El rey del tango que hace seis meses se fue de gira

El amor de Aníbal Fermín Cauda por el bandoneón le vino desde la cuna, quizás porque su padre era un ejecutor aficionado de ese instrumento. Aníbal había nacido el 28 de mayo de 1940 en el seno de una familia humilde, afincada en una quinta situada en la zona suburbana de Chacabuco, y siendo muy chico comenzó a tomar clases de música. Sus progresos en la materia, sumados a condiciones innatas, deben haber sido rapidísimos, pues cuando apenas tenía 5 años un periódico de nuestra ciudad le dedicó una nota titulada 'Niño prodigio'. En ella, se hacía referencia al asombró que despertaba en sus maestros la facilidad que tenía para ejecutar el bandoneón.

Como otros músicos chacabuquenses que trascendieron a nivel nacional, Aníbal tuvo como maestro a Héctor 'Cholo' Marsiletti. No obstante, su gran debut ante el público no fue aquí, sino en Chivilcoy. En efecto,el 25 de abril de 1947 integró la programación artística de una velada que se realizó en el Teatro Metropol de la vecina ciudad a beneficio de los bomberos voluntarios del distrito. Una crónica de ese encuentro cuenta que, ese día, el niño Aníbal Fermín Cauda, que aún no había cumplido los 7 años, 'maravilló al auditorio presente con sus ejecuciones de bandoneón'.

Lo que vino en los años siguientes fue un crecimiento que siguió siendo vertiginoso. Tan así fue que en 1954, con 14 años, ya integraba la orquesta que dirigía su maestro.

Llegado un momento, Chacabuco le quedó chico para sus ansias de seguir avanzando musical y profesionalmente. Así, a los 16 años emprendió viaje a Buenos Aires, para continuar sus estudios en el conservatorio del bandoneonista, violinista, compositor y director Pedro Laurenz. A poco de arribar a la Capital Federal, le surgió la posibilidad de incorporarse a la orquesta de Héctor D'Espósito como primer bandoneón B. Poco después, en 1957, se sumó al conjunto de Roberto Caló.

A partir de allí, fue creciendo el prestigio que tenía entre sus colegas, lo que le permitió integrar orquestas de mayor renombre en el ambiente de ese tiempo, como las de Jorge Caldara, Celso

Amato y Miguel Caló, entre otras. Con Caló tuvo la oportunidad de emprender su primera gira mundial, durante la cual actuaron en países como Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia, Costa Rica y Estados Unidos.

A la vuelta, Cauda se incorporó a la orquesta de Miguel Montero, que era dirigida por el maestro italiano José Libertella y luego pasó a integrar la orquesta de Rodolfo Lesica. El siguiente pasó lo dio en 1978, cuando se sumó -como primer bandoneón B- a la orquesta típica Los Reyes del Compás. La mayoría de los integrantes de esa agrupación habían sido músicos de la orquesta de Juan D'Arienzo, quien los dirigió hasta 1975, un año antes de su muerte.

Los Reyes del Compás, que inicialmente se habían llamado Los Grandes del Compás, tuvieron una trayectoria de más de una década. En junio de 1992, ya disuelta esa orquesta, nacieron Los Reyes del Tango, de los que el chacabuquense Cauda fue parte como primer bandoneón. No sólo eso, junto al contrabajista Ricardo Sánchez Rivera fueron los directores de la agrupación, surgida en un momento en que se hablaba de la muerte de las orquestas típicas.

Los Reyes del Tango nació con el objetivo de cultivar el estilo de las orquestas de D'Arienzo de las décadas del '40 y el '50. Desde su creación, la agrupación logró una conexión inmediata con el público de la música ciudadana, convirtiéndose en una de las preferidas en las milongas más importantes de Buenos Aires y el interior, y en festivales internacionales de tango en Italia, España, Portugal, Australia, Alemania, Suiza, Ecuador, Colombia, Brasil y Paraguay, entre otros países. Una de las actuaciones de la orquesta fue en el Festival de Tango y Folclore de Músicos Unidos de Chacabuco.

En junio de 2015 el chacabuquense fue declarado por la Legislatura bonaerense Personalidad Destacada de la Cultura de la provincia de Buenos Aires. 'Tal distinción corresponde por su trayectoria como representante y maestro del tango y por haber trascendido los límites de su ciudad y provincia natal, que lo han hecho merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales', expresaba el artículo segundo de la ley de declaración.

Así anduvo Aníbal Cauda durante las últimas décadas, llevando junto a los demás 'reyes' la música ciudadana por el país y el mundo, y defendiendo una tradición que va más allá de D'Arienzo e incluye a otros exponentes y leyendas del género, como Alfredo Gobbi, Julio de Caro, Osvaldo Pugliese, Carlos Di Sarli y Alfredo de Angelis. En su caso, llegó al punto de hacerle decir al bandoneón lo máximo que ese instrumento podía dar. Entre actuación y actuación, las horas de descanso las pasaba en su casa de Temperley, donde junto a su esposa Nelly habían construido una familia de la que nacieron tres hijos.

Así fue hasta el 30 de diciembre de 2023. Ese día, la página oficial de Los Reyes del Tanto anunciaba el fallecimiento, a los 83 años, de don Aníbal Fermín Cauda. 'Todos tus compañeros te deseamos una buena gira. Nos queda grabado en los oídos de nuestros corazones tu fraseo inigualable. Gracias por tanto, Aníbal, eternamente agradecidos de haber compartido este camino', le expresaban sus amigos de la orquesta, que incluyeron junto al triste anuncio un video en el que se escuchaban sonidos de bandoneón, los mismos que acompañaron al chacabuquense durante toda su vida.