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Entre Balances y Boletines Oficiales

16/02/2025
Entre Balances y Boletines Oficiales

Raúl Néstor Salvatierra nos recibió cordialmente y por momentos sentí que estaba frente a un narrador nato. No se lo dije, pero ante sus primeras palabras encontré a un potencial escritor, cosas que me inspiran a simple vista.

Una entrevista que a pesar de durar algo más de una hora, dejó en el aire mucho material porque entiendo que él mismo es rico en su propia historia.

 

¿Cuándo naciste Raúl?

'Nací en mayo de 1946 y aquí estoy.'

 

¿Dónde comienzan tus primeros pasos como educando?

'Hice la primaria en mi querida Escuela 7 que quedaba dos cuadras de mi casa en la calle Coronel Suárez y aún recuerdo a mi primera maestra, Doris Russo, a quién hoy sigo queriendo. Cuando la Escuela 7 se traslada atrás del cementerio mis padres me pasan a la Escuela 4.'

Cinco años después regresé como Perito Mercantil y con ese título me abrió las puertas el contador Hugo Zanlungo, una persona que me enseñó todo lo que sé y hasta el día de hoy sigo extrañando como profesional y como persona y así será hasta el día de mi muerte.'

 

¿Estaban en este mismo estudio?

'No, en éste lugar precisamente, en ese momento el estudio contable estaba en la casa de su padre, en calle 25 de Mayo, en una habitación que daba a la calle y un garaje que daba al costadito. Ahí estábamos y éramos dos empleados'

 

¿Eras muy jóven?

'Convengamos que tenía 17 años y medio cuando yo empecé a trabajar, y en aquella época, en el secundario se lo trataba de usted a los alumnos, ningún docente lo tuteaba al alumno, lo trataba de usted. Yo tenía 17 años y medio, un pibe, y cuando empecé a trabajar Hugo me trató así hasta el día de su muerte.'

 

¿Se puede decir que te formaste ahí?

'Y si, yo empecé como Perito Mercantil, no hay que olvidar que tenía cero experiencia, así que con él empecé a aprender, me enseñó, hasta hoy sigo aprendiendo y recordando. Todavía tengo acá, en la oficina mía, un cuadro de él con su imagen.'

 

¿Cómo nacen las oficinas en un nuevo edificio?

'Yo comencé a trabajar en el 65 y enfrente de ese edificio donde estamos ahora, en Avda Saavedra, justo enfrente, él hizo su casa y las oficinas.

Compramos esta casa que era de Molinos Río de la Plata, aquí supieron vivieron, entre otros, Manuel Dadamia, un empleado del Molino de apellido Scartasini  y también el doctor Osvaldo Martignone. Nosotros la fuimos acomodando despacito, pasaron varios años hasta que en el año  69 me parece, no me acuerdo bien, nos mudamos aquí.

 Nos llevó varios años y después la dejamos para la oficina. ¡Quedó lindo! Y así está,  ya hace 30 años que estamos acá '

 

¿Cómo era la firma comercial?

'Hace un tiempo fue 'Estudio Ceci, Pérez y Asociados'. Ahora es 'Estudio Pérez, Salvatierra y Asociados'.

 

¿Alguno de ustedes vivió aquí?

'No, no, siempre fue el proyecto de hacer oficinas'

 

¿Seis décadas en el mismo estudio?

'Si y sigo trabajando y aprendiendo acá con la misma gente, la gente que se fue incorporando luego de la muerte de Hugo Zanlungo.'

 

¿Cómo los dejó su muerte tan repentina?

'Fue muy duro ese febrero del 74. Estaba de vacaciones en Bariloche y si bien tenía algunos problemas de salud era un hombre de 40 años, nos dejó partidos.'

 

¿La paradoja de descansar la máquina?

'No descansó, no sólo viajó en avión sino que también fue a las aerosillas y allá arriba se descompensó.'

 

¿Qué es lo último que hicieron juntos?

'Hay un hecho anecdótico que yo siempre cuento, yo felizmente pude trabajar muchas horas y lo sigo haciendo, él antes de irse ese día, el último balance que firmó fue el de la sociedad que conformaba con Aldo Fiori, su suegro. Es decir que ese fue el último balance que él firmó antes de irse.'

 

¿Les dejó un legado importante?

'Así es, yo hace 61 años, que estoy. Cuando yo terminé la secundaria se dio esto de venir acá, Hugo Zanlugo, en ese momento, junto con Heraldo Di Pierro formaban un equipo de trabajo. Ellos dos fueron los hacedores de mí persona. Uno a veces aprende más trabajando a la par de los que saben  y después fue la práctica misma, el estar, el andar, eran otras épocas distintas a las de hoy. 

Convengamos que cuando yo empecé estábamos con la Lexicon 80, la máquina de escribir que tenemos todavía. Cuando yo comencé a trabajar ya tenían la máquina ésta, la que usamos si la necesitamos y debe tener 70 años.

Cuando yo vine recién estaban apareciendo algunas Olivetti eléctricas, las primeras. La escritura de la computadora no se sabía lo que era, no existía. Era la manera de escribir, a máquina o a mano, no había otra cosa.

Y cuando hacíamos la liquidación de impuestos, que en realidad lo hacían ellos dos y que yo a veces pasaba en limpio en los formularios del fisco, porque el formulario lo daba la DGI, se pasaban todo a mano.'

 

¿Te parece que cambió para bien?

'Ahora parece que hay más trabajo pero hoy es distinto. Creo que hoy nos lleva la tecnología, que es bárbara, es linda, está buena.'

 

¿Pero?

'Para mí que ya soy viejo ayuda un montón pero a su vez también lleva un tiempo y se ha complicado la gestión, en lo nuestro se ha complicado porque uno viene de otra época, pero hay tanta comodidad que a veces no sé, está bien lo nuevo, no hay duda que está bien y hoy creo y viendo hacia atrás que antes no se podría haber hecho lo que se hace hoy si no está la tecnología, eso es innegable.'

 

¿Eran tiempos mejores?

'Lo que hacíamos antes era distinto, tal vez los tiempos, claro, eran distintos también, si bien se trabajaba mucho convengamos que hoy es otra cosa. Yo tengo alguna escritura original por ahí de cuando se hacía a mano, que los escribanos la hacían a mano o los ayudantes de los escribanos. Había que tener una caligrafía espectacular porque por eso fui estudiante de caligrafía en la Escuela Profesional, porque la caligrafía era muy importante y debía ser perfecta, una materia más, yo la tuve con Nenucho Portillo, el fue mi profesor.'

 

¿Y ahora?

'No sé, ahora felizmente está bien, hemos avanzado.

Yo a veces comento que tengo alma de docente, porque me gusta enseñar. inclusive cuando a la gente le tenemos que explicar algo por la computadora porque no puede, porque no sabe, porque le cuesta, yo le digo: 'No, pará, vení, sentate a la máquina, vos sos la que lo tenés que hacer'. A veces la gente no sabe explicar, aunque lo sepa hacer'

 

¿Tenés alma de docente?

'Si, algo de eso tengo. Fui preceptor en el Profesional también, mientras estaba acá.'

 

¿Se tuvieron que rehacer tras la pérdida de Hugo?

'Con nosotros  vino a formar parte de nuestro equipo de trabajo un contador que se llama Pedro Daniel Ceci, que es de Junín y estuvo muchísimos años. Excelente persona y  profesional, las dos cosas. La muerte de Zanlungo nos tomó muy de sorpresa y claro que sí. ¡Fue tremendo! Y se sintió también porque hizo mucho por Chacabuco. En poco tiempo hizo mucho. Por ejemplo el Golf Club Chacabuco, fue iniciativa de él. Eso arrancó con él y de hecho lleva su nombre. Con eso empezó a ser fuerte, una persona muy activa, de hacer cosas, de proyectos.

El teléfono vino a Chacabuco por la Cámara de Comercio pero por su gestión, por su impronta. Y siempre digo a los más jóvenes que yo creo que Chacabuco hubiera tenido otro destino de haber vivido, por su personalidad, un tipo de mucha fuerza de voluntad, una capacidad de trabajo increíble. Era un tipo de hacer y hacer.

Y hoy están los chicos, después se incorporó el contador Pérez, Jorge Pérez y seguimos todos, yo seguí, no soy profesional pero seguí igual por supuesto, y a ellos también les tengo que agradecer todo lo que tengo y lo que hice porque me dieron todo el apoyo los dos, me mantuvieron como un igual, nunca hicieron diferencia acá dentro, nunca se hizo distinciones de título ni de nada, jamás.'

 

¿Eso te acerca a Hugo de alguna manera?

'Seguro, saber que  nunca fueron superiores a mí ni yo me sentí en inferioridad ante ellos, sino todo lo contrario, los dos, tanto Jorge como Ceci.

Y ahora con el transcurso de los tiempos, vienen los hijos que se hicieron grandes y el hijo de Jorge y el mío están con nosotros, son contadores también.'

 

¿Cuántos hijos tenés?

'Tengo dos, uno es contador y mi hija diseñadora gráfica".


 

Una vida contra reloj

En la segunda parte de esta entrevista, nos enteramos, que si bien Raúl ha pasado la mayor parte de su vida entre Balances y Boletines Oficiales, también ha tenido una pasión: Las Pruebas Automovilísticas de Regularidad.

 

¿Como es eso de las pruebas de regularidad?

'Eso es otra linda historia. Cuando yo empecé lo que se llamaban las pruebas de regularidad, algunos competidores, entre ellos Hugo Zanlungo, lo hacían como cronometrista con Roberto Urretavizcaya (padre de Tito) y fueron campeones,  Otilio Maggi con Alberto Andrada (empleado de Relojería Cantoni), Miguel Valerga con Eraldo Di Pierro. Los nombrados en segundo término eran los cronometristas. La entidad que habíamos creado se llamó "RUCh" (Regularistas Unidos de Chacabuco) y teníamos nuestra sede en el Círculo Italiano. A través de esa entidad se organizaban las distintas pruebas, incluso con mediciones para otras ciudades. Para ello teníamos un "cuenta metros" con doble aguja cual si fuera un cronómetro que se conectaba a la cuerda del velocímetro del auto. Fue ideado y construido por Darío Ferro. (No había otro igual en la zona, incluso hasta Rosario desde donde venían organizadores de aquel lugar). Los nombrados solo unos pocos, aquí había un grupo de participantes de por lo menos 15 a 20 parejas.'

 

¿Nos explicás en qué consisten?

"Sí, sí, cómo no. La regularidad en definitiva no es una carrera sino que se vive dentro del auto. Las velocidades a las que se maneja son las de las leyes nacionales, no más de 80 km/h. Son entre 40 y 80 km/h. y se define por segundos.

Se hace primero la medición del recorrido, que son por cualquier ruta y a través de esa medición se establecen referencias que son puntos por lo que uno va pasando, ejemplo, una tranquera, un poste, una planta, cualquier cosa que uno vea y se las llaman referencias. Una prueba de regularidad que se sabía hacer era  Chacabuco-Salto-Rojas, que eran más o menos 100 kilómetros.

Yo participé en las primeras pruebas, digamos que empecé como base con mi amigo Beto Montes y después corrí casi todas las veces que pude hacerlo con Jorge Scandizo, otro gran amigo. Él tenía una pick up Siam Argenta y con eso hacíamos las pruebas de regularidad. Yo siempre con mi ampolleta, el viejo reloj a cuerda."

 

¿Lo podemos definir como un hobby?

'Yo creo que es un hobby que despierta la adrenalina, pero es caro porque cuesta mucho todo. Hoy hay que buscar, disponer del auto, hay que salir a practicar antes, cualquier carrera son de 100 kilómetros a 100 y pico, más el lugar, la nafta, la inscripción. Es medio caro pero es lindo, es lindo porque se vive adentro del auto, afuera no pasa nada, la adrenalina está ahí, hay algunos que son muy vehementes adentro del auto.'

 

¿Es peligrosa la competición?

'No, se respetan las velocidades permitidas, quien la marca previamente la tuvo que hacer, ya sabe con qué se puede encontrar. Está previsto para eso y por eso es tan lindo dentro del coche.'

 

¿Alguna anécdota?

'La que siempre comento con Jorge Scandizo, uno está tan obsesionado que trata de no perder la hilaridad en la velocidad. O sea, si el tramo que se tiene que hacer es a 70 kilómetros, tratar de mantenerlo contra viento y marea. Es decir, por la ahí uno veía que venía un auto adelante o un camión,  hasta que no estaba encima no se tocaba el freno. Una vez íbamos bien, sabíamos que veníamos corriendo bien y había un auto medio estacionado en la ruta. Se había quedado el tipo y lo pasamos por la banquina con la Argenta. Esa fue una linda anécdota que no pasó a mayores porque no era tan fuerte la velocidad y después hay muchas anécdotas de los muchachos, de la gente que uno va conociendo y compartimos la misma adrenalina'

 

Una hora y media de charla y quedó mucho por contar. En el trayecto hacia la puerta, caminando por el pasillo, volví a prender mi grabadora tres veces más.

Es titánica la tarea de contar una historia de vida en 8000 caracteres y mientras lo escuchaba pensaba qué iba a hacer con toda esa rica información.

Pero por suerte todo queda en la memoria y apoyados en la tecno para una próxima vez.

Es Perito Mercantil con un bagaje que le otorga toda la experiencia profesional, con pinceladas de docente y por lo que percibí al llegar, un potencial narrador.

Creo que esto es el prólogo y espero leer todo el libro.

¡Gracias Raúl!

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