarnos este asunto crónico de encima. ¿Será que este 'filtro natural' de la selva es funcional a las políticas migratorias que se están aplicando?